El Pacto por Canarias vive sus horas más críticas. Hoy mismo se han lanzado dos ultimátum: el PSC no suscribirá ningún documento que implique la aceptación del petróleo y el PP ha advertido de que “esta semana se debe firmar, o no” el ya polémico acuerdo que busca dar respuesta a los grandes problemas económicos y sociales del Archipiélago.
En este cruce de declaraciones, Coalición Canaria (CC) permanece oficialmente muda, aunque diversas fuentes consultadas por CANARIASAHORA confirman que la sensación instalada es que los conservadores están buscando excusas para no firmar el acuerdo y echárselo en cara al presidente Paulino Rivero en el debate sobre la nacionalidad que se celebrará los días 26 y 27 de marzo.
El primero en abrir el fuego hoy ha sido el portavoz socialista, Manuel Fajardo, al acusar de nuevo a los conservadores de “proponer una nueva tomadura de pelo” al Gobierno, los socios que lo conforman, y a la sociedad canaria “al introducir de forma camuflada la aceptación en el REF de un impuesto para la extracción del petróleo que signifique respaldar las prospecciones”.
Escollo insalvable
“Trece diputados del PSC son miembros de la Ejecutiva regional, y los socialistas consideramos innegociable este punto, que es un escollo insalvable si el PP mantiene su actitud”, ha insistido Fajardo en los pasillos del Parlamento.
Un actitud que ha sido rápidamente contestada por el secretario general del PP canario, Asier Antona, que ha acusado al “grupo parlamentario socialista de intoxicar y torpedear la consecución de un gran acuerdo para Canarias”.
“El Grupo Socialista no ha estado, no está ni se le espera en estas negociaciones, que el PP considera que deben acabar esta misma semana. En los próximos días se decide si se firma, o no, pero ya se debe concluir”, ha afirmado Antona.
El cruce de acusaciones ha seguido cuando Fajardo ha insistido que “el Grupo Parlamentario no puede ser considerado un convidado de piedra, estamos perfectamente informados de lo que se está negociando y el Pacto por Canarias no servirá de nada si el Gobierno de España no garantiza que habrá una ficha financiera”.
“El acuerdo debe ser apoyado por el PP nacional, por el Gobierno del Estado y traer aparejado un compromiso tanto político como financiero, pues de lo contrario sería irrealizable”, ha dicho Fajardo.
Argumento similar al usado hace dos semanas por el portavoz nacionalista, José Miguel Barragán, cuando se cuestionó la validez del PP canario como interlocutor a la hora de negociar el acuerdo.
Hasta el último minuto
Por el contrario, Antona, que ha insistido en que “vamos a mantener hasta el último minuto la voluntad de un acuerdo que ya está muy avanzado”, ha acusado a Fajardo y al Grupo Socialista de “decir lo contrario de lo que han aportado los miembros del PSOE en el Gobierno”, los consejeros Francisco Hernández Spínola y Francisca Luengo.
Si el pasado 28 de febrero las tres mesas de trabajo, formadas por Luengo, Spínola y Javier González Ortiz y dirigentes del PP como Gabriel Mato, Matilde Asiain y José Miguel Bravo de Laguna, cerraron sendos documentos que podrían haber sido suscritos al día siguiente por los cuatro actores implicados (Ejecutivo regional, PP, CC y PSC ), la batalla dialéctica de las últimas semanas está alejando las posibilidades de consenso.
Una batalla que ha estado 'contaminada' por las resoluciones rechazadas en el debate sobre el estado de la nación, la presentación de una polémica proposición no de ley con la que el PP reprueba de forma indirecta a seis consejeros del Ejecutivo o las últimas declaraciones del presidente regrional del PP y ministro de Industria, José Manuel Soria.
Aunque ayer mismo el secretario de Organización del PSC, Julio Cruz, dijo que solo quedaban “flecos” pendientes porque “lo esencial” del Pacto por Canarias estaba “cerrado”, lo cierto es que, a tenor de las últimas declaraciones, el acuerdo está más cerca de no ser firmado.