La reedición del pacto entre Coalición Canaria y el Partido Popular para gobernar Santa Cruz de Tenerife aún no ha sido rubricado pero está prácticamente cerrado. El pleno monográfico a petición del PSC sobre la desastrosa situación del Parque Marítimo, celebrado este jueves, ha sido la prueba de ello.
De las seis proposiciones de resolución presentadas por los socialistas, sólo una salió adelante: la de incluir en el pliego de condiciones del próximo concurso público, para adjudicar el arrendamiento de la explotación del Parque, la recontratación de los trabajadores de esas instalaciones, cerradas hace un año y que llevan desde entonces sin percibir un euro ni poder ir al paro por no tener el certificado de empresa.
Las otras cinco proposiciones fueron barridas por goleada. Tres obtuvieron 17 votos en contra del PP y CC, y las dos restantes, 12 votos en contra y seis abstenciones.
El PSC solo consiguió el leve apoyo de Ciudadanos de Santa Cruz, en dos propuestas, aunque sirvió de poco: que Luis Gil, arrendatario de la gestión desde 2006, pague de su patrimonio los daños causados al Parque, ya que debía ser su custodio y en la actualidad no quedan ni las sombrillas; y que esa gestión quede en manos de una empresa pública en el futuro.
Poco antes de iniciarse el Pleno, las cúpulas insulares del PP y CC estaban reunidas a puerta cerrada en el Ayuntamiento. No fue una sorpresa ver por allí a Cristina Tavío después de que el martes afirmara que, de ser por ella, el pacto podía firmarse ya mismo. La única condición es que Llanos este incluido y mantenga el protagonismo que tenía con el anterior pacto, roto hace ocho meses,
Zerolo recupera la sonrisa
Esa reunión provocó que el Pleno arrancara con una hora de retraso. El portavoz municipal del PSC, José Ángel Martín, se quejó por ello. “Podían haber cerrado el pacto otro día”, le espetó al alcalde. Conforme sus propuestas fueron cayendo una tras otra, admitió “qué raro me siento con este pacto. Me había acostumbrado a ganar las votaciones”.
Al contrario de lo que ocurrió el pasado mes de julio en el Pleno monográfico sobre el polémico edificio, a medio construir, a la entrada de Las Teresitas, en el que la ruptura del idilio entre Zerolo y Llanos se plasmó en la primera derrota del alcalde, en el Pleno de este jueves la inmediatez del pacto se hizo visible en el apoyo mutuo entre nacionalistas y populares.
Zerolo, sonriente y nada crispado, hizo una defensa de la labor del ex alcalde Pedro Doblado, ahora secretario de la sociedad pública Parque Marítimo S.A. y quien, según los socialistas, debía haber velado por que no se celebraran en ese recinto fiestas sin licencias. Negó que el Parque Marítimo sea suelo público (“lo era pero pasó a régimen privado”, dijo) y aseguró que la explotación del Parque se ha hecho “a plena satisfacción de los ciudadanos” y además con un gasto de no más de 80.000 euros al año. Una baratija.
Los socialistas lo negaron. Insistieron en que Pedro Doblado debía ser cesado del cargo por negligencia, que cuando llegó la hora de emprender acciones legales para desahuciar a Luis Gil por impago buscó la vía más lenta y gravosa (la civil en vez de la administrativa), lo que ha supuesto que esas instalaciones lleven cerradas un año, y que debía haber luchado por mantener las piscinas abiertas, que son la verdadera razón del Parque que ideó César Manrique.
Los socialistas también preguntaron cómo era posible que las fiestas se sucedieran, que Gil subarrendara espacios para discotecas sin pagar un céntimo al Ayuntamiento, y que el propio Ayuntamiento se haya gastado en celebraciones más de 600.000 euros desde que el Parque existe.
Habrá más, muchas más fiestas
Ángel Llanos no dijo una palabra ni a favor ni en contra de Doblado. Si llamó la atención sobre la maraña judicial que envuelve a Gil, al Ayuntamiento y a la sociedad pública Parque Marítimo, pero solo para indicar que el PP no quiere ser obstáculo a la justicia y, por el contrario, mostrarse a favor de que en el Parque se puedan celebrar todo tipo de fiestas en el futuro ya que el ocio “es un dinamizador de la economía”.
A la espera del resultado de la querella presentada por la propia Fiscalía Anticorrupción contra Gil y su empresa, y de que se resuelvan las demandas contenciosas entabladas por Parque Marítimo contra Gil por impago del canon mensual, Zerolo ya anunció que en el pliego de condiciones del próximo concurso para adjudicar de nuevo la explotación del Parque se incluirá la celebración de eventos, justo lo que Llanos decía.
Ante estos planteamientos, el PSC recordó que el origen de la actual situación del Parque fue una queja de unos vecinos porque el ruido de las terrazas de verano allí instaladas, lo que reveló la ilegalidad de estos eventos que han generado ganancias millonarias, muchas de ellas camufladas. Fue lo que denunció el abogado Felipe Campos y es justo lo que investiga Anticorrupción.
La nota más discordante del Pleno la puso justamente el concejal del CCN, Ignacio Martín, que poco menos que señaló que el problema con el Parque había nacido de una “perestroika chicharrera” con cuitas personales entre Campos y Luis Gil. Tras escuchar a González, Guillermo Guigou exclamó “qué horror”. No se esperaba tanto sensacionalismo rosa en un Pleno que parecía serio.
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