Pedro Quevedo rechaza la aplicación del artículo 155 y pide tiempo para la reflexión y el diálogo

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El diputado de Nueva Canarias (NC) en el Congreso, Pedro Quevedo, ha dicho este lunes que su partido rechaza la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española en Catalunya y ha pedido “un paso atrás” y tiempo para “la reflexión, el diálogo, o lo que sea, ... Y pensar también”.

Quevedo ha subrayado que “todo lo que sea ganar tiempo” le parece bien para “quitar presión a una situación extremadamente peligrosa”.

En su opinión, en la sociedad catalana se está provocando una “fractura social” que podría tener “componentes explosivos”.

“Nueva Canarias está en desacuerdo con la aplicación del artículo 155 como medida fundamental para resolver este asunto”, ha agregado Quevedo, quien ha requerido que se abra “un espacio de diálogo que vaya más allá de la frase simplona de dialogar alrededor de una mesa tomando café y que haya un proceso de reforma de la Constitución Española”.

A su juicio, existe un “gran interés” por reformar la Constitución Española, a la que ha reconocido que ha tenido “un gran valor”, pero que necesita “una actualización en muchos aspectos, sobre todo en su título 8, que es la organización territorial del Estado”.

“Creemos que ahí está la clave para que todo el mundo se pueda ver razonablemente representado. Canarias también, que tiene cosas que decir y, en ese proceso, nos parece que se pueden encontrar un mínimo de proyecto”, ha destacado Quevedo a los periodistas en un acto al que ha asistido como concejal de Turismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Considera que hay que retirar “la parte dura de los planteamientos e ir a una fase de diálogo que corrija algo que fue un error grave, que cometió el PP en el año 2010 al haber utilizado al Tribunal Constitucional para cuestiones que no le correspondían”.

Nueva Canarias aboga por la creación de una comisión que trate la reforma de la Constitución, pero ha advertido de que, si se convoca para “engañarse a uno mismo y al otro, no tiene ningún valor en el momento actual y, además, su complejidad no lo admite”.

“Estamos en una situación en las que las partes no pueden permitirse el lujo de engañarse”, ha subrayado Quevedo.