Miguel Cabrera Pérez-Camacho, el particular perro de presa político que tiene el PP para gruñir y enseñar los dientes en el Parlamento de Canarias, ha vuelto este miércoles a dificultar que la renovación del Régimen Económico y Fiscal (REF) mantenga el tradicional consenso que ha caracterizado su existencia en las últimas décadas.
Si en febrero de 2012 subió a la tribuna para decir que “un gobierno de segunda división presidido por un mediocre político” nunca marcaría la hoja de ruta en la negociación del REF frente a un Ejecutivo con el respaldo de la “mayoría absoluta” en las Cortes, catorce meses después ha incidido en que “si Paulino Rivero dirige estas negociaciones, aviados estamos, pues en boca de un mentiroso lo cierto se hace dudoso”.
Si bien la intervención incendiaria de Pérez-Camacho de hace un año no impidió que el PP se sumara al consenso en el mes de julio para apoyar un documento conjunto sobre lo que debe ser la médula del nuevo REF, las palabras del diputado conservadoras pronunciadas este miércoles en la Cámara regional se suman a otras señas de disenso que en las últimas semanas han estado lanzando los conservadores para avisar que los próximos meses no van a transcurrir plácidamente.
Primero fue el voto en contra del PP en el Congreso a una propuesta de resolución sobre el contenido del REF (el mismo texto apoyado en julio en el Parlamento) en el debate sobre el estado de la Nación. Con posterioridad, el empeño de los conservadores en incluir el tributo sobre el petróleo impidió suscribir el Pacto por Canarias con el Gobierno, CC y PSC en el que se incluían los contenidos del nuevo REF.
Impuesto al petróleo
Las llamadas al consenso y a la “lealtad institucional” que lanzaron desde la tribuna de oradores el consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz, y el socialista Manuel Marcos Pérez, no han servido para nada, pues Pérez-Camacho comenzó provocando desde el primer segundo en que intervino: “quiero declarar que las Cortes aprobarán, de manera simultánea al REF, un nuevo impuesto especial sobre las extracciones petrolíferas”.
Pero hubo más y, tras tachar de “mentiroso” y de incapaz político al presidente Rivero, arremetió contra González Ortiz: “si las negociaciones las dirige el titular de Economía y Hacienda, es mejor, pese a que es un atrevido que ni domina el inglés ni tiene nociones de economía”.
“Usted se empeña en romper el tradicional consenso y entra nuevamente en descalificaciones personales. Dada la importancia que tiene el REF, no voy ni siquiera contestarle, pero le recomiendo que abandone ese discurso”, contestó el consejero.
Una prudencia y una cautela para abordar la negociación de “máxima trascendencia” a la que también apeló el socialista Pérez: “es necesaria mantener una sola voz y espero que el espíritu del PP sea el del pasado mes de julio”.
Y es que, como dijo el consejero, “es mucho lo que nos jugamos”, pues se pretende que el nuevo REF sea “el revulsivo para la reactivación, el crecimiento económico y, sobre todo, la generación de empleo”.
Un régimen que debe ser “fortalecido institucionalmente con un anclaje en la Constitución y el Estatuto para que no esté al albur de veleidades políticas”.
“No debemos apartarnos de la senda del consenso y el Estado debe hacer suya una propuesta conjunta. Nos jugamos mucho, y hay que contar con la lealtad institucional del Estado”, culminó el consejero.