Unas 200 personas se han dado cita esta mañana en Santa Cruz de La Palma para manifestar su oposición a las prospecciones petrolíferas que el Gobierno central ha aprobado llevar a cabo en aguas de Canarias. La protesta, comenzó a las 11:00 horas, transcurrió desde la Plaza de La Alameda, hasta la sede de la Dirección Insular de la Administración General del Estado.
La mayoría de las personas que acudieron al encuentro, que transcurrió por las calles de la capital palmera sin incidente, vestían de negro y con lemas contrarios al petróleo. Entre los manifestantes se encontraban diferentes colectivos ecologistas que advirtieron a ACN Press del riesgo y el impacto medioambiental que podría que se produjese un vertido de crudo frente a las costas Lanzarote y Fuerteventura.
Recientemente, el ministro de Industria, Energía y Comercio, José Manuel Soria, hizo referencia a unos informes en los que quedaba de manifiesto la seguridad del Archipiélago, gracias a las corrientes que fluyen en la mediana entre la costa africana y la canaria y que evitarían que un posible vertido de crudo afectara a las dos islas orientales.
Al respecto, el representante insular de Ecologistas en Acción, Pablo Díaz, asegura que “hay muchísimos informes de las universidades canarias que dicen todo lo contrario que las corrientes marinas sí afectarían”. Díaz añade que en el caso de que el vertido no llegara a las Islas “el daño medioambiental es irreparable esté donde esté, porque son unas aguas de una gran riqueza en biodiversidad y recursos pesqueros”. Motivo por el que reta al ministro a que “demuestre con datos” los informes a los que hace referencia.
Asimismo, recuerda que Repsol, empresa que se encargaría de las prospecciones, “reconoce que es responsable de hasta ocho vertidos en seis años en Tarragona” que han afectado al delta del Ebro y añade que “también reconoció que desde el 2006 y hasta el 2010, se han vertido productos contaminantes en cantidad de 7.000 toneladas, sobre todo en la Amazonía ecuatoriana”.
Los manifestantes consideran que apostar por el petróleo “es contradictorio con lo que cada vez está más aceptado, que es ir hacia energías limpias y energías renovables”.