Cuatro agentes y cuatro vehículos camuflados del Cuerpo Nacional de Policía fueron necesarios este lunes para devolver a su casa sano y salvo al exministro de Industria, Energía y Turismo de España José Manuel Soria, tras sus vacaciones de veintiséis días en la isla de Lanzarote. Un despliegue idéntico al que hubo que movilizar el día 2 de agosto para escoltarlo hasta el hotel Volcán en compañía de su esposa y conduciendo él mismo uno de los vehículos familiares, un Volkswagen Golf de color blanco, un antojo, el de llevar su coche, que complicó el servicio a la Policía.
Porque al igual que ocurriera en la ida, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) envió a Lanzarote desde Gran Canaria por vía aérea a uno de sus agentes especializados en la protección de autoridades al que alcanzó otro agente al aeropuerto con un coche del cuerpo. Ya en aquella isla, otro vehículo policial camuflado (K, en el argot), con su correspondiente agente al volante, trasladó al escolta hasta el hotel Volcán, en el municipio de Yaiza. Allí comenzó un periplo de más de diez horas de duración porque desde el hotel la comitiva se trasladó al muelle de Playa Blanca para embarcar en el ferry de las 10:00 horas rumbo a Corralejo (Fuerteventura). Una vez en esa segunda isla (10:25 horas), el matrimonio Soria abandonó el barco a bordo de su coche con el escolta ocupando uno de los asientos traseros, algo que no está permitido en los protocolos policiales porque ningún agente puede prestar un servicio en un vehículo que no sea oficial. Este periódico no pudo verificar si el policía realizó un trasbordo a un coche policial a la salida del recinto portuario, que abandonó en el Golf de los Soria.
El escolta -bien en el coche particular o bien en uno policial camuflado- acompañó a José Manuel Soria y a su esposa, María del Carmen Benítez, en el trayecto entre Corralejo y Morro Jable, casi cien kilómetros a través de una carretera insular (de doble sentido de circulación y velocidad limitada a 90 km/hora) incluyendo una parada para almorzar.
Ya en el sur de Fuerteventura, el exministro, su esposa y el agente embarcaron a las 17:30 en otro ferry de la compañía Fred Olsen rumbo a Gran Canaria. Dos horas más tarde, a las 19:30, atracaba el barco en el puerto de La Luz y Las Palmas. Mientras el escolta era el primer pasajero en descender por la escala a babor del buque, los Soria lo hacían a bordo de su coche por la rampa trasera de los vehículos.
Un Renault Megane gris con otro policía esperaba al escolta en la zona de desembarque de pasajeros. Ambos esperaron a que el coche de Soria bajara del buque y lo escoltaron hasta la residencia del exministro en el barrio de Tafira Alta, a unos doce kilómetros del puerto. Ahí acababa la protección.
En total, el escolta empleó más de diez horas en prestar este servicio, lo que acarrea, además de su salario, el pago de horas extras y dietas. A eso debe sumarse el coste de su billete de avión Gran Canaria-Lanzarote y los de sus billetes en Clase Oro, donde se acomodaron los Soria, en los buques de Fred Olsen, tanto en el trayecto Playa Blanca-Corralejo como Morro Jable-La Luz.
Vacaciones en el Volcán
José Manuel Soria y su esposa, la procuradora de los tribunales María del Carmen Benítez, pasaron estas vacaciones de veintiséis días en el hotel Volcán, perteneciente a la cadena The, de la que es principal accionista el empresario lanzaroteño Enrique Martinón. Se trata del mismo hotelero propietario del Brethless Punta Cana Spa & Resort, donde el matrimonio Soria-Benítez pasó unas vacaciones en el mes de agosto de 2015 sin pagar más que los extras de un servicio de spa prestado por una compañía ajena al hotel.
En el hotel Volcán de Lanzarote ha pasado Soria y su familia sus vacaciones los últimos seis años, coincidiendo los cuatro primeros con su desempeño como ministro de Turismo. Y eso a pesar de que este establecimiento ha sido declarado ilegal e ilegalizable por la justicia en sentencia firme. Su demolición total o parcial está pendiente de que las autoridades insulares encuentren mecanismos de compensación de difícil encaje.
“No suelo pedir la licencia de construcción de los hoteles donde me alojo”, fue la contestación de José Manuel Soria cuando, siendo ministro de Turismo, fue cuestionado sobre la conveniencia de pasar sus vacaciones en un establecimiento con estas cualidades.
El exministro sigue disfrutando de servicio de escoltas 16 meses después de haber tenido que dimitir y renunciar a todos sus cargos políticos al descubrirse que mantenía empresas en paraísos fiscales. A principios de agosto le fue retirada la vigilancia estática de la que disfrutaba en su casa después de que en diciembre de 2016, justo en Nochebuena, se registrara en ella un extraño robo de dinero y joyas que aún no ha podido ser esclarecido.
La delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, ha negado a este periódico tener relación alguna con el mantenimiento de la protección a quien fuera presidente del PP en Canarias. Asegura que es un asunto policial que otras fuentes vinculan directamente con decisiones del subdelegado del Gobierno en Canarias, el policía en excedencia Luis Molina, muy vinculado al exministro.
En febrero de 2017, Soria renunció a la cesantía a la que tenía derecho durante 24 meses como exministro para dedicarse a la consultoría internacional de empresas, para lo que constituyó una sociedad, Sorben Partners, S.L., que tiene su domicilio social en el hogar familiar del barrio de Tafira Alta asaltado en diciembre pasado. Entre otras compañías asesora a Domingo Alonso, S.A., precisamente concesionario de Volkswagen para la provincia de Las Palmas y con intereses comerciales en África, América Latina y Miami.
En numerosas ocasiones los escoltas lo han tenido que llevar estos últimos meses en vehículos policiales a reuniones de negocios en esa y otras compañías radicadas en Canarias, así como a restaurantes de postín de las dos islas capitalinas, Gran Canaria y Tenerife.