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La Policía Judicial sospecha de la compra-venta de Azul Televisión

La Unidad de Delincuencia Económica y Financiera y la Unidad de Blanqueo de Dinero de la Policía Judicial investigaron al periodista Jorge Bethencourt como posible testaferro de Miguel Zerolo en la compra de Azul Televisión, empresa que acabó en manos de Ignacio González Santiago y en los negocios del ex alcalde en el extranjero.

En la compra de Azul TV se habría movido dinero procedente de Santa Cruz Park, empresa que explotó varios años el Parque Marítimo, un dinero que los policías sospechan que podría tener origen a su vez en el cobro ilegal de comisiones.

Esta es una de las 12 piezas separadas que han surgido conforme se instruía el caso las Teresitas. Bethencourt aparece en el entorno de Zerolo como uno de sus hombres de paja. Habría intervenido en la compra de ese canal con un dinero cuya procedencia no se ha podido esclarecer.

Bethencourt no es un cualquiera en la instrucción de la causa. Fue asesor personal de Zerolo en el Ayuntamiento durante once meses, hasta que en ese trabajo para dedicarse a la actividad privada, según sus propias palabras. Entró en la sociedad Santa Cruz Park Tenerife, que explotaba el Parque Marítimo, en 1996, lo que le convirtió al tiempo en socio de Even Park, la sociedad que explotaba las fiestas del Parque. En 2006 Santa Cruz Park Tenerife se traspasa a Santa Cruz Park.S.L, empresa de Bethencourt y José Valentín Álvarez.

Así mismo, figura en el consejo de administración de otras tres sociedades, entre otras, BG Comunicaciones, hermana de la Agencia de Prensa BG, S.L., con sucursal en México D.F.

150.000 euros perdidos

De acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria, en agosto de 2001, poco antes de la operación de Las Teresitas, Jorge Bethencourt compró el 75% de las participaciones de Azul TV por 252.425,08 euros (42 millones de pesetas), lo que llama la atención “porque las participaciones aparentemente valen 4.507,49 (75.000 pesetas), es decir, el valor nominal”.

Más curioso resulta que en diciembre de 2002, solo 16 meses después, Bethencourt vendiera esas participaciones a IGAN Inversiones S.L., empresa de Ignacio González Santiago, por 102.172,05 euros, es decir, que perdió 150.253,02 euros. IGAN Inversiones tenía por objeto social todo tipo de actividad constructora, pero un día antes de la compra de participaciones, amplió ese objeto social a una actividad diametralmente distinta, la “instalación, creación y plantación de canales privados de televisión”.

Azul Televisión acabó siendo adquirida en 2004 por la Editorial Leoncio Rodríguez (El Día).

En esa venta en la que Bethencourt perdió 150.000 euros, y que la policía sostiene que puede deberse a un blanqueo de capitales, también aparece Grupo de Medios de Tenerife S.L., empresa que gestionaba Azul TV y que pertenecía a otro periodista, Lucas Fernández, también gran amigo de Zerolo.

Dinero para un cuñado del ex alcalde

El 28 de septiembre de 2001, Grupo de Medios de Tenerife realizó una transferencia a favor de Azul TV por 30.050,61 euros, y cinco días después, Azul TV “devolvió” 25.621,15 euros (se quedó con 4.429,46 euros). Acto seguido, esos 25.621,15 euros fueron reenviados a Comunidad de Bienes R&H Abogados, entidad vinculada a Luis Rodríguez Muñoz, cuñado de Miguel Zerolo. Es lo que la policía judicial define como “una operación triangular”.

Pese a que Ignacio González Santiago compró Azul TV en 2002, su hijo Pedro ya figuraba como su administrador desde 2001, igual que IGAN figura como propietaria de Azul TV en la declaración del impuesto de sociedades de ese año.

Otro dato “sorprendente” apoya este supuesto, y es que la cuenta corriente de Azul TV S.L., en la que figura como autorizado Jorge Bethencourt, presentaba su primer movimiento el 3 de octubre de 2001, y el último, el 16 de octubre de ese año. “Se refuerza el hecho de que IGAN ya era propietaria de Azul TV desde el año 2001”, concluye la policía.

Deudas no reclamadas

En su declaración ante la magistrada Bellini, Bethencourt afirmó que pidió dinero prestado (“tres, cuatro, cinco millones de pesetas”, no recuerda exactamente) a su socio en Santa Cruz Park (empresa que explotó el Parque Marítimo hasta 2006), José Valentín Álvarez, para el pago de deudas de Azul TV, pero no sabe si ese dinero salió de la empresa que compartían. También sostiene que pidió dinero a su padre y a otros amigos.

Así logró reunir 20 millones de pesetas que le entregó a Lucas Fernández para pagar las deudas, cantidad que asegura que todavía debe pero que ninguno de sus deudores le ha reclamado por la confianza que le tienen. A la pregunta de si ese dinero se lo entregó Miguel Zerolo para que comprara Azul TV, y una vez vendida dicha empresa darle licitud al dinero recibido ilícitamente, respondió que no.

Eso fue todo, afirmó. Niega haber comprado Azul TV por 42 millones, sino que solo asumió la deuda por 20 millones y recobró 17 con la venta.

Zerolo, solo un amigo

El posible blanqueo de dinero con la compra de Azul TV, del que se acusaba a Bethencourt y Lucas Fernández, ha sido sobreseído provisionalmente, lo que varios abogados de la acusación popular ya han afirmado que recurrirán antes del 28 de mayo próximo.

En su declaración ante la magistrada, Jorge Bethencourt sostuvo que en la compra de su ático en un emblemático edificio del centro de la capital tinerfeña, el Beleyma no hay una inversión oculta de Zerolo, que pagó la entrada de 75.000 euros con un talón y el resto, hasta 500.000, los asumió en una hipoteca que sigue pagando.

Asimismo, negó tener ninguna relación económica con el político nacionalista ni en España ni fuera de ella. A la pregunta de su abogado defensor de si creía que estaba imputado por su amistad con Zerolo, respondió “no me cabe ninguna duda”.