La reciente visita del presidente del Gobierno a Marruecos ha sido llevada al Parlamento por el Grupo Popular, cuyo presidente, Manuel Fernández, quería saber cual era “la gran mentira” que el monarca Mohamed VI había desvelado sobre las prospecciones petrolíferas concedidas por el Ejecutivo español a la empresa Repsol a 61 kilómetros de las costas canarias, tal y como en su momento dijo el portavoz del Ejecutivo, Martín Marrero.
“La gran verdad, la única gran verdad es que el petróleo puede ser un negocio para Repsol y sus amigos. La gran mentira es estar utilizando que Marruecos está sacando petróleo y que por eso debemos hacerlo nosotros rápidamente”, afirmó el presidente.
Una respuesta que para Fernández fue “de un simplismo indigno de su categoría como presidente del Gobierno”, pues “usted es maestro de EGB y tiene conocimientos suficientes para saber que la gran mentira está cuando habla de que habrá prospecciones a diez kilómetros de la costa”. “Eso es imposible, porque esa plataforma es magmática y no hay petróleo ni por asomo”, insitió el portavoz de los conservadores.
“Las prospecciones se pueden llevar a cabo a 9,6 kilómetros de Canarias, porque Repsol paga 20 millones de euros para hacerlas en 6.500 kilómetros cuadrados, en cualquier parte de esa superficie”, insistió Rivero.
Ante las protestas de los conservadores, el presidente concluyó en que, tras saber que Marruecos no ha encontrado petróleo en los últimos 11 años, “las prisas no son aconsejables”, máxime cuando las prospecciones “atentan contra un modelo de desarrollo que apuesta por la sostenibilidad y ponen en riesgo el 53 por ciento los empleos de Lanzarote y Fuerteventura”.
Con todo, y para no dejar el viaje a Marruecos con la anécdota del petróleo, y a una pregunta del nacionalista José Miguel Ruano, el presidente recordó que el mismo tuvo como “objetivo apoyar la internacionalización de nuestra economía, buscando nuevas oportunidades para nuestras empresas”.