De la marca España Suma también cuelga otra regional: Canarias Suma. El PP ha registrado hasta 18 marcas electorales en la línea de Navarra Suma, la coalición de PP y Ciudadanos que ha ganado las elecciones en la Comunidad Foral sin poder gobernar, y en el caso del Archipiélago, el nombre elegido es Canarias Suma “para unificar el espacio del centro derecha”, según confirmaba este mismo viernes a Canarias Ahora su presidenta provisional, Australia Navarro,
El objetivo del PP nacional es que a ese polo de la derecha bajo la marca España Suma se adhieran, aparte de Ciudadanos, hasta otros siete partidos “regionalistas”, según avanzaba este viernes El Mundo, incluyendo a Coalición Canaria. Sin embargo, la propia presidenta regional del PP canario, designada tras la dimisión de su antecesor, Asier Antona, desconocía a primera hora si desde la dirección nacional se habían entablado ya contactos con Coalición Canaria para esa plataforma insular. O si simplemente era una propuesta lanzada por el secretario general, Teodoro García Egea. Horas después aclaraba a este diario que no se habían producido contactos con CC.
Quien despejaba las dudas a lo largo de la mañana era el secretario general de Coalición Canaria, José Miguel Barragán, al difundirse la noticia. En declaraciones a los informativos de Onda Cero, el dirigente majorero de CC fue contundente: “La respuesta es un no rotundo. Coalición Canaria es un proyecto nacionalista con identidad propia”, dijo ante la oferta avanzada por el diario madrileño, a la cual la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, no descarta que se sume también Vox.
Desde las filas de CC, también el dirigente majorero Mario Cabrera ha comentado sobre esa propuesta del PP a este periódico: “No hay ninguna posibilidad de compartir una plataforma electoral conservadora y centralista como la que plantea el PP. No tenemos nada en común: nuestro proyecto es nacionalista, canario y progresista”. El que fuera vicepresidente del Parlamento de Canarias y presidente del Cabildo de Fuerteventura también ha valorado que “precisamente lo que planteamos desde Asamblea Majorera [el partido original de CC en Fuerteventura] es reforzar esa perspectiva política, apostando de una forma de entender Canarias desde cada isla, sin obediencias centralistas ni sometimientos a directrices que vienen desde Madrid”.
La propuesta también ha cogido con el paso cambiado a Ciudadanos. En un principio la formación naranja no tenía constancia este viernes de que las plataformas electorales fueran a extenderse a todas las comunidades, sino a unas cuantas donde ya PP y Ciudadanos incluso gobiernan con el apoyo de Vox, como en Andalucía. Y sobre todo que no alcanzara a la comunidad canaria.
A pesar de ello, desde la gestora naranja en las Islas se ha explicado a este diario que “en el ADN de Ciudadanos no está diluir nuestro proyecto reformista y regenerador. Ciudadanos es un proyecto que siempre sube en las urnas, por eso comprendemos que el PP y el PSOE se puedan sentir incómodos con el multipartidismo”. Desde la gestora canaria de Cs explican que “no siempre las coaliciones suman. El PP quiere volver al bipartidismo, pero Ciudadanos tiene un proyecto propio liberal, de centro y regenerador”.
Los naranjas, a preguntas de este diario, indican que son “la alternativa a las políticas del bipartidismo de estos últimos 40 años. Es necesario que haya opciones diferentes. Ciudadanos representa una opción para la gente moderada, de centro y liberal. Es una opción con unas características propias y no sería positivo para nuestra democracia que nuestro proyecto se diluyera en cualquier otro tipo de operación”.
Los escindidos del PP y un viejo sueño de CC
En las Islas, una posible alianza electoral del centro derecha ante una previsible cita con las urnas el 10 de noviembre debería incluir, no solo a Ciudadanos para que fuera electoralmente eficaz, sino a pequeños grupos escindidos del PP en los últimos años. Uno de esos casos es el del Partido Progresista Majorero (PPMajo) del histórico líder de la derecha en la isla Domingo González Arroyo, o el grupo de su sucesora, también irradiada del PP, Agueda Montelongo.
Ambos han convergido en esta última cita electoral en la plataforma Gana Fuerteventura.
Pero para que realmente Canarias Suma tenga un efecto decisivo en las Islas, donde se reparten 15 diputados (8 por la provincia de Las Palmas y 7 por la de Santa Cruz de Tenerife) y 11 senadores (3 por cada una de las islas de Tenerife y Gran Canaria y uno por cada una de las cinco restantes), una unidad de acción entre PP y Coalición Canaria sería fundamental.
En parte también lo han ensayado en la isla de Gran Canaria otros exiliados del PP como el grupo de José Miguel Bravo de Laguna (Unidos por Gran Canaria), que ha concurrido en alianza con Coalición Canaria a las últimas elecciones locales. También sin éxito. Uno de los diputados del grupo nacionalista en el Parlamento de Canarias, Lucas Bravo de Laguna, no es militante de CC sino de Unidos por Gran Canaria.
La clave de una fórmula CC-PP al estilo de Unión del Pueblo Navarro fue ya ideada hace décadas por los líderes de entonces José Manuel Soria (PP) y José Carlos Mauricio (CC), sin que llegara a cuajar aunque sí supuso un reparto territorial del poder donde cada partido era más fuerte con respecto al otro dependiendo de la isla.
Ahora mismo esa idea choca con la concepción que tiene CC de sí misma. Quien ha gobernado las Islas durante tres largas décadas bascula entre el coqueteo con el independentismo de su socio, el Partido Nacionalista Canario (PNC), exhibido sin tapujos tras la pérdida del poder en Tenerife; el “constitucionalismo” por bandera de su diputada más “regionalista”, Ana Oramas; o un nacionalismo de corte más progresista que conservador, como la de los dirigentes de la isla de Fuerteventura.
Demasiadas familias, ahora sin poder, como para converger sin traumas con un PP que también está de capa caída tras la dimisión de su presidente regional, Asier Antona. Nombrado por esa misma directiva nacional de Teodoro García Egea, secretario nacional de Política Autonómica...