Fuentes de los nacionalistas canarios presentes en la reunión destacaron que tanto CC como el PP llegarán al próximo viernes, día en que vencerá el plazo de presentación de enmiendas, con un acuerdo en torno al texto. Ese acuerdo se podría rubricar mediante la presentación por separado de las mismas enmiendas o mediante la interposición de un cupo de enmiendas pactadas, de modo que los aspectos del nuevo Estatuto que los dos partidos no hayan podido limar se resolverán a medida que avance la tramitación del mismo, esto es en la ponencia o en el seno de la Comisión Constitucional.
Aunque las fuentes consultadas no quisieron adelantar en qué partes del proyecto de reforma estatutaria ha habido avances, sí reconocieron que el texto que salga finalmente “no quedará descafeinado” para ninguno de los dos partidos. CC, apuntaron las fuentes, se muestra convencida de que la redacción resultante de las negociaciones se ajustará a las pretensiones que defiende: la declaración de las aguas entre las islas como aguas canarias, la gestión o cogestión de puertos y aeropuertos o la asunción de competencias en el ámbito exterior, debido a la cercanía con África.
También son prioritarias cuestiones como el blindaje del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias o la tramitación en paralelo de una nueva Ley de Transferencias (Lotraca). Acerca de este último asunto, las fuentes indicaron que “se están buscando fórmulas” para que las transferencias a las islas queden recogidas en el Estatuto sin necesidad de una nueva ley.
Tanto el PP como CC, según las fuentes consultadas, coincidieron en subrayar la “cordialidad” de esta primera gran reunión de trabajo en torno al nuevo Estatuto, que duró más de cinco horas y tuvo lugar en las dependencias del Congreso de los Diputados.
“Cordialidad”
No obstante, no es la primera vez que se ven en Madrid representantes populares y nacionalistas, ya que las delegaciones de los dos partidos se entrevistaron la semana pasada. Fue sólo una reunión de tanteo, si bien, explicaron las fuentes de Coalición Canaria, sirvió para constatar lo que este martes fue una realidad.
“La voluntad de llegar a un acuerdo que hemos visto en el PP no la apreciamos antes en el PSOE”, afirmaron las fuentes de los nacionalistas canarios antes de puntualizar que los contactos con los socialistas pusieron de manifiesto que “no había un compromiso de consenso”. Pese a todo, y así consta en el documento genérico que PP y CC han suscrito para reforzar su propósito de acordar el nuevo Estatuto, la invitación al PSOE para que se sume a los trabajos es “seria”.
El portavoz de los populares en el Congreso, Eduardo Zaplana, lo remarcó en conferencia de prensa: “Ojalá se sume el PSOE al consenso”, apostilló. Las reuniones de trabajo entre PP y CC continuarán este miércoles en el Congreso desde primera hora.
“Nunca les importó la reforma”
Por otro lado, el candidato del Partido Socialista a la Presidencia de Canarias, Juan Fernando López Aguilar, aseguró que el acuerdo entre PP y CC para pactar no merece “ninguna credibilidad”, ya que a ambas formaciones “nunca les ha importado absolutamente nada” la reforma.
El dirigente socialista recalcó que si a CC le importase el nuevo Estatuto “no se estaría abrazando con el PP” y comentó que “lo único que explica” el “entendimiento” entre populares y nacionalistas es que a ambas formaciones “lo que realmente les importa” son los “sillones, prebendas, cargos públicos e intereses”. El ex ministro de Justicia insistió en que su partido ha sido el único que ha actuado de forma “coherente” en el desarrollo de la nueva norma y comentó que las enmiendas socialistas buscarán “la adecuación de la reforma a la Constitución de la forma más afinada posible y el consenso más activo posible con la mayor parte de los grupos”.
En este sentido, declaró que los cambios que propondrá su grupo en la Cámara Baja intentarán que “la reforma tenga sentido para los canarios”, ya que ésta es la “razón de ser” del proyecto estatutario. Además, denunció que el PP “desprecia” al Estatuto de Canarias y ha actuado con una “actitud hipócrita y falsaria” al decir “que el Estatuto estaba bloqueado por culpa del PSOE y ahora solicitar de la mano de CC la ampliación” del plazo de enmiendas.
Reiteró que CC demuestra que no le interesa “nada” el Estatuto al pactar “con quien ha sostenido las posiciones más antagónicas en materia de profundización del autogobierno y de reforma”. Además, criticó que Coalición Canaria haya solicitado una prórroga del periodo de enmiendas cuando anteriormente pedía tramitar con carácter urgente y en una “sola lectura” el proyecto estatutario, una actitud de un “ignorante” o un “insensato”, según López Aguilar.
“Ejercicio de hipocresía sin límites”
“Mentían ayer, mienten hoy y mentirán mañana”, prosiguió el dirigente socialista, quien calificó el acuerdo entre PP y CC en torno al Estatuto como un “ejercicio de hipocresía sin límites” y un “entusiasmo teatral que merece hilaridad”.
Agregó que no tiene “ninguna credibilidad” el acuerdo entre las dos formaciones que han mantenido posiciones “radicalmente antagónicas a lo largo del camino”. El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno canario dijo que la petición de los nacionalistas y los populares de que el PSOE se sume al acuerdo es una “invocación ridícula” y “vacía de contenido”.
También contrastó la actitud de su partido y la del PP, que ha llevado a cabo, a su juicio, un “ejercicio de incoherencia” en las reformas estatutarias y ha dado su visto bueno a más de 40 artículos del Estatuto andaluz “que reproducían literalmente” apartados del texto estatutario catalán impugnados por los populares ante el Tribunal Constitucional. “No se puede tomar en serio a quien se llena la boca de la Constitución sin habérsela leído”, apostilló el ex ministro de Justicia.
López Aguilar recordó el voto negativo del PP a la admisión a trámite del texto canario en el Congreso y calificó de “frivolidad imperdonable” la intervención en aquella sesión de la diputada popular María Mercedes Roldós, que calificó el texto de “nacionalsocialista”. Esta declaración, a juicio del dirigente socialista, supuso un “desprecio” a las víctimas del nazismo y al propio Estatuto.