La votación de Paulino Rivero como presidente de CC y de José Miguel Barragán como secretario general, así como todos los miembros de la ejecutiva, se ha realizado en secreto, una decisión que ha sido avalada por los 298 compromisarios contrarios al nuevo modelo de partido impuesto por el actual presidente del Ejecutivo.
Ricardo Melchior, en nombre del sector crítico, ha pedido la votación secreta de la elección de la nueva dirección regional para “garantizar plenamente la libre expresión de todos los compromisarios”. Es la primera vez que la presidencia de CC no se decide por los votos a mano alzada de los compromisarios.
Por su parte, Pedro Moreno, aduciendo “problemas de desplazamiento” de los compromisarios de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, ha exigido que el voto sea a mano alzada.