El diputado socialista en el Parlamento de Canarias, Santiago Pérez, argumentó este lunes durante una rueda de prensa que “en el silencio del [presidente del Gobierno de Canarias, Paulino] Rivero, hay un valor pedagógico que da la democracia: vuelve a corroborar que en Canarias se amaña todo” tanto en los de pequeña cuantía como en otros asuntos.
Así se manifestó el afiliado del PSOE que criticó que después de 20 días no haya dado una explicación sobre la conversación grabada con el alcalde de Arona en Tenerife en la que solicitaba que tuviera en cuenta a una sobrina suya a la hora de unas oposiciones a la Policía Local en dicho municipio.
“Paulino volvió a esconderse y no dio explicaciones sobre el caso conocido como 'sobrina' o 'tío Paulino' y se refirió a él como un asunto doméstico” --recordando las palabras del nacionalista al ser preguntado sobre este asunto al término de la reunión celebrada el pasado sábado en Lanzarote con el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero--.
En opinión del socialista en un caso de un plagio de un programa electoral en Canarias --“que no es delito”-- su partido ocupó las primeras páginas de los periódicos; sin embargo, en este asunto se ha producido “censura y ninguneo”. “Y decir que es un asunto doméstico, Rivero adoptó pose de 'hombre de estado' y dice que es de su domus, es decir de su casa”, achacando el término a un lapsus “con todas las interpretaciones, incluso, froidianas”.
Una escucha legal
Santiago Pérez ha aclarado, por otra parte, al representante popular, José Manuel Soria, que las escuchas a Rivero son legales, porque el juez tenía una autorización para investigar al alcalde de Arona por un asunto de corrupción y éste tenía el teléfono pinchado, cuando llamó Rivero, por lo que “es perfectamente legal”.
El socialista lamentó, ante los medios, que Rivero haya practicado “enchufismo con una situación en Canarias con más de 250.000 parados y que hay familias ilusionadas y trabajando para obtener una plaza por derecho; con capacidad y méritos propios y no por los mimbres del enchufismo”.