Opinar contra Radiotelevisión Canaria (RTVC) o contra su presidente, Santiago Negrín, lleva castigo aparejado. El jurista y politólogo Rafael Álvarez Gil criticó hace unos días los falsos directos en programas informativos de Televisión Canaria y la reacción ha sido expulsarlo de la tertulia de actualidad política en la que asiduamente participada en la radio pública de Canarias.
Rafael Álvarez, reconocido tertuliano, doctor en Derecho y politólogo, con experiencia política relacionada con el PSOE, no cobraba por su participación una o dos veces por semana en el programa Buenos días, Canarias, que se emite cada mañana, de lunes a viernes, bajo la dirección y presentación del veterano periodista José Luis Díaz en Canarias Radio.
En un artículo publicado el lunes en Canarias7, Rafael Álvarez vertió severas críticas contra la extendida práctica de falsos directos en la Televisión Canaria porque, a su juicio, “degradan la rigurosidad, abonan la posverdad y atentan contra el periodismo”. Se refería el columnista a piezas televisivas grabadas que se presentan en los informativos de la autonómica con el rótulo de “directo”. En su artículo, Álvarez Gil también se refirió al presidente de RTVC, Santiago Negrín, al que acusó de “ir por libre” y despreciar al Consejo Rector del ente público que preside. Algo por otra parte tan extendido, que es la opinión generalizada entre los grupos políticos del Parlamento de Canarias, que ejerce el control político de RTVC.
La reacción de Negrín y de su equipo directivo fue fulminante. Si el artículo se publicaba el lunes en Canarias7, automáticamente quedaban suspendidas sus participaciones en la radio mediante una restructuración del equipo de tertulianos, que incluyó el fichaje de un sustituto. Pero nadie de la emisora se puso en contacto con él para informarlo, según ha sabido este periódico. Solo la insistencia del purgado obtuvo respuesta el miércoles a última hora de la mañana en una conversación telefónica con el director de la radio, Miguel Guedes.
Guedes se ha limitado a informar a este periódico que la decisión proviene de la presidencia de la Radiotelevisión Canaria, es decir, del también periodista Santiago Negrín, y que por lo tanto le es completamente ajena.