Pedro Anatael Meneses, ex presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y profesor de la ULL, reflexionó sobre las afirmaciones de Carlos Alonso (CC) sobre la necesidad de mejorar las conexiones de la isla y asegura que si el puerto de Santa Cruz y los aeropuertos de la isla no están incluidos en la Red Transeuropea de Transportes es “por la nefasta gestión de los dirigentes políticos de Tenerife”. Meneses, además, advierte que “es una situación que se deriva del hecho de que nuestros gobernantes tomaron hace mucho tiempo la decisión de hacer el puerto de Granadilla, poniendo toda la carne en el asador para conseguirlo, abandonando a su suerte al puerto capitalino”.
El profesor cree que se trata de una decisión ya tomada y adoptada desde la UE, pero con el consentimiento de las autoridades españolas. Por ello, apunta que “ahora se trata de desviar la atención con el tema del pleito entre las dos capitales del archipiélago, con el objetivo de disfrazar de mártires a quienes han sido los únicos culpables de que Tenerife se haya quedado fuera de dicha Red”. Además, recuerda que “para justificar la construcción del puerto de Granadilla en el año 2000 garantizaron a las autoridades europeas que el muelle capitalino estaba colapsado, luego aseguraron que no había posibilidad de ampliarlo, dejando a esa infraestructura en el más absoluto de los abandonos porque prácticamente era una porquería”.
“La pregunta que habría que hacerse es por qué no ha entrado el puerto de Santa Cruz en esa importante red europea de transportes, entre otras cosas porque no cumple con las normas de la UE, las cuales imponen un mínimo de tráfico en relación con las mercancías, igualmente en cuanto a pasajeros y una población concreta en donde se encuentra ubicado ese puerto” asegura en el programa La Trapera, de Radio San Borondón.
El ex presidente de Puertos de Tenerife señala que la Red Transeuropea de Transportes es una herramienta de transportes dentro de la UE, en la que se incluyen el marítimo, el aéreo y el terrestre, que nace en el famoso Libro Banco de la UE de 2000 en donde se define este enmallado. Posteriormente en 2006 se empiezan a definir claramente dentro de esa red de transportes todo lo que rodea a cada uno de los sectores. Para el caso del marítimo, se fija de forma clara las condiciones para configurar esa red, estableciendo infraestructuras prioritarias para las que habrán aportaciones económicas muy importantes de aproximadamente unos 50 millones de euros, al tiempo que se establece una red general a la que se empezarán a aplicar recursos a partir de 2020.
Explica que el próximo 28 de septiembre se decidirá en Bruselas cuáles son las infraestructuras prioritarias. Para ello, existen peticiones formuladas por los diferentes gobiernos de los estados miembros, contando el caso de España con la participación de las comunidades autónomas, las cuales han tenido participación en un documento consensuado para decidir que infraestructuras portuarias y aeroportuarias entrarían dentro de esa red.