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ENTREVISTA | Juan Fernando López Aguilar

“Quiero que el PSOE sea la primera fuerza y de una vez lidere una alternativa progresista que ponga a ATI en la oposición”

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

El eurodiputado Juan Fernando López Aguilar tiene claro el mensaje que quiere trasladar a la militancia en su carrera por volver a ostentar la Secretaría General del Partido Socialista (PSOE) en Canarias, en un momento en que la pugna entre susanistas y sanchistas aún reverbera en el Archipiélago.

Unidad y rechazo a las etiquetas son los mensajes que más repite en una entrevista con Canarias Ahora, en la que habla de un objetivo claro: conseguir obtener el respaldo mayoritario de los canarios en las próximas elecciones autonómicas para “poner a ATI en la oposición”.

Para López Aguilar, la vieja Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI) gobierna Canarias sin ganar las elecciones, haciéndose pasar por el accionista mayoritario de Coalición Canaria (Coalición Canaria). Representa, a su juicio, un “insularismo recalcitrante conservador y profundamente de derechas”. “Ya está bien de que el PSOE tenga connivencia con eso”, manifiesta.

En su opinión, “ATI ha acabado de nuevo, cuando le ha convenido, arrumbando a los socialistas, descarrilándolos e intentando deshonrar su contribución a la gobernabilidad de Canarias. No lo quiero consentir”.

En su búsqueda de avales, asegura que “sudará la camiseta” para conseguir el respaldo de la militancia. “Doy un paso después de haber conversado con muchos compañeros, pero sin una plataforma de apoyo de dirigentes, a los que respeto y para los que no pido ninguna confrontación por parte de las bases”, afirma.

El PSOE ya tiene secretario general, ¿qué piensa de que haya salido elegido Pedro Sánchez, cuando usted prefería a Susana Díaz?

Es un resultado no solo clarificador, sino contundente. Una vez que se ha producido el veredicto del cuerpo electoral de todos los socialistas de España, solo cabe no ya acatarlo, sino hacerlo propio y ayudar al secretario general a acertar, a hacerlo mejor y a reunir a todo el PSOE. Ya no hay lugar para fragmentos, segmentos, ni ninguna facción que se denomine con la etiqueta de ninguno de los contendientes en esta competición. Solo cabe la reunión de todos los socialistas.

Dicho esto, reitero lo que he afirmado durante todo este proceso. Cuando hay una situación dilemática entre un PSOE en el mal estado en el que ahora se encuentra, no solamente optar es un derecho, sino un deber legítimo de cada compañero. No concibo un PSOE sin Susana Díaz, que es la presidenta de la comunidad autónoma más poblada de España y de la federación más numerosa. No concibo un PSOE sin Patxi López, que ha sido una figura en el socialismo vasco que contribuyó a la derrota de ETA y no lo concibo sin Pedro Sánchez, que ha sido el secretario general y, además, el ganador de esta elección competitiva. Por lo tanto, ahora todos a ayudar al secretario general que nos hemos dado y esto significa una reunión de todos los socialistas, nadie sobra.

¿Qué le parecería que Sánchez no contara en su nueva Ejecutiva con ninguno de sus contrincantes en las primarias?

Será su decisión. En ese Congreso Federal habrá que reunir a todo el partido y arrimar el hombro, intentando acertar y hacerlo mejor de lo que hemos hecho. Cabe esperar del secretario general que aprenda de sus propias experiencias, que acierte en la reunión de todos los socialistas y de todos los que acertemos ayudarle a reagruparnos a todos, sin excepción. El deber del secretario general es el de valerse de lo mejor del partido y recapitalizarlo humanamente. Hemos perdido muchos militantes, mucha gente ha cambiado de domicilio electoral, se ha retirado a su cuartel de invierno, rompió el carnet del PSOE. Ahora nos hacen falta todos los socialistas, independientemente de lo que hayan votado y nos hace falta ser más socialistas. Tenemos que ganarnos la confianza y para eso es imprescindible que la sociedad vea en nosotros coherencia entre los valores que profesamos y nuestras prácticas, para empezar con nosotros mismos.

El primer valor, el de la solidaridad y la fraternidad. Practiquémosla dentro. No más facciones, no más segmentos, no más desunión. Es lo que me exijo a mi mismo. Es lo que he practicado toda mi vida y es lo que ayudaré al secretario general que nos hemos dado, para que nos reúna a todos los socialistas con todo el peso de dentro.

¿Cree usted que la abstención a Mariano Rajoy fue el causante de esa pérdida militantes y que, por lo tanto, hay que romper esa dinámica con una moción de censura o con un intento de forzar un adelanto electoral?

Voté que no, una y otra vez, a la abstención, respetando a compañeros muy queridos que la defendieron dentro y fuera del Comité Federal, y urgí a una narrativa distinta. Si íbamos a terceras elecciones teníamos que decir todos los socialistas que no era culpa del PSOE, aunque toda la batería mediática que sirve al PP lo dijera. No era culpa del PSOE, lo decía la Constitución y habría que afrontarla con cara alta, por coherencia con nuestros principios. Pero nunca califiqué de desleal y mucho menos de traidor a ningún socialista que lo sostuviese con argumentos - intentando evitar un mal mayor fácilmente perceptible - en la medida en que se nos decía que las encuestas continuarían declinando si íbamos a unas terceras elecciones de continuo.

Fue una decisión democráticamente aceptada por el Comité Federal, esas son las reglas que nos damos. Y a partir de ahí, es claro que una mayoría de militantes no solo no lo ha entendido, sino que lo ha rechazado. Yo advertí de que tendría consecuencias, pero ahora de lo que se trata es que una vez más todos los socialistas seamos capaces de reunirnos, no de pasar factura a quienes razonaron de una determinada manera. Eso no es socialista.

¿Ese error de la abstención tiene solución ante unas elecciones de 2020, hay algún mecanismo que crea que tiene que activarse?

Hay que recordar de nuevo que si Rajoy gobierna no es porque haya socialistas que no hayan preferido a un presidente socialista. Si gobierna, es porque lamentablemente en el momento en que teníamos delante al PP más corrupto y desprestigiado, derrumbándose en votos y escaños, no fuimos capaces de derrotarlo. Tenemos mucho trabajo que hacer y tenemos que hacerlo todos los socialistas. Convoco a todos a ponernos a la faena cuanto antes, yo el primero, estoy dispuesto y deseándolo. Aportar ideas para que nuestro proyecto de sea más convincente que el del PP, nuestra idea de España más movilizadora y nuestra comprensión de ella más realista y auténtica.

Y sobretodo, nuestra idea de proyecto equitativo con Justicia. Con reparación de la dignidad del trabajo que ha sido triturada por los gobiernos del PP, europeísta e internacionalista, dialogante con los que se digan nacionalistas, pero sin concesiones al separatismo unilateral que amenaza en Cataluña. Estoy dispuesto a hacer ese trabajo cuanto antes con todo el PSOE

¿Cree que la iniciativa del equipo de Sánchez de admitir que la abstención a Rajoy fue un error es una solución o incide más en la ruptura del parido?

Parece claro para cualquier lector inteligente que la militancia del partido, de forma mayoritaria, no solamente no ha entendido la abstención, sino que ha manifestado su rechazo, porque fue bastante dirimente en esta campaña. Por lo tanto, conviene sintonizar con el estado de ánimo del partido, reconocer que aún mandan los militantes. Somos hombres y mujeres iguales que opinamos libremente, que tenemos derecho a debatir, discutir y tomar decisiones y, en su caso, a rectificarlas. Creo que todos los socialistas debemos reunirnos en torno a una estrategia de oposición que derrote al PP la próxima vez. No se tratará, por tanto, de adoptar la decisión menos mala, la que haga menos daño al PSOE. El conjunto del partido tiene derecho a debatir en el Congreso de qué manera explicamos una nueva posición política que nos comprometa a ser la primera fuerza de la oposición, con vocación de ser la primera fuerza de España.

La militancia le ha dado una buena bofetada a los barones del PSOE.

No quiero leer ninguna conversación entre socialistas, ni ninguna votación entre socialistas, como una confrontación entre la militancia y sus representantes y responsables, que también tienen la obligación de ser dirigentes. Y no debe existir contradicción entre dirigentes democráticamente legitimados.

Pero existe.

En el caso de que se produzca una votación democrática, que le diga con claridad a los dirigentes por dónde tienen que conducirse, no cabe otra directriz que sintonizar con el deseo de la militancia. Al mismo tiempo, la responsabilidad política consiste en señalar horizontes a la militancia. No simplemente en consultar cada decisión, sino en ser capaz de prefigurar cuál es la mejor y de orientar el rumbo. Es una obligación de los dirigentes y los que vean cuestionada su responsabilidad también tienen mecanismos democráticos para depurtarla.

También se pueden ir del partido.se pueden ir del partido

No es necesario, yo creo que nadie sobra en el partido. Por el contrario, ha perdido militancia, capital humano y su priopridad, entre otras, debería ser volver a crecer. Ser más militantes de los que somos ahora y parecernos más a lo que decimos ser: hombres y mujeres que cuando disienten, se respetan y aceptan los unos a los otros sin descalificaciones. Nadie queda encapsulado en ninguna votación. No hubo setor chaconista después de la victoria de Rubalcaba, y yo apoyé a Chacón. No he sido zapaterista, ni juanfernandista en el PSC y no creo que haber apoyado a Susana haga a nadie susanista en la etapa en la que nos hemos dado un líder que se llama Pedro Sánchez.

Usted se postuló por Susana Díaz una semana antes de las primarias, teniendo en cuenta que ya había dicho que se iba a optar a la secretaría general de Canarias. ¿Cree que eso le ha podido influir negativamente?

No me postulé por Susana Díaz, me postulo al liderazgo de Partido Socialista Canario por cuenta propia, con cargo a mis convicciones, mis valores, mis principios, mi discurso y mi propuesta de proyecto. Humildemente, pero con toda la energía y carga de convicción. No acepto etiquetas ni las quiero.

Pero usted mostró su apoyo a Susana Díaz.

Acabo de decir que aprecio a Susana Díaz, que no concibo que el partido prescinda de la presidenta de la Junta de Andalucía. No creo que el partido deba prescindir de ella, ni de los buenos socialistas que la han apoyado, gente de izquierdas de los pies a la cabeza.

¿Y eso le puede afectar a usted de cara al proceso en el Archipiélago?

Lo digo con toda claridad: no acepto susanistas ni cuota susanista en el PSOE. No tiene ningún sentido y quiero creer lo que ella misma ha dicho, que no hay ningún sector, ni susanismo en el PSOE que esté en minoría después de las primarias. Ha habido una competición legítima entre compañeros, que ojalá seamos capaces ahora de aglutinar desde el respeto.

Somos todos socialistas, así lo veo y así lo defenderé hasta el último aliento. Así quiero al PSOE y así he liderado al partido, cuando he tenido oportunidad de hacerlo, en la dirección federal con Zapatero y como secretario general en las islas. Así quiero hacerlo en el futuro si los compañeros me dan la confianza para volver a liderar el Partido Socialista Canario. Ese ha sido mi signo siempre, respetar a mis compañeros cuando opinan libremente, no retirarle el saludo a nadie en función de lo que opine, ni el respeto, ni la consideración de compañero, aunque vote lo contrario a lo que yo voto. No acepto ninguna etiqueta por la cual quién ha votado a Susana se postula por ella y quien ha votado por Pedro se postula por él, porque eso significaría sentar una lógica de franquicias en el PSOE y de vicarios de alguna fuerza superior que no tiene que ver con las propuestas de Canarias, con sus problemas y las opciones de liderar el partido en las islas. A mi juicio, de eso es de lo que se trata el próximo Congreso regional.

Pedro Sánchez se inclinó por un discurso de izquierdas que casualmente coincide con el que usted llevó a cabo en 2007 y le condujo a unos buenos resultados en Canarias, aunque posteriormente le causó graves problemas orgánicos en el partido. ¿Cree que ese discurso de izquierdas, que paradójicamente sintoniza más con Pedro Sánchez que con Susana Díaz, va a ser el que le pueda aupar a la secretaría general del PSOE de Canarias?

Yo me considero una persona radicalmente de izquierdas, con los pies en la tierra y tengo amigos íntegramente de izquierdas, de los pies a la cabeza, entre quienes han apoyado a Pedro Sánchez, a Patxi López y a Susana Díaz. Creo que la vocación del Partido Socialista debe ser la de realizarse a través del liderazgo social, lo que significa tener una mayoría para gobernar con cargo a recursos propios, a propuestas propias, a políticas definidas con autonomía. Quiero una capacidad expansiva de nuestros valores de izquierda sobre personas que no se preguntan, ni se interrogan o interpelan, sobre sus valores o posiciones en el espectro ideológico, como lo hago yo. En esto consiste tener vocación de Gobierno. No acepto las etiquetas fáciles, no creo que haya socialistas buenos ni malos. Está fuera de la cuestión, por tanto, que ahora nadie esté en algún segmento etiquetado como minoritario dentro del Partido Socilista, ni menos que eso tenga connotaciones ideológicas.

Más que ideología, hablo de discurso.

A todos corresponde volver a restaurar conjuntamente nuestra identidad. Somos un partido de izquierda, nos importa muchísimo más la igualdad y lo que tenemos en común con el prójimo que nuestras diferencias con él. La izquierda no se mira al ombligo para ver qué me diferencia de ti, sino que cree en la humanidad y la igualdad, en la esencial dignidad de todas las personas. Somos progresistas, porque nos gustan los cambios y liderarlos, no le metemos miedo a la gente, ni explotamos políticamente el pánico. Somos europeistas e internacionalistas, lo que quiere decir que no somos nacionalistas. Además, tenemos propuestas que convencen a una mayoría que no se interpela sobre estas cosas. Tenemos que conseguir el voto de muchísima gente que no se considera de izquierdas, pero que está convencida de que le vamos a mejorar la vida, porque hemos creado un proyecto político movilizador. Yo quiero ser parte de eso.

Con qué apoyos cuenta para presentarse a la secretaría en Canarias, ¿con el de la militancia?

Lo voy a buscar, ya no hay otra forma de ganar espacio ni liderazgo en el partido socialista. Todos los afiliados por igual tienen la palabra y ninguno me importa menos que ningún dirigente, pero a estos últimos ni les pierdo el respeto, ni los denosto para ganarme la simpatía de los que no lo sean. Todos los partidos necesitan afiliados que sepan ejercer de militantes de base y yo lo fui, 15 años en Andalucía, desarrollando mi carrera académica y creyendo en el proyecto político del Partido Socialista.

Quiero formar equipos y hacer lo que hay que hacer. En primer lugar, el filtro de los avales, que no es sencillo. Habrá que hacer ese trabajo sudando la camiseta y buscando colaboraciones. Yo les ofrezco energía y en correspondencia un proyecto claro: que el PSOE no renuncia a su determinación de ser la primera fuerza, no ya de la izquierda, sino de Canarias. Y liderar desde la izquierda una alternativa progresista que, de una vez, ponga en la oposición a ATI. Eso es un proyecto muy claro que me ha animado siempre.

¿Quiere decir a Coalición Canaria (CC)?

ATI gobierna Canarias haciéndose pasar por el accionista mayoritario de Coalición, pero es ATI y siempre ATI. Y hace demasiado tiempo que ATI gobierna el insularismo recalcitrante conservador y profundamente de derechas de una isla que no representa a toda Canarias. Ni a esa isla tampoco. Gobierna Canarias y la preside sin ganar las elecciones. Ya está bien de que el PSOE tenga connivencia con eso. Todos los episodios políticos se miden por resultados. ¿El Partido Socialista ha gobernado alguna vez con ATI? Sí. ¿Y cuáles han sido los resultados? A la vista están. ATI ha acabado de nuevo, cuando le ha convenido, arrumbando a los socialistas, descarrilándolos e intentando deshonrar su contribución a la gobernabilidad de Canarias. No lo quiero consentir.

Del mismo modo que creo que el veredicto democrático de la militancia ni descalifica, ni deshonra a ningún dirigente del pasado del PSOE, del que tenemos que sentirnos orgullosos, la hoja de servicios de los compañeros que han estado en el Gobierno de Canarias reclama ahora - por esa dignidad y esa honestidad - que nos reunamos todos para poner a ATI en la oposición y liderar una alternativa de izquierdas progresista para el Archipiélago.

¿Con qué apoyos cuenta entre los cargos del partido?

Conozco al PSOE y creo que el partido me conoce. Cuando me muevo por todas las islas veo a muchos compañeros que esperan de mi que dé un paso y creo que es estimulante hacerlo, salir al encuentro de esa esperanza cuando el partido está en mal estado, porque lo está. El PSOE ha declinado en votos y escaños en los últimos años en todas partes, también en Canarias. El partido Socialista está dividido en todas partes, también en Canarias. Está particularmente ayuno de liderazgo sólido, porque ha habido una situación de transición que está objetivada y asumida por sus protagonistas. Esto ha hecho que haya un vacío de referencias en asuntos principales.

La gente ha perdido de vista cuál es nuestra posición en la reforma estatutaria; cuál es nuestra posición clara en la reforma electoral; en materia del espacio territorial y marítimo de Canarias; cuál es nuestra posición en la reforma del Régimen Económico y Fiscal. Además de apoyar la que ha decretado el Gobierno del PP, cuál es el capítulo canario de la fiscalidad; cuál es nuestra posición respecto al impuesto de sucesiones; de las figuras impositivas que corresponden a la Hacienda canaria; cómo combatimos desde Canarias la pobreza y la exclusión; cómo aseguramos oportunidades a la gente joven para que no se vaya; cómo les damos un futuro mejor. Cómo les inyectamos optimismo; cómo les hacemos creer en nuestra tierra; en su futuro. Esa es una misión que tiene que cumplir el PSOE y esto se ha desdibujado en los últimos tiempos. Creo que no descubro nada, lo sabe todo el mundo. La gente ha perdido de vista bastante al PSOE y la prueba está en que hay división y desconcierto, incluso, entre socialistas.

El PSOE ha dejado de opinar públicamente sobre asuntos principales y yo quiero contribuir a llenar esa situación con ayuda de todos. Insisto en que doy un paso después de haber conversado con muchos compañeros, pero sin una plataforma de apoyo de dirigentes, a los que respeto y para los que no pido ninguna confrontación por parte de las bases. Lo que quiero es que, de nuevo, seamos capaces de ponernos todos de acuerdo con un buen proyecto político de Canarias y aportar en un momento en que es necesario, porque estamos sensiblemente peor de lo que hemos estado en el pasado.

Tanto en el Gobierno de Canarias, como en La Laguna podría haber un Gobierno alternativo y no lo hay.

Lo urjo. Prácticamente desde que una moción de censura descabalgó a Pepe Segura, hace la friolera de casi 30 años, en la Alcaldía de La Laguna no ha vuelto a haber un gobernante progresista. Ahora hay una mayoría progresista en el municipio tinerfeño. Dado que se ha realizado electoralmente, debería realizarse políticamente y es triste que no sea posible, porque hay disidencias, discrepancias y desentendimientos dentro del grupo municipal socialista. Si esa condición se superase, ya habría un gobierno progresista en La Laguna. Ojalá. Encuentro triste que hayamos pedido el voto de los progresistas de La Laguna y ese gobierno no sea posible, porque quienes fueron en esa plancha municipal no se entienden.

No creo que sea un argumento digerible. No le puedes decir a la gente a la que le has pedido la confianza que es muy difícil y que se llevan mal. Ya va siendo hora de que todos hagamos un esfuerzo de grandeza y eso hay que hacerlo desde el liderazgo. Del líder no espero magnanimidad ni generosidad, aunque hay quien la invoca ahora, esperándola de Pedro Sánchez. Exijo y espero de Pedro Sánchez grandeza. Todo el partido a las espaldas, sin distinguir quién votó a quién. Igual en La Laguna. Si hay aritmética para una moción de censura, tenemos la obligación moral y política de formularla y realizarla.

Compañeros suyos de partido sí visualizan una traslación de los resultados nacionales a Canarias. Si la posible candidatura de Patricia Hernández refleja la parte tradicional del partido o susanista y la de Ángel Víctor Torres la alternativa o sanchista, ¿qué representa usted?

Todos mis compañeros tienen mi afecto y respeto. Todos son parte del partido socialista y a todos les tiendo la mano y con ellos quiero conversar. Desde luego, si soy elegido secretario general de nuevo, contaría con todos, como lo hice la primera vez. Y hasta entonces me reprocharon haber integrado a personas que supuestamente no eran afectas. En eso consiste el liderazgo. No creo que consista en expedientar a quien se levanta del Comité Federal y opina lo contrario a lo tuyo. Sin embargo, hemos visto a díscolos expedientados y hasta expulsados del partido. Yo nunca lo hice, no le falté el respeto a ningún compañero. Eso lo ofrezco de nuevo. Patricia Hernández es capital del partido, no la etiqueto por lo que haya votado. Héctor Gómez, Gustavo Matos, Ángel Víctor, son personas del partido, merecen mi respeto y si dan el paso conversaré con ellos y buscaré la confianza mayoritaria de la militancia.

Aporto un proyecto claro, contenidos, no fío el liderazgo del partido a ninguna franquicia ni confío la misma a ninguna reivindicación de una cuota de etiqueta. No patrimonializo en Canarias el éxito de un secretario general en España y confío en los militantes canarios para tomar una decisión con respecto al rumbo del partido en las islas. Lo que he echado de menos en estos tiempos han sido contenidos. A mí me ha movido singularmente a dar el paso el comprobar que las cábalas y conjeturas están más fundadas en los alineamientos de los segmentos y supuestas facciones del PSOE - sus familias o clanes - que en los contenidos. Yo quiero hablar de propuestas, políticas y asuntos. No me interesa saber si una aritmética que sume la agrupación más numerosa de una de las dos islas capitalinas y una isla estratégica resuelve el congreso. Creo que los militantes tienen la palabra y exigen ahora ser convencidos con un discurso, que ofrezco.

A pesar de salvar a todos esos compañeros, en una respuesta anterior dijo que el PSOE en Canarias se ha entregado a ATI y le ha permitido hacer lo que hace, cuando en la presidencia del Grupo Parlamentario Socialista está Patricia Hernández.

Esa es una percepción muy difundida que nos ha hecho daño y tenemos que salir del paso todos, también Patricia, como presidenta del Grupo Parlamentario Socialista. Insisto en que yo no objeto un pacto y cuando se decide democráticamente en el órgano que corresponde, acato las decisiones. Pero los resultados hay que contrastarlos y ver si son satisfactorios o no y a la vista está que no lo han sido. El PSOE no ha conseguido capitalizar su posición en el Gobierno. Su participación fue una vez más minoritaria de socio in junior, frente a quien no ganó las elecciones. Eso no debe volver a pasar.

No pasó conmigo ni lo acepté, precisamente, porque cuando fui candidato con ayuda de todos los compañeros tuvimos los mejores resultados y la mayor cuota de apoyo de toda la historia del PSOE en Canarias. No era aceptable que el PSOE, con tal de participar de una fórmula de Gobierno aceptase ser socio junior de CC con tal de entrar. No lo hice y pagué el precio íntegramente. No solamente me hicieron la vida imposible con gran desgarro personal, sino que además Coalición Canaria y Partido Popular impidieron que yo pudiera honrar el mandato de las urnas y gobernar Canarias. Quiero que el PSOE sea primera fuerza y de una vez lidere una alternativa progresista que ponga a ATI en la oposición.

¿En un hipotético caso de obtener la secretaría general se presentaría como candidato al Gobierno de Canarias y abandonaría la política europea?

Estamos en un escenario en el que las reglas de la políticas están siendo redefinidas y desde luego también en el Partido Socialista. Los militantes tienen la palabra en cada ocasión. Ahora habrá una competición abierta y espero que fraternal y honrada entre compañeros para ganar el liderazgo en Canarias. Solo después, dentro de dos años, la habrá para la candidatura al Gobierno del Archipiélago. Yo siempre he estado disponible para mis compañeros y vaya si estuve. Me dejé la piel por las siete islas en una campaña extenuante.

La experiencia en la competición por el Gobierno de Canarias creo que arrojó algunas elecciones claras. Por un lado, es obvio que hubo socialistas que querían entrar en el Gobierno a cualquier precio y yo no quería. Y no me dejé doblar el brazo. A partir de ahí se estableció una discusión sobre qué es lo que había que hacer. Hubo muchos que apostaron por dejar de hacer una oposición dura para facilitar una entrada en el Gobierno en una posición de debilidad, que se ha contrastado fatídica para el PSOE. Cuando entras en una posición débil con ATI acabas siendo descarrilado, minimizado o ignorado, acaban abusando de la buena fe de los socialistas en su contribución a la gobernabilidad de Canarias.

¿Entonces va a olvidar el Parlamento Europeo y se va a centrar en Canarias?

Esa esa es otra cuestión. Cada paso por su orden, pero no porque lo diga yo, sino porque ahora lo dicen los militantes. Ahora estamos en un horizonte que conducirá a un Congreso regional que decidirá democráticamente el liderazgo y dentro de dos años, en 2019, habrá que decidir de nuevo en primarias abiertas la candidatura a la presidencia del Gobierno. Es un debate que tengo que respetar, no lo voy a anticipar.

Dicho esto, añado que el Parlamento Europeo (PE) es una representación que me han dado millones de españoles junto con mis compañeros. Es un trabajo de un enorme contenido e intensidad, muy absorbente y lo desempeño en plenitud. Estoy en tres comisiones en las que me desempeño fuertemente. Llevo expedientes legislativos, intervengo en todos los plenos, escribo con frecuencia en las revistas especializadas y comento la actualidad del Parlamento Europeo de manera regular en prensa. Creo que cumplo toda la agenda del Parlamento Europeo, porque es lo que se espera de mi y mientras tenga ese mandato lo ejerceré con plenitud.

En el PE son muy numerosos los responsables orgánicos regionales y nacionales. No solo es una factoría, sino que es una verdadera escuela de liderazgo y son muchos los candidatos a primeros ministros que salen de allí. Es una posición perfectamente entendible, porque el Parlamento Europeo tiene su intensidad, pero no te desconecta ni te aleja. Quien alguna vez argumentó que el PE te mantiene lejos de tus compañeros, creo que se ha sometido a la prueba de la experiencia. En estos años que he estado en el Parlamento Europeo no he estado más lejos de mis compañeros y compañeras canarios, que muchos que nunca salen de las islas.