El presidente de las cajas de ahorros alerta que la alta masa de funcionarios y la falta de competitividad alargará la crisis en España
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 13 (EUROPA PRESS)
El presidente de Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, ha planteado hoy que las entidades bancarias escriban su propio “testamento vital” donde manifiesten anticipadamente la fórmula de liquidación de cada banco o caja en caso de que se produzca un proceso de quiebra, sancionando a los que más tiempo tarden en liquidar o sea más difícil.
Quintás aseguró que “un banco demasiado grande para quebrar es un banco que no debería existir” y planteó el “testamento” vital como una de las tres posibles líneas a seguir para evitar procesos con alto coste para los erarios públicos. “Porque el costo es tan feroz que hay que evitar el gasto para el contribuyente”, aseguró en una conferencia titulada 'Perspectivas financieras en el contexto económico actual' organizada por CajaCanarias.
En dicho testamento hay que decir “qué hay que hacer para desmontarlos. Con esto se obliga a que se detalle el procedimiento de liquidación del banco; cuanto más días lleve, más penalizaciones llevará”. “Con esta medida se simplificarán las infraestructuras bancarias”, explicó.
El presidente de las cajas de ahorros aseguró que para evitar este elevado coste también existe la posibilidad de “dividir a los bancos” para que sea más fácil “protegerlos” o que todos “paguen un impuesto” que permita sufragar la inversión necesaria para no dejar caer a un gigante bancario porque los bancos pueden ser multinacionales “hasta que quiebran”. “Entonces son nacionales”.
El también catedrático de Teoría Económica aseguró que lejos de las teorías tradicionales que veían la crisis como un sistema sobre el que 'recaía' un agente externo que motivaba la desestabilización del mercado --“los gastos ya constatado es como si el mundo hubiera perdido un año de su vida”-- se pueden predecir o actuar de tal manera que “si soy hábil puedo extirpar la crisis”.
Admitió que no hay una solución definitiva pero se puede llegar “a la regulación macroprudecial”, es decir, “en vez de inspeccionar si el banco está o no en quiebra, se inspecciona la situación en la que está”. Se trata de adaptar las normas del capital “a la fase económica en la que se está”.
Quintás, no obstante, se mostró escéptico, ante la posibilidad de que los bancos pudieran llevar una reforma de raíz que evite, por ejemplo, que en el consejo del administración de bancos y cajas no haya un sólo financiero, pero “sí un astronauta”. Recordó que en los bancos mandan los accionistas que presionan al consejo de administración y este marca las pautas de los directivos, pero que “el sistema ha sido estrangulado por la dirección que pone en el consejo a amigos y conocidos”.
Defendió así que los cambios que se hagan para que lo que ha sucedido con las entidades financieras van a ser de sólo “de cara a la galería”. Sin embargo, “en los temas más fundamentales son los intereses de la clase privilegiada y con un lobby tan poderoso que nutrirá a gobiernos... En definitiva, cambiará todo para que al final no cambie nada”, enfatizó el miembro de la Comisión Rectora del fondo de Reestructuración Bancanaria (FROB).
EL CASO DE ESPAÑA
Juan Ramón Quintás que calificó de sistema “pueblerino” la gestión financiera en España, valoró que esta fórmula sirvió “en la primera oleada de la crisis”, para no incurrir en ninguno de los errores de los países exteriories. “Tenemos un modelo regulador que evitó que hiciéramos estos excesos y ante las presiones, sin embargo, el Banco de España se mantuvo firme y de ahí que banca española no haya sufrido la primera bomba de la crisis, porque aquí no hubo activos tóxicos”, explicó a la audiencia.
El presidente de la CECA señaló que los daños sufridos eran “efectos colaterales de la crisis mundial” que cerró sus mercados internacionales y de ahí que el Gobierno de España tuviera que tomar medidas. No obstante, indicó que el dinero prestado a los bancos y cajas tenía que ser devuelto al Gobierno y esto ha supuesto en intereses un pago a las arcas de 1.200 millones de beneficio para el Tesoro Público.
En su opinión, España ha sabido salir de la crisis financiera: “No hay problemas de liquidez, pero se ha perdido la alegría antigua”. Es más, si el país lograra el próximo año junto con Europa recuperarse económicamente, “nuestro sistema habría atravesado la crisis sin despeinarse y con sólo un fleco, la Caja de Castilla La Mancha”.
Pero para Quintás, el problema viene ahora pues la economía nacional ha perdido “competitividad”. “Estamos entre las 10 primeras potencias del mundo, pero ocupamos el lugar 34 en competitividad” lo que puede llevar a que no se resuelva la crisis en años.
“La construcción era importante en España y ha colapsado y entonces ese hueco tiene que ser cubierto con otros sectores. Se ha de ser más competitivo con lo que se produce aquí que lo que se produce fuera”, aseveró el economista que advirtió que la sociedad española “se ha rendido” y no asume su capacidad para organizar y reclamar a los políticos las tareas que se han de hacer.
“¿Qué podemos pensar de un país que la masa salarial de funcionarios ha crecido en un 60 por ciento o de un país que entre 150 países para poner una empresa ocupa el lugar 103 en el ranking por burocracia, por detrás, incluso de unos países de África?”, se preguntó el presidente de la CECA que aseguró que España saldrá de la crisis porque se encuentra dentro de un sistema fuerte como es el Europeo, pero “podremos salir con brillantez o bien a coscorrones y humillados” dependiendo de si la sociedad es capaz de salir de un sistema “apolillado” que exige “costos y sacrificios”.