“Hemos tenido un magnífico ministro de Turismo: José Manuel Soria”. Con estas palabras el candidato del Partido Popular a las elecciones del 26 de junio, Mariano Rajoy, recordó en Gran Canaria, en su tierra natal, al ex ministro de Industria, Energía y Turismo, quien tuvo que dimitir al verse implicado en los papeles de Panamá.
“En el año 2014 Canarias recibió el mayor número de turistas de su historia, al año siguiente volvió a batir los récords y en el 2016, a la altura que estamos, por tercer periodo consecutivo volverá a superar sus registros”, afirmó Rajoy para atribuir a la labor del ex ministro estos datos en la terraza del restaurante Churchill, en Las Palmas de Gran Canaria.
El acto, programado para las seis y media de la tarde, comenzó a recibir gente desde las cinco, con unas doscientas sillas habilitadas para escuchar y ver al que continúa siendo el presidente del Gobierno en funciones.
Los más previsores, personas que superaban con creces los cincuenta años de edad, esperaban con paciencia en los asientos que más cerca estaban del atril donde el candidato daría su discurso, con las banderas y los carteles de “Rajoy presidente”. Poco a poco la terraza se iría llenando con gente de todas las edades hasta que llegó el momento más esperado por todos.
Con la nueva música merengue del himno del Partido Popular llegaba Mariano Rajoy, saludando a los que se agolpaban a ambos lados del camino que le llevaba al atril, mientras le gritaban: “Presidente, presidente”.
Unos quince minutos tardó el presidente en funciones en llegar a la silla que tenía su nombre, ya que finalizaría el acto tras las intervenciones de María Australia Navarro, María del Carmen Hernández Bento y Asier Antona.
Con la verborrea que caracteriza a este tipo de actos en campaña electoral, cada uno de los altos cargos de los populares en Canarias se dedicó a ensalzar las virtudes del líder de su partido y a denostar a sus oponentes, especialmente a Podemos y Pablo Iglesias, a quien parecían no querer nombrar.
“Mariano Rajoy es el candidato que mejor conoce Gran Canaria y en esta isla se nota en cada esquina el apoyo a nuestro candidato” dijo la secretaria general del PP en Canarias, para a continuación alertar que “está en peligro la unidad de España”.
La candidata al Congreso de los Diputados, totalmente extasiada, repitió lo “bien” que conoce Rajoy a Gran Canaria, una isla donde “no es casualidad” que “lleguen actores de Hollywood” y también quiso recordar que no quieren “al señor Iglesias”, mientras los asistentes emitían algo parecido a un abucheo al escuchar su nombre.
El presidente del partido popular en Canarias recordó a su antecesor, porque a su juicio el PP en las islas “es lo que es gracias a la magnífica labor de José Manuel Soria”.
Antona tampoco dejó escapar la oportunidad de alabar a su líder, pero por sus dotes de adivinación, ya que antes del partido de España - Turquía, desveló que Rajoy había vaticinado un “tres a cero”; y además, por su estado físico, ya que según el líder regional, Rajoy “está en plena forma”, dado que ambos dirigentes corrieron por Santa Cruz de Tenerife y pasearon por Las Canteras, en la capital grancanaria.
Y entonces le tocó el turno a Mariano Rajoy quien, entre los vítores y los gritos de “presidente, presidente”, recordó a los asistentes, una vez más, que él conoce “muy bien” a Gran Canaria, no como “el del PSOE, el de Ciudadanos y el otro, que sólo saben de la isla por los libros de geografía”. Esto hizo las delicias de los asistentes, que aplaudieron con énfasis las palabras del presidente en funciones.
Su discurso se centró en pedir “el voto de los moderados” alertando del peligro que, esta vez sí nombró, tiene “Podemos para la unidad de España, porque España es lo que digan los españoles, como los canarios, y nosotros la vamos a mantener”, una última palabra que a penas pudo escucharse ya que la gente aplaudió con mucha fuerza y justo en ese momento una señora se levantó llamando a “Don Mariano”.
“Dígame”, dijo Rajoy para prácticamente al segundo añadir “la veo usted bien, a favor, y tiene la razón en lo que dice y en lo que piensa” y continuó su discurso. La mujer seguía en pie haciendo gestos de querer decir algo, pero no se la podía escuchar al proseguir el candidato del PP su alegato.
No se olvidó de “Venezuela” ni de la herencia recibida del Ejecutivo de Zapatero y culminó diciendo que “cuando algo funciona no se cambia, y cuando algo no funciona se cambia” mientras la gente se levantaba de sus asisentos y el himno del PP, con ese toque de merengue, sonaba de fondo.
Entoncer Rajoy bajó de su atril y el público lo rodeó para pedirle fotos. Un grupo de mujeres con sombreros y banderas de España, de entre 20 y 30 años, comentaban emocionadas la ilusión que les había hecho hacerse una foto con el presidente en funciones y otros se quedaban mirando fijamente al líder del PP abandonar la terraza del Churchill por la puerta de atrás, ya que debía coger un avión esta misma tarde y abandonar ese Archipiélago que, como él y todos recordaron, “tan bien conoce”.