EXCLUSIVA

La trama de compra de votos en Mogán tenía cómplices en Correos

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

El partido Ciudadanos para el Cambio Mogán (Ciuca) habría pagado hasta las fotografías y las renovaciones de los carnés de identidad (DNI) a cambio de votos en las elecciones municipales de mayo de 2015, según se desprende de la grabación en la que uno de los responsables de la campaña del partido, José Monzón, conocido en el pueblo como Pepe El Japonés, explica al exalcalde y oponente Francisco González, candidato del Partido Popular, cómo la formación de la hoy alcaldesa, Onalia Bueno, habría comprado votos entre los ciudadanos del municipio. La trama, según esta conversación a la que ha tenido acceso Canarias Ahora, habría contado con colaboradores en las oficinas de Correos para hacer entrega de las papeletas electorales.

El Japonés apunta que aparte de dar dinero a cambio de votos, se dieron ocasiones en la que las personas a reclutar tenían los documentos de identidad vencidos, por lo que, supuestamente, él se encargaba de llevarlas a un estudio fotográfico y posteriormente, gracias a sus contactos con agentes de la Policía Nacional, los desplazaba a la comisaría a renovar los DNI. En un momento de la conversación el responsable de la campaña alardea de haber realizado “carnés a patadas” porque eso significaban “votos seguros”. De hecho, en un momento de la charla hecha pública por este periódico este jueves admite que hizo “más de 50 carnés de identidad” y que “estaba todo el día en comisaría”, lugar al que llevó “a todos los chorizos de Arguineguín”, una de las localidades más importantes del municipio de Mogán, al suroeste de Gran Canaria.

El Japonés: “Los carnés de identidad se los saqué yo, Paco [por Francisco González]”

Orlando Quintana: “Esa gente si no cobra no van a votar”

El Japonés: “Unos no tenían carnés, otros no podían votar , y entonces yo les cogía el carné. ¿Están vencidos? Vale, ¿cuánto es, 16 euros? Ellos me daban el dinero a mí, yo lo llevaba a Comisaría”

Francisco González: “¿Quién te daba el dinero a ti?”

El Japonés y Orlando Quintana: “Onalia [por Onalia Bueno]”

Orlando Quintana: “Para hacerle el DNI a la gente”

El Japonés: “Claro, yo iba allí con tres o cuatro todos los días”

Francisco González: “Es decir, que ella pagaba hasta para renovar el carné”

Orlando Quintana: “O para sacárselo a muchos que no tenían”

El Japonés: “Y muchos que no tenían”

Orlando Quintana: “Juan Ramón Cedrés no tenía DNI y fueron ellos a sacárselo”

El Japonés: “Y fui yo y se lo saqué”

Francisco González: “Es decir, para Cedrés el dinero lo puso Onalia”

El Japonés: “Pa todo”

Orlando Quintana: “Para renovaciones y carnés nuevos lo ponía Onalia el dinero. Las fotos se las pagaba Onalia”

Francisco González: “¿Todo?”

Orlando Quintana: “Eso sí me enteré yo en el pueblo”

El Japonés: “No, no, coño, lo digo yo. Yo lo mandaba a ca’ [casa] Expedito, se sacaba la foto, mañana a tal hora salimos de aquí, pumba. Hablaba con el jefe de la Policía y llevaba a tres o cuatro”

Orlando Quintana: “Sí pero eso era por una amistad que tú tenías con él”

El Japonés: “Coño, por eso te digo que yo saqué carnés a patadas, ahí, y entonces eran votos seguros. Porque antes de llevarte el carné ya tenías el voto por correo”

Orlando Quintana: “Un clan, mi niño”

Clases de kárate a cambio de votos

En la conversación también se habla de cómo dos miembros de la plancha del partido, el hoy concejal de Deportes en el Ayuntamiento, Luis Miguel Becerra, y Fabio Chisari, número once en la lista electoral, también trabajaron comprando voluntades. El primero de ellos es profesor de artes marciales en el Club Deportivo Gym Sur Stylo y presuntamente habría dado clases gratis a niños a cambio de que los padres votaran a Ciuca, mientras que Chisari, que tiene relación con la comunidad magrebí del municipio porque su mujer es de Marruecos, habría pagado a ciudadanos del país africano a cambio del apoyo en las urnas.

El Japonés: “Quien se metió en votos fue este el de Puerto Rico”

Orlando Quintana: “Fabio [por Fabio Chisari]”

El Japonés: “Fabio sí”

Francisco González: “Te lo han dicho”

El Japonés: “Coño, me lo vas a decir a mí Paco”

Francisco González: “¿Quién le compró los votos al Morillo?”

El Japonés: “Fabio”

Francisco González: “Fabio, ¿no?”

Orlando Quintana: “Y Luis [por Luis Miguel Becerra]”

El Japonés: “Y Luis, y Luismi”

Francisco González: “Luismi. Esos compraban”

El Japonés: “A esos les daban el dinero para comprar el voto de los moros. Eso lo sé yo. Y lo de Deportes se lo llevó Luismi por eso, porque le daban el dinero para que a los padres fueran a votar”

Francisco González: “¿Cómo que le daban el dinero para que los padres?”

Orlando Quintana: “Lo del kárate, eso de él”

El Japonés: “Los del kárate de él votaron al partido porque le daba el dinero a los padres para que fueran a votar, los del chiquillo”

Orlando Quintana: “O a la mujer no le daba el dinero y le decía: ”este mes no te cobro“”

(...)

Francisco González: “¿Fabio pagaba? ¿Pagaba votos?”

El Japonés: “Claro porque tenía el dinero...Fabio ponía un dinero todos los meses y ella le daba el dinero a Fabio pa que pagara”

Orlando Quintana: “Fabio puso pasta también”

El Japonés: “Coño, Fabio puso dinero”

Francisco González: “Pero una cosa, ¿los marroquíes los llevó Fabio?”

El Japonés: “Eso lo llevó Fabio”

Francisco González: “Todos pagados, porque los marroquíes todos cobraron”

En otro momento del diálogo Francisco González pregunta a El Japonés cómo actuaba el partido una vez tenía los votos por correo. El recaudador de sufragios apunta entonces que la encargada de cumplimentar los votos era Isabel Hidalgo, una mujer que reside en casa de El Japonés y que supuestamente tiene en su posesión documentación que acredita qué personas vendieron sus votos, si cobraron o no y cuánto. Para el exalcalde González, estos papeles son “oro molido”. Las solicitudes nunca llegaban a la sede del partido sino a las viviendas de los colaboradores.

El Japonés: “Y quien llenaba los votos era Isabel [por Isabel Hidalgo]. En la sede nadie rellenaba los votos sino Isabel”

Francisco González: “Isabel...”

El Japonés: “Las solicitudes las rellenaba Isabel, la única que tocaba los votos”

Francisco González: “Y cuando llegaban las solicitudes, ¿a dónde llegaban, a casa de los particulares o a la sede?”

El Japonés: “No, no, a la sede no”

Francisco González: “Llegaban a las casas”

Unos enlaces en Correos

Cuando González pide información sobre la entrega de las papeletas en las oficinas de Correos, El Japonés le reconoce que contó con la colaboración de trabajadores de la empresa pública para poder dar él los votos y no los ciudadanos. Así, hace mención a que tiene trato con la hija del policía local Tomás Hernández, Minerva Hernández, que es trabajadora de Correos, y con la hija de alguien que identifica como Dávila, que asegura que es la directora de la oficina de Correos de Maspalomas y era quien le dejaba entrar por un acceso secundario, mientras que en la oficina de Vecindario esta mujer avisaba a sus compañeros para permitirle entrar por la puerta de atrás y dar hasta “70 votos”. [La parte del relato referida a los Dávila no coincide con la realidad, ya que ningún miembro de la familia trabaja en Correos desde hace 15 años ni, por lo tanto, lo hacía en las elecciones municipales celebradas en mayo de 2015].

El Japonés: “Los últimos 70 votos los eché yo en Vecindario”

Francisco González: “En Vecindario. Los últimos 70 votos los echó en Vecindario”

Orlando Quintana: “Claro para que no...pa no levantar sospechas”

Francisco González: “¿Los echaste tú solo?”

El Japonés: “Solo, solo”

Francisco González: “¿Y no fue la gente contigo? Eso es ilegal”

El Japonés: “No, no, no, no...”

Francisco González: “¿Y cómo Correos admitía eso? Pepe, ¿tú me vas a decir que tú vas con 70 votos en el bolsillo, tú vas a Vecindario y Correos te los coge...?”

El Japonés: “Mira, ¿cómo?”

Francisco González: “...¿y Correos te los coge?”

El Japonés: “Según quién esté Paco, yo tengo amistades en todos sitios, Paco. Tú vete a Maspalomas y en una noche Jesús y yo metíamos todos los votos por correo. ¿Por qué? Porque estaba Dávila, la hija de Dávila. Llegaba allí, entraba por debajo, la hija de Dávila pum, pum, pum, y nosotros teníamos...”

Orlando Quintana: “Mira tú, hasta los de Correos implicados, viste”

El Japonés: “¡Coño!”

Orlando Quintana: “Eso es jugarse el puesto de trabajo”

Francisco González: “¿Quién es Dávila?”

El Japonés: “La directora, que estaba en Maspalomas, estaba la hermana de Tomás, ¿la hermana de Tomás no trabaja en Correos?”

Francisco González: “¿Qué Tomás?”

El Japonés: “Tomás el policía”

Orlando Quintana: “La hermana, Minerva”

El Japonés: “¿No trabaja en Correos?”

Francisco González: “Sí”

El Japonés: “¿Entonces qué?”

Orlando Quintana: “Pero Minerva es del PP en teoría”

Francisco González: “Minerva es del PP”

El Japonés: “Sí, pero ella sabía que nosotros estábamos vendiendo los votos”

Orlando Quintana: “Sí, pero si ella no puede hacer nada la pobre”

El Japonés: “Sí, ya. Porque nosotros no entrábamos por arriba, entrábamos por debajo”

Orlando Quintana: “¿En Maspalomas?”

El Japonés: “En Maspalomas, claro. Y en Vecindario entré por detrás. La hija de Dávila se puso con el chico que estaba arriba y decía, va a ir Monzón por allí. Monzón [Pepe El Japonés] entraba con la maletita aquí debajo, entraba por debajo y pumba. Paco...”

Orlando Quintana: “Chacho, ustedes son un clan mafioso macho”

El Japonés: “Coño, es lo que estoy diciéndole a Paco. Si Paco va con la verdad, que no tiene por qué entrar, entramos nosotros, hay que jugar sucio, si no juega sucio no sale”

El Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción (OCC), que entregó estas pruebas ante el Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana, ha instado a la magistrada Noemí Lázare a que solicite las grabaciones que han hecho las cámaras de seguridad de las dos oficinas de Correos y que interrogue a los funcionarios de la empresa de mensajería.

Ciuca ganó las elecciones electorales con 2.806 votos, 398 más que el segundo partido más votado, el PP (2.408 votos) de Francisco González. Sólo El Japonés habría comprado, presuntamente, 383 votos, y a ello habría que añadir los que supuestamente se compraron durante la misma jornada electoral. Además, otro testigo asegura haber comprado 100 votos por correo para esta formación política