El reparto de competencias esbozado ayer durante el anuncio del cierre del pacto entre CC y PSC para gobernar Canarias durante los próximos cuatro años deja en manos de los socialistas un área que presenta no pocos retos de cara a la próxima legislatura: Educación. El acuerdo programático cerrado a principios de este mes ya apuntaba a la necesidad de un plan de choque. Falta aún por saber quién se ocupará de la consejería, y, por tanto, de llevar a cabo las reformas que piden los responsables del informe PISA, para quienes el sistema educativo en las Islas necesita “un cambio urgentemente para mejorar”.
Uno de esos nombres puede ser el del mismo secretario regional de los socialistas canarios, José Miguel Pérez, que probablemente asumirá la vicepresidencia que corresponde al PSC en virtud del pacto. Durante la campaña, Pérez ha mostrado predilección por el área dirigida hasta ahora por la nacionalista Milagros Luis Brito y ha criticado duramente la gestión de sus, ahora, socios de gobierno en los últimos cuatro años.
El primer obstáculo a allanar será la guerra que mantienen los sindicatos del sector por la intención del Gobierno en funciones de aprobar el Decreto que modificaba los requisitos para conformar las listas de empleo. Después de casi un año de batalla, tras aprobarse el texto que incumplía el marco de negociación pactado, según los sindicatos, Gobierno y representantes alcanzaron el mes pasado un acuerdo para modificar la orden que, según los representantes de los trabajadores, perjudica a interinos y sustitutos.
Pero este no es el único frente. Los profesores de primaria y secundaria también irrumpieron durante la campaña acusando a Brito permitir que los alumnos perdieran hasta 70.000 horas lectivas, según STEC-IC, por no cubrir el 72% las bajas de más de 220 profesores durante el curso 2010-2011. A la queja se unieron también las AMPAS, que han elevado su protesta al Parlamento Europeo por considerar que la gestión de la Consejería vulneraba el derecho de sus hijos a la educación.
Canarias, a la cola en Educación
Canarias se ha convertido en una de las autonomías españolas con mayor tasa de fracaso y abandono escolar, que supera el 26%. El porcentaje de alumnos que se encuentran retrasados en el sistema en función de su edad también es uno de los más altos del país, con casi un 50% de estudiantes que repiten curso.
Durante la campaña electoral, el candidato a la Presidencia regional por el PSC, José Miguel Pérez, achacó a los recortes de presupuesto por parte del Gobierno los malos datos que sitúan al Archipiélago a la cola de la excelencia educativa. “El Gobierno de Canarias dedica aproximadamente 1.600 millones de euros; es insuficiente”, dijo Pérez el pasado mes de mayo durante un coloquio con representantes de la comunidad docente en el que criticó que el Gobierno marcase un techo de gasto en Educación, “mejorase o no” la situación económica en las Islas.
Informe de la OCDE
La educación en Canarias “no es lo suficientemente buena y es necesario un cambio urgente para mejorarla”. Es la conclusión a la que llegaron los miembros del Comité de elaboración del informe PISA, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que la semana pasada visitaron los centros de las Islas.
Su diagnóstico resaltaba que en Canarias “falta autocrítica” entre la comunidad docente y que el sistema educativo adolece de consideración con el alumnado, al que se culpa de su propio fracaso y que está desmotivado.
En septiembre, emitirán un informe a petición del Gobierno relativo a la Educación en el Archipiélago y cuyas propuestas de mejora deberá llevar a cabo quien, para entonces, será el consejero socialista al frente del área.