El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, admitió este miércoles que la conversación que mantuvo con el alcalde de Arona, José Alberto González Reverón, para interesarse por su sobrina en las oposiciones de acceso a la Policía Local fue “desacertada”, pero negó que hubiera una petición de trato de favor.
“Juro por mi honor que en mis treinta años desempeñando tareas públicas jamás he utilizado cargos para beneficiar a familiares o amigos en el acceso a la función pública, nunca jamás”, dijo Rivero en una respuesta oral en el pleno del Parlamento de Canarias al presidente del grupo Socialista, Manuel Marcos Pérez.
La pregunta se refería a una conversación telefónica de Paulino Rivero en julio de 2008 con el alcalde de Arona, José Alberto González Reverón, interceptada por la Guardia Civil en el curso de la investigación judicial del caso Arona, en la que supuestamente intercedía a favor de su sobrina, quien finalmente no aprobó las oposiciones.
Rivero, tras reconocer que la conversación fue desacertada, subrayó que al principio de la misma le dice al alcalde: “sin comprometerte”, es decir, dentro de la legalidad, explicó Rivero ante el pleno.
El presidente pidió al Parlamento que analice su trabajo de 30 años como representante político como alcalde de El Sauzal, como consejero del Cabildo de Tenerife y como presidente del Gobierno de Canarias para que se compruebe que “jamás” ha faltado a los principios de mérito y capacidad en el acceso a la función pública.
Añadió que confía en que los miembros de la oposición que han tenido cargos ejecutivos hagan el mismo ofrecimiento que él.
El presidente del grupo Socialista, Manuel Marcos Pérez, dijo a Rivero que “no caben absurdas excusas. Usted jura por su honor, y yo compruebo lo que está transcrito en un expediente judicial”, que es instar al alcalde a que tenga un trato de favor con un familiar.
“Es incomprensible que un presidente de gobierno actúe como usted lo ha hecho”, dijo Pérez, quien acusó a Rivero de haber abusado de su poder y de su cargo en “un comportamiento reprobable”.
Subrayó que Rivero habla de buen gobierno, de transparencia en la gestión y de trabajar por la gente, lo que es incompatible con intervenir para pedir un trato de favor para un familiar.
Gracias a este episodio, los 250.000 opositores saben que “no sólo vale con el esfuerzo, que se necesita un apoyo extra”, dijo el representante socialista.
“Esa actuación suya forma parte de un error, pero usted es el presidente del Gobierno. Sé que no está orgulloso de esa actuación, pida disculpas a los canarios”, dijo Manuel Marcos Pérez.