El presidente Paulino Rivero ha zanjado en sede parlamentaria la bronca política interna habida en el seno del Grupo Nacionalista. Y lo ha hecho apostando por la consejera de Políticas Sociales, Inés Rojas, y desautorizando a su otrora hombre de confianza y actual presidente del Grupo Nacionalista, José Miguel Ruano.
“La consejera tiene todo el apoyo y confianza del presidente del Gobierno”, ha contestado durante la sesión de control a la portavoz del Grupo Popular, Australia Navarro, a la que acusó de “dedicarse a pequeñas ruindades”.
“Mientras usted hace pequeñas ruindades, la consejera se dedica a trabajar contra la pobreza y la exclusión social y contra todas las medidas del Gobierno del PP, que solo está para favorecer a los ricos y producir una profunda fractura en el Estado”.
Navarro, que ha tirado de hemeroteca para recordar que Ruano pidió el cese de Rojas por “haber mentido” al Parlamento y que ésta acusó a aquel de “apoyar a un imputado [en referencia a Fernando Clavijo]”, dijo que Rivero “lejos de cesarla, lo que ha hecho es alentar que se incendie la vida política en Canarias”.
“Ha pretendido dividir a los canarios, señor Rivero, pero solo ha conseguido dividir a su Gobierno, a su partido y a su grupo parlamentario”, concluyó Navarro.