José Mendoza murió el pasado 17 de diciembre. Lo hizo en su coche. Frente a un centro de salud. En el municipio gomero de Hermigua. Mendoza, procedente de Agulo, falleció de un infarto. Mientras tanto, su mujer golpeaba contundentemente la puerta del centro mientras que su hija llamaba al 1-1-2. 25 minutos después salió una enfermera, pero ya era tarde.
Óscar Mendoza, hijo del fallecido, lo tiene claro: Los responsables últimos de la muerte de su padre “son Mercedes Roldós y Paulino Rivero”. Tilda de “auténtica negligencia la dotación sanitaria de La Gomera”. En las zonas rurales de La Gomera, como en otras de las demás Islas, las guardias del Servicio Canario de Salud se hacen localizadas y no rpesenciales. Reflexiona Alvarado en alto y dice que “la diferencia económica cuyos responsables son Mercedes Roldós y Paulino Rivero causaron la muerte de mi padre”. Si, como él dice, tan bien viven los profesores, que “deje la política y vuelva a coger la tiza”, arguyó Mendoza en tono crítico hacia la mala gestión del presidente del Gobierno de Canarias.
Mendoza quiere evitar que la culpa recaiga en la atención sanitaria, porque, a su juicio, los responsables “son políticos”. Canarias vive “como una sociedad de nuevos ricos que sin que se haya asegurado la Sanidad para todos”. Mendoza pone su confianza en que con atención primaria, su padre “probablemente” estuviese viva.
Críticas a La Gomera
En la misma línea, criticó a los alcaldes del norte de La Gomera a los que llamó “payasos”. Dijo que “no hay un médico porque no hay votos suficientes”, lamentando que se vive “en la dictadura del dinero y los votos”.
Por otro ladó, dijo no haber recibido alguna llamada del Servicio Canario de Salud e instó a las autoridades políticas que planifican el presupuesto, entre los que destacó al también “payaso” José Manuel Soria, que “no acorten la atención primaria”.