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Rodolfo Núñez: ''Fue una operación impecable''

Rodolfo Núñez Ruano, ex presidente de CajaCanarias y copresidente del Consejo de Administración de la entidad el 23 de junio de 1998, cuando se aprobó conceder un préstamo por 5.500 millones de pesetas a una sociedad sin constituir, Inversiones Las Teresitas (ILT), sostiene que esa operación financiera fue “impecable”, pese a las múltiples irregularidades que detectó el Banco de España y la inhabilitación a Ignacio González Martín como consejero del Consejo de Administración, por haber sido juez y parte en esa concesión.

El ex presidente de la Caja sostuvo en su declaración ante la magistrada instructora del caso Las Teresitas, Carla Bellini, que “la operación tuvo un error administrativo, no haberse enterado de que estaba don Ignacio y haber ido al Banco de España a decir su error”, pero “desde el punto de vista financiero, la operación es impecable. En todo momento los clientes pagaron trimestralmente sus intereses”.

Todo ello pese a que la comisión de control no comprobó quienes integraban ILT a la hora de conceder el préstamo, y pese a que la empresa ni siquiera estaba constituida. “Solo se sabía que estaba Antonio Plasencia”, testificó Nuñez Ruano.. Esa comisión de control se fio de un informe de valoración de la Sociedad de Tasación TINSA, basados en parámetros que ya incluían la revisión del Plan Parcial de la zona, aún por aprobar, en las que en el momento de la concesión del préstamo no se podía construir.

Rodolfo Núñez Ruano es una de las personas que la Fiscalía Anticorrupción de Santa Cruz de Tenerife y la Policía Judicial han considerado “clave” en la operación de compra-venta de la playa de Las Teresitas y sus terrenos traseros. No está imputado en la causa y cuando declaró ante Bellini, lo hizo como testigo. Sin embargo, los investigadores le señalan como pieza central de un entramado que presuntamente podría dedicarse a la especulación inmobiliaria, y como “cerebro” de la operación de Las Teresitas“.

Su vinculación con los principales imputados en el caso es notoria. En cuatro años recibió cerca de cuatro millones de euros de Plasencia, quien el 16 de diciembre de 1998 le transfirió mediante cheque 3.180.000 pesetas.

Asimismo aparece en cuentas de empresas con Ignacio González, y a través de otra empresa, EO'S Investiment, ha transferido dinero a la isla de Man, paraíso fiscal. EO'S es propiedad al 50 por ciento de Núñez Ruano y de Luis Suárez Trenor, ex presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.

Información privilegiada

Los investigadores añaden que “habría tenido información, con antelación a su publicación, del sentido favorable de la sentencia del Tribunal Supremo del mes de junio de 1998, que permitía la edificación en la zona de Las Teresitas”.

“Basándose en esta información, contactó con don Antonio Plasencia Ramos (empresario), don Ignacio Manuel Cándido González Martín (empresario), don Álvaro Arvelo Hernández (director general de CajaCanarias) y don Miguel Zerolo Aguilar (alcalde de Santa Cruz de Tenerife) y planificaron la operación de compra-venta de los terrenos a la Junta de Compensación”, asevera la policía.

Núñez Ruano lo negó. Negó que la Caja tuviera información privilegiada. Pero si la operación hubiese fallado y no se hubiera podido hacer frente al crédito o el Supremo no hubiera autorizado edificar en la zona de la playa, la Caja se hubiera visto con unas parcelas poco rentables. “¿A la Caja le interesa tener unas parcelas en las cuales no se pueda hacer nada?”, le preguntó la fiscal María Farnés Martínez. “No”, respondió el banquero.

La presión de Plasencia

Igualmente dijo no estar de acuerdo la puntualización que hace el Banco de España en su expediente, en el que subrayó que en la concesión del préstamo primaron las “consideraciones sociopolíticas sobre criterios técnicos de ponderación de los riesgos soportados y beneficios esperados”. “Esto es un negocio”, rebatió el ex presidente de la Caja.

Otros aspectos llaman la atención en ese préstamo, como la celeridad con que se concede. Según Núñez Ruano, se debió a la presión del cliente, Antonio Plasencia, y al temor a que se marchara a otro banco. La solicitud se hace además el mismo día en que se hace el estudio de viabilidad de la Caja (“El cliente debió de presionar mucho y la Caja corrió”, explicó), y la concesión es del cien por cien, también porque “la presión del cliente lo logró”.