El portavoz parlamentario socialista, Santiago Pérez, ha resumido este lunes su año en el cargo, en el que ha intentado “modestamente disputarle el espacio político al Gobierno”. Pérez se pone a disposición del nuevo secretario general de los socialistas canarios, José Miguel Pérez, “esté yo donde esté”, siempre y cuando mantenga la estrategia que hizo al partido principal fuerza política en Canarias.
“Lo dije desde el día siguiente del Congreso, estoy a la disposición de la Ejecutiva, que tiene legitimidad para hacer los cambios que considere oportuno, la Ejecutiva como cualquier responsable político debe ejercer sus responsabilidades y estar en disposición de dar cuentas como hago yo ahora”, declaró Pérez, quien reiteró su “plena disponibilidad y acatamiento a las decisiones de la Ejecutiva” y su voluntad de respaldar al secretario general “esté yo donde esté, para desarrollar una estrategia que ha anunciado que ha hecho suya, y que está revalidada por las urnas”. “Lo que yo no apoyaría -matizó- sería un cambio de estrategia decidido al margen de los ciudadanos y sin que el PSC sin un debate político lo decidiera”.
“En las instituciones de la Roma republicana, antes de que se convirtiera en principado, los principales cargos eran los dos cónsules, que ejercían la suprema autoridad”. Así comenzaba este lunes, en su tradicional rueda de prensa del primer día de la semana, su balance, el también profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de La Laguna, recordando que estos cónsules eran elegidos “sólo durante un año”.
Precisamente un año es el tiempo que lleva ejerciendo Pérez su cargo de portavoz, a pesar de “algunas voces” que dicen que ha sido portavoz “durante demasiado tiempo o incluso durante toda la etapa de Juan Fernando López Aguilar”. “Yo he llegado a los postres de esa etapa, incluso a los chupitos”, agregó.
Durante estos 12 meses asegura haber tratado de ejercer sus funciones de portavoz aplicando a ellas su “mejor saber y entender”. “He intentado en todo momento ser coherente con el compromiso político ante los ciudadanos que nos ha convertido en primera fuerza, y espero haber contribuido modestamente a mantener esa condición como auguran las encuestas electorales”, declaró.
Pérez reconoció haber estado dándole vueltas a los rumores que constantemente le han puesto con un pie fuera de la Portavocía desde que José Miguel Pérez se alzó con el liderazgo del partido, asegurando que bajo ese clima de “interinidad” le ha sido difícil continuar con normalidad sus funciones. “Los mecanismos de presión se convierten en mecanismos con lógica propia”, dijo, opinando que ese tipo de mecanismos “adquieren vida propia” y, como en las novelas, “se les va de las manos al escritor”.
Como resumen de su actividad, queda su intención de haber intentado disputar con el Gobierno la iniciativa política “y por lo tanto el espacio político, corriendo riesgos, pero intentado estar en todo momento en condiciones de explicar y argumentar el por qué de las iniciativas del PSC en esta etapa en la que he desempeñado funciones de dirección”.
Estos argumentos, recuerda que los ha dado siempre en el Parlamento y ante los medios informativos. “No sólo por respeto a los medios incluso aquellos cuyas editoriales me denigran, sino también por respeto a los ciudadanos porque se merecen que los cargos públicos estemos en condiciones de argumentar permanentemente lo que hacemos”.
Asimismo, también considera haber mantenido una correcta relación dentro de las paredes del Parlamento, en especial en la Junta de Portavoces, órgano de gobierno de la Cámara, hasta el punto de que incluso el consejero de la Presidencia, José Miguel Ruano “se quejaba, hace poco, de cómo era posible que en el campo de la Junta de Portavoces, tuviera un buen nivel de relación con los parlamentarios y luego en el Pleno le cantara las cuarenta y le leyera la cartilla al Gobierno”. “Porque eso es así, porque el PSC frente a un gobierno suspendido reiteradamente ante los ciudadanos tiene que tener un perfil claro de alternativa y de un gobierno distinto”, añadió.
Subida de sueldos
Aprovechó esta despedida improvisada para negar que tuviera algo que ver con la polémica decisión que tomaron los diputados a comienzos de la legislatura de subirse los sueldos a pesar de la crisis que se cernía sobre el Archipiélago. “No tengo nada que ver con la decisión que se tomó de subir los sueldos, y en la Ejecutiva de los socialistas canarios, y en la reunión de todos los cargos parlamentarios, todo el mundo sabe cual fue mi postura, que no fue discutida por el Grupo”, dijo.
Quiso hacer esta aclaración tras un año en el cargo porque “en algunos editoriales” se personaliza en su persona la subida de sueldos, medida que dice no votó y a la que se opuso. Es más, asevera que cuando ha tenido responsabilidades“ en el desenvolvimiento del Parlamento en un clima de austeridad” las ha ejercido. “Por ejemplo en el terreno de los viajes, ha habido proyectos que han quedado parados en ese terreno y en ese frenazo ha estado presente el portavoz”, afirmó.
“Pero lo que sí se debe a mí, que creo en la austeridad en las instituciones públicas, es que durante la Reforma del reglamento de la Cámara se echara para atrás la equiparación en prestaciones sociales de los diputados del Parlamento de Canarias con los diputados y senadores de las Cortes Generales, eso se debió a mí, y puedo decirlo con orgullo”, apostilló.
Así, Pérez se despide asegurando haber dedicado por entero sus fuerzas a su función, recordando que muchas de las iniciativas presentadas por su partido las realizó de su puño y letra, con el esfuerzo de tiempo que eso requiere, teniendo que compaginar su función docente con su función pública y que, “no siempre fue fácil”. Precisamente resaltó, para representar su forma de pensar en política, que durante más de diez años y a pesar de voces que hicieron creer que sacaba rédito de sus cargos, vivió simplemente de su “modesto pero digno” sueldo de profesor.