Sanidad reconoce el colapso en urgencias y lo achaca a un déficit estructural del sistema
La directora del Servicio Canario de la Salud, Juana María Reyes, reconoció este lunes la falta de capacidad en la respuesta a los incrementos puntuales de demanda de los servicios de urgencia en algunas áreas de salud, pero precisó que eso no ocurre sólo en las Islas, sino en toda España.
El envejecimiento de la población, el abandono de hábitos saludables por el alto desempleo, los recortes en dependencia y la eliminación de la sanidad universal son algunos de los factores que explican el aumento de la demanda de los servicios de urgencias.
Además, las carencias estructurales del sistema sanitario agravadas por las reducciones en la financiación explican que no se dé la respuesta adecuada.
Juana María Reyes hizo estas y otras consideraciones durante una comparecencia en comisión parlamentaria a petición del PP para explicar los problemas en los servicios de urgencias, que se han traducido en saturación, caos y colapso y en la falta de respeto a la dignidad de los pacientes, que tienen que permanecer en los pasillos tres y cuatro días, según la diputada de este partido Maite Pulido.
La parlamentaria del PP afirmó que las medidas del Servicio Canario de Salud no han funcionado y lamentó que en lugares como el Hospital Universitario de Canarias se repitan las imágenes de pasillos llenos de pacientes, con denuncias ante la Fiscalía incluidas y con los profesionales denunciando el deterioro asistencial.
“Sorprende la autocomplacencia de algunos ante la situación tercermundista y la falta de dignidad con la que se trata a pacientes hacinados”, dijo María Teresa Pulido, para quien no se trata de picos de demanda puntuales, sino de un problema crónico que va a peor, derivado de la mala gestión de la Consejería de Sanidad.
Román Rodríguez, de Nueva Canarias, denunció el deterioro que producen los recortes y los copagos en la salud de los ciudadanos, lo que genera presión sobre los servicios de urgencia, que además funcionan sin un plan de salud que oriente los servicios para ponerlos a disposición de los usuarios.
El socialista Jesús Morera defendió la necesidad de poner solución y señaló que ha faltado capacidad de reacción a los directores de los hospitales, mientras que se mostró comprensivo con la ausencia de un plan de urgencias porque “las circunstancias son las que son”.
Para José Luis Perestelo, la gestión de la Consejería de Sanidad debe seguir “en la misma línea”, porque ha conseguido que la Sanidad siga siendo pública pese a los recortes, mientras que los problemas en las urgencias “ocurren en todas partes”.
En su respuesta a los diputados, Juana María Reyes enmarcó los problemas de las urgencias canarias en uno más general del Sistema Nacional de Salud, y señaló que hay que diferenciar la capacidad de respuesta global de las incidencias en periodos concretos por aumentos puntuales de la demanda difíciles de predecir.
Dijo que desde 2006 la Consejería tiene un borrador de actuación en las urgencias, pero no se han podido implantar todas las medidas, sobre todo las relacionadas con las infraestructuras, por los problemas de financiación.
“Hay que reconocer que no tenemos capacidad de respuesta rápida en todas las áreas de salud ante los incrementos periódicos, pero eso no pasa sólo en Canarias”, dijo.
Agregó que “hay un déficit estructural en el sistema y es difícil predecir cuándo se va a producir el incremento de la demanda por la variabilidad de los procesos infecto contagiosos y porque hay un componente subjetivo en la demanda”.
El Servicio Canario de la Salud centra sus esfuerzos en potenciar los servicios de urgencia, los servicios de radiología y de análisis clínicos y las pruebas complementarias en los centros de atención primaria, así como en los futuros hospitales del norte y del sur de Tenerife.
También se han incrementado las plazas de enfermería y médicos en las urgencias hospitalarias, detalló Juan María Reyes.