El ayuntamiento grancanario de Santa Lucía de Tirajana ordenó el pasado mes de octubre paralizar la instalación de césped artificial en un campo de fútbol anexo al Municipal de Vecindario, donde juega sus partidos la UD Vecindario de la Segunda División B española, al detectar técnicos municipales que el material utilizado por la empresa Poligras Ibérica era de más baja calidad que la exigida en los pliegos del concurso y en la oferta presentada por esta empresa, subcontratada por la constructora Lopesan, encargada de la construcción del nuevo campo de fútbol.
El procedimiento irregular detectado por empleados municipales adscritos a la concejalía de Deportes y Juventud fue confirmado el pasado viernes por el concejal de Obras Públicas y Patrimonio Histórico, Francisco García López (NC), máximo responsable de la obra, quien explicó a CANARIAS AHORA que “hemos requerido a la empresa que instale el césped artificial que había ofertado, porque el material que trajeron de la Península tenía menos puntadas que el que estaba previsto colocar en el campo”.
El caso es similar, sino idéntico, al investigado en Mogán por la Brigada Provincial de Información del Cuerpo Nacional de Policía, a instancias del magistrado que dirige la Operación Góndola, José Alexis Reyes, titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 6 de San Bartolomé de Tirajana.
García López, en nombre del grupo de gobierno de Nueva Canarias que preside Silverio Matos, dijo a este diario que “la actuación de los técnicos municipales ha sido impecable a la hora de advertir esta anomalía a los responsables políticos, y la decisión política no se ha hecho esperar y hemos actuado de inmediato advirtiendo de esa irregularidad a la empresa”.
El concejal de Deportes de Mogán, ante el juez
Por contra, en Mogán, caso ya publicado por CANARIAS AHORA, el concejal de Deportes José Daniel García (PP), no sólo fue citado en su día a declarar en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, sino que también ha pasado ya por el despacho del juez de Góndola, como autor de un presunto delito de prevaricación al decidir por su cuenta y riesgo, con la firma de un documento oficial sin avales ni informes técnicos, que había que seguir adelante con la instalación del césped artificial en el campo de Arguineguín a pesar de las advertencias contrarias del arquitecto municipal.
En Mogán, Poligras Ibérica ganó el 1 de junio de 2004 la contratación, mediante procedimiento abierto, tramitación ordinaria y concurso, para instalar césped artificial en el campo de fútbol de Arguineguín, por un importe de 320.364,62 euros, y en el expediente ofertó un producto que finalmente no fue instalado durante las obras, como es el número de puntadas con las que cuenta el césped artificial elegido.
El arquitecto tomó una muestra del césped, de unas dimensiones de 33,0 x 25,5 centímetros cuadrados, y comprobó que la superficie de dicha muestra era de 841,50 metros cuadrados, con exactamente 576 puntadas, lo que suponía un total de 6.845 puntadas por cada metro cuadrado cuando el césped exigido en el proyecto debía tener un número de puntadas entre 10.000 y 11.000 por metro cuadrado.
La rebaja -y su consiguiente minoración en el coste estipulado de 320.000 euros- de este material no sólo alcanza a lo que exigía el proyecto, sino que el césped que ofertó Poligras Ibérica, denominado Sportgras 60, contaba con 10.710 puntadas sobre el papel, cuestión que dejó en evidencia el arquitecto al pesar la muestra y medir su altura, que coinciden ambas con las del producto ofertado, pero en el número de puntadas por metro cuadrado se detectó una cifra muy inferior por lo que instó a que se rechazara su instalación.
El informe tiene fecha de 20 de agosto de 2004, y el Ayuntamiento de Mogán, a través de su concejal de Deportes, decidió seguir adelante, hasta el punto de que el nuevo césped artificial fue inaugurado el 2 de septiembre de 2004 por el entonces presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Manuel Soria, que participó en la financiación conjuntamente con el consistorio de la instalación del césped artificial, en un acto que acabó con el asfaltado del cauce del barranco de Arguineguín.