Así se vive este 10N en Santidad, un barrio obrero de Arucas donde (esta vez) apenas se madrugó

Son los primeros en acudir a votar en cada barrio. Los mayores saben lo que es vivir en dictadura y por ello ejercen su derecho al voto con orgullo, aunque lo hagan entre el hartazgo y la indignación por la falta de diálogo en las pasadas elecciones. Entre las 8.00 y 11.00 de la mañana apenas habían acudido ciudadanos a votar en Santidad, uno de los barrios con mayor población de Arucas, de esos de familias trabajadoras muy diversas. En una de las mesas comentaban que habían votado solo 42 personas de las 619 que tenían derecho a hacerlo. “Solo han venido algunas personas, sobre todo mayores”, aseguraban. Llegada la 13.00 de la tarde ya eran 208 las que habían votado en esa mesa, un ritmo que preocupa dado que Santidad es uno de esos barrios en los que la gente suele madrugar.

“Es un deber ciudadano”, dice Alicia (71 años), que recuerda que su madre hasta pedía un justificante por votar ya que “se lo tomaba muy en serio, como tiene que ser”, aclara. Ella vota en La Guitarrilla, una urbanización de origen humilde que se construyó hace poco más de 30 años. Los más jóvenes se han ido marchando de esas viviendas, donde las familias ahora son más diversas.

“Somos como una familia”, aseguran Genoveva y Fefi, dos de las apoderadas del PSOE que nunca se pierden la fiesta de la democracia. En el Colegio Orobal, donde se encuentran este 10N, votan 768 personas, y sobre las 11.30 horas lo había hecho ya el 25%: 192. El trabajador del ayuntamiento que se encarga de velar por que todo salga bien decía que en la decena de años que lleva viniendo a este colegio nunca ha presenciado graves incidentes.

“Una señora antes no encontraba el DNI y la ayudamos a buscarlo”, señala. Otras veces, explica que hay que ayudar a algunas personas que se han cambiado de domicilio y creen que tienen que seguir votando en el mismo colegio. Entonces, llama al Ayuntamiento de Arucas, donde hay cinco personas más la secretaria realizando estas labores de comprobación, para contrastar sus datos y ver dónde le corresponde votar.

En ese colegio se han presentado apoderados de todos los partidos menos de Vox, igual que en el CEIP de Santidad. “Todos nos respetamos”, afirman Genoveva y Fefi y añaden que otros apoderados de otros barrios de Arucas sí le han comentado que en otros colegios la participación está siendo más baja que en el Orobal: “Aquí lo vemos como otras veces, con normalidad. La gente está concienciada y viene a votar”.

Claro Francisco, un apoderado de Podemos que también se encontraba en este colegio asegura que no es del barrio aunque ya ha acudido a este centro otras veces con la acreditación de Podemos. “Creo que ya se ha desprejuiciado el hecho de ser de este partido” y afirma que lleva toda la mañana hablando con otros apoderados sin ningún tipo de problema. Allí todos comparten percepciones de la jornada sin entrar a debatir sobre las ideas de las formaciones a las que representan.

En esta ocasión, la segunda vez que se vota este año a las generales, la participación está siendo más baja que en abril. En toda Canarias había bajado más de tres puntos a la 13.00 horas. En el Colegio Público de Santidad, donde acuden a votar 2.873 personas (de las más de 8.000 que hay censadas en el barrio) el dato de participación a esa hora era de 1.013 personas.

En el conjunto de Arucas, el sentir es el mismo: la asistencia a las urnas es menor. La última mesa electoral de las Islas se constituyó en ese municipio a las 09.20 horas de la mañana y en el mismo municipio votaba esta misma mañana el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE) que llamaba a acudir a las urnas ya que es “la mejor manera de defender la democracia”.