La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

La vida “cotidiana” de Saramago y Pilar del Río, se proyectará en el Centro Bibliotecario de Fuerteventura

PUERTO DEL ROSARIO (FUERTEVENTURA), 17 (EUROPA PRESS)

El retrato personal visual 'José y Pilar' (2010), en el que se muestra la vida “cotidiana” de José Saramago se proyectará este jueves en el Centro Bibliotecario de Fuerteventura, en Puerto del Rosario.

La película-documental se proyectará en el marco de la Muestra de Cine Europeo. El trabajo que dirigió Miguel se podrá ver a las 20.30 horas, según informó la institución insular en nota de prensa.

“Este documento audiovisual, que por cierto podría llegar a estar nominado a los Oscar, es una oportunidad única para acercarse a un premio Nobel que además es un referente ético para varias generaciones”, señaló el consejero de Cultura del Cabildo de Fuerteventura, Juan Jiménez.

El documental de gran formato (dos horas) recoge en primera persona los pensamientos de sus últimos años de vida. Saramago era consciente del final “inevitable” y fue cuando decidió compartir, a través de la cámara, algunas reflexiones como la de que su “única meta es vivir todos los días, no rendirse nunca”.

Por su parte, su viuda, Pilar del Río, explica que el espectador verá “al hombre que piensa, que se enfrenta al día a día y que nunca se da por rendido; un hombre con capacidad para soñar, imaginar y amar”.

El director, Miguel Gonçalves, siguió a la pareja en sus innumerables viajes por todo el mundo durante cuatro años --de 2006 a 2010-- y grabó 240 horas.

“Espero morir lúcido y con los ojos abiertos”, dice Saramago en un momento del documental, que permite asistir al proceso de escritura de 'El viaje del elefante', novela que el autor se vio obligado a interrumpir por una grave neumonía pero que finalmente terminó. “A Pilar, que no dejó que yo muriera”, es la hermosa dedicatoria del libro.