El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha criticado muy duramente la decisión del Alcalde y presidente de la Fundación Canaria Auditorio y Teatro, Juan José Cardona, de excluir a los miembros de la oposición del Patronato de dicha Fundación. La medida significa que los grupos de la oposición en el Ayuntamiento ya no forman parte del órgano de decisión y de control, tanto de las cuestiones económicas como de programación.
La concejala socialista, y hasta ahora vocal del Patronato de la Fundación Canaria Teatro Pérez Galdós, Chani Ruiz, ha criticado la medida, calificándola de “nuevo episodio de intolerancia y de déficit democrático de Cardona”. Ruiz denuncia que tras la fusión del Teatro Pérez Galdós y del Auditorio Alfredo Kraus “el PP ha elaborado unos estatutos a su medida, actuando como hace siempre, expulsando a todos los que piensen de distinta forma y que tengan criterio propio, como ya hizo con el cambio de fecha de los Plenos”.
Hay que recordar que ya al inicio de este mandato, el Partido Popular excluyó a los partidos de la oposición del Consejo del Auditorio Alfredo Kraus, del que formaron parte durante el anterior gobierno socialista.
“A Cardona le molesta que la oposición haga su trabajo, que fiscalice la labor del gobierno, y por tanto, impide que la información llegue a los ciudadanos. No debe olvidar que se trata de una fundación pública al 100%, con financiación pública, por lo que los ciudadanos tienen derecho a conocer todas las decisiones que se tomen”, insiste.
Sobre la medida del PP de alquilar los espacios interiores tanto del Auditorio Alfredo Kraus como del Teatro Pérez Galdós, incluida la caja escénica de este último para la celebración de eventos como bodas, la concejala socialista sostiene que “no nos oponemos a los alquileres de las salas y de todos los espacios, si ese dinero se invirtiera única y exclusivamente en una digna y buena programación, sin necesidad de que sea grandiosa ni costosa”.
“En esta época de crisis, la cultura es más necesaria si cabe. Los países emergentes como Brasil o China han apostado por ello. Un pueblo culto es un pueblo más libre y con más oportunidades. Y la cultura con mayúsculas debe ser para todos y no para unos pocos. Lástima que el PP solo se ocupe de las cacas de los perros y de las bicicletas. Su sensibilidad cultural no existe”, concluye.