Agate reprocha al Ejecutivo regional la falta de políticas agrarias y planes de desarrollo ganadero con índices mínimos de abastecimiento
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 7 (EUROPA PRESS)
En Canarias se consume entre productos lácteos, leche en polvo, congelada, y de la tierra un total de 432.100.000 litros por año de los que sólo 110.000.000 es producida en el archipiélago, lo que supone aproximadamente un 25,4 por ciento del total.
En este sentido, y vinculado a la producción láctea, el archipiélago importa además 17 millones de kilos de queso y 3 millones de productos lácteos. Todo ello, subvencionado a través del Régimen Especial de Abastecimiento, según datos del Gobierno de Canarias.
El presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife, Pedro Molina, ha reconocido en este sentido que en la actualidad y con los costes de producción que hay en Canarias para la industria es “muy difícil competir”. Ha declarado además que las industrias instaladas en las islas buscan “la producción más barata”.
Molina ha defendido que hay que hacer las cuentas y ver cómo es posible o qué ganancia deja producir seis yogures a un euro puestos en el linier del supermercado. En la actualidad, y después de que volviera a “renacer” la ganadería, los dueños de vacas, ovejas y cabras comenzaron a hacer una marca propia que ha llevado a que las industrias en Canarias adquieran leche fresca, “pero sólo un 1 por ciento por lo que no cambia para nada su cuenta de resultados”.
Las dificultades por las que pasa el sector en Canarias, a juicio de Pedro Molina, pasan entre otros por las dificultades para poner en marcha una grana. “No se facilita nada”, ha asegurado para lamentar que los planes municipales les dejen fuera y las políticas no se centren en lograr uno índices mínimos de auto abastecimiento.
“El Gobierno de Canarias no tiene un política agraria con índices de abastecimientos, ni planes de desarrollo ganaderos para lograr el abastecimiento”, ha manifestado Molina que ha asegurado que no hacen falta programas, sino facilitar la gestión para que la ganadería pueda ser rentable y competitiva.
El presidente de Agate ha insistido en que si a mediados de los años 50 había más de 52.000 cabezas de ganado en la isla, en los años 60 apenas llegaba a los 4.000. “Coincidió la puesta en marcha de las industrias de lácteos en Santa Cruz de Tenerife con la prohibición de repartir leche por las casas. Luego empezamos a renacer y competir con eso”, ha defendido Molina que ha asegurado por último que en la actualidad hay una generación que tiene en la cabeza como 'un código' el sabor de la leche en polvo y el queso de bola.