El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha manifestado este domingo que la Constitución no es un texto “monolítico y petrificado”, por lo que en un futuro se tendrá que mejorar, pero espera que se produzca con el mismo grado de consenso político logrado en 1978.
En declaraciones a los periodistas, con motivo del Día de la Constitución, que cumple 37 años, Soria, además, ha señalado que espera que esa mejora “nunca” implique cambios “en cuanto a que la soberanía del pueblo reside exactamente en el pueblo español”, que en el discurso que ha ofrecido ha enfatizado que “ni se toca ni se negocia”.
“España es la nación más antigua de Europa, con más de 500 años de historia y la primera que logró su unificación en el territorio europeo. Un patrimonio colosal que pertenece al conjunto de los españoles, por lo que la soberanía nacional no se toca ni se negocia, nos pertenece a todos”, ha afirmado Soria ante las autoridades de las islas que se han sumado a celebrar este día.
El ministro ha destacado que gracias a la Constitución de 1978, se ha vivido el periodo democrático “más fructífero y de mayor prosperidad” de toda la historia de España, “como resultado del esfuerzo de todos los españolas”, pero ha advertido de los “retos y desafíos” que se presentan, tanto en el ámbito interno, por el separatismo catalán, como externo, por el terrorismo yihadista.
El “desafío” secesionista planteado por algunas instituciones y partidos en Cataluña es “grande”, pero lo mecanismos constitucionales han respondido anulando todo tipo de efecto jurídico y político de la resolución aprobada por el Parlamento catalán el pasado 9 de noviembre, ha indicado Soria.
El Tribunal Constitucional ha declarado, por unanimidad, la inconstitucionalidad de la declaración independentista, lo que, a su juicio, supone “una garantía para preservar los valores de libertad y estabilidad que consagra la Constitución española”, pues “todos los españoles estamos a los que diga la ley. Todo el mundo la tiene que cumplir”, incluido los que “tienen planteamientos secesionistas”.
En cuanto al terrorismo yihadista, Soria ha señalado que es un “desafío de gruesa magnitud”, que no responde a una cuestión de religión, sino a que “no le gusta nuestra sociedad libre”, y que requiere de una respuesta global.
Ha considerado que la respuesta contra este terrorismo debe basarse en la unidad de acción nacional, como se está haciendo en España con la participación de la mayoría de las fuerzas democráticas a través del pacto antiyihadista, y también en la cooperación internacional.
“España es de los estados que presta mayor ayuda y mayor intervención en todo el mundo contra el terror y ha cumplido con las peticiones que se han presentado”, ha afirmado el ministro, quien ha dicho que afrontar este tipo de problemas requiere “una absoluta coordinación entre estados”, además de en plano militar, “en el policial, judicial y de inteligencia al máximo nivel”.
Soria ha asegurado que España cumple y seguirá cumpliendo con sus obligaciones internacionales, en esta “batalla, que no es fácil ni corta”.
El ministro ha destacado que la creación de empleo es otro de los retos a superar ante los más de cuatro millones de parados que hay en España, una cifra que ha señalado que es inferior a la de los años más difíciles de la crisis, pero que requiere “persistir en el esfuerzo para que a lo largo de los próximos años las empresas sigan invirtiendo y creando puestos de trabajo, que es lo que hace libre a las personas”.