La consejera regional de Obras Públicas y Transportes, Ornella Chacón, receta “cautela” ante el anuncio de una próxima negociación entre España y la Unión Europa para implantar una tarifa aérea plana en Canarias y Baleares porque puede suponer un riesgo a la competitividad del sector.
En un comunicado de la Consejería, Chacón puntualiza que “toda acción que suponga abaratar el precio de los billetes aéreos entre islas, acercar a los canarios, mejorar la movilidad y las frecuencias de los ciudadanos, será recogida como propia”, aunque también advierte que “habrá que leer la letra pequeña”.
Chacón se refiere al “cambio” que supone alterar las condiciones de las rutas consideradas de Obligación de Servicio Público (OSP).
“Para empezar, un gobierno en funciones no puede hacerlo, pero además la modificación implica cambiar el concepto de bonificación al residente, que es el que ahora se aplica y que afecta al 50% del precio del billete, por el de cubrir las pérdidas al operador. La medida obliga a las compañías a poner un precio por debajo del coste real y al Estado a compensar las pérdidas”, añade.
Es en este punto en el que la consejera quiere que se centren los esfuerzos negociadores, ya que supone “pasar de una bonificación a una subvención, lo que implica que esas OSP salgan a licitación pública, y por ende, eliminar la libre competencia”.
En su opinión, esta nueva medida dejaría a las islas “al albur de un único operador”, por lo que considera que se debe anclar en un documento que “garantice que la medida no será temporal, sino para siempre”.
Chacón recuerda que en la actualidad hay dos empresas que cubren las rutas interinsulares en Canarias, “Binter con el 90% del mercado y Canaryfly con el resto y unas expectativas de crecimiento lícitas”.
Sin embargo, advierte que la libre concurrencia “podría provocar que concursaran operadores extranjeros y que se acabara con la actividad de estas dos aerolíneas canarias”.
Ornella Chacón recuerda que la competencia “garantiza” precios más asequibles y económicos, y puso a modo de ejemplo que durante la mejor etapa de Islas Airways, cuando controlaba el 30% del mercado, “los precios se redujeron hasta un 23%”.
En la actualidad, el Ministerio de Fomento aporta cerca de 80 millones de euros anuales en materia de bonificación al residente y, según la consejera, la tarifa única implicaría un sobrecoste aproximado de entre 30 y 40 millones de euros, que deberá aportar también el Estado.