Unas 30 intelectuales y profesionales del Archipiélago han suscrito el manifiesto por el renacimiento de Canarias, promovido por la coalición Los Verdes, Izquierda Unida y Unión Ciudadana y por el Centro de la Cultura Popular Canaria.
Uno de los promotores del Manifiesto Tomás Azcárate dijo que el documento, al que calificó como apartidista, ha sido suscrito, entre otros, por los premios Canarias Carlos Pinto Grote, Arturo Maccanti y Rafael Arozarena, por el médico Enrique González, por el ex alcalde de Vilaflor José Luis Fumero y por el ex fiscal general del Estado, Eligio Hernández. Azcárate afirmó que este documento nace con la idea de promover la democracia y la dignidad de Canarias y consideró que las reglas del juego político en las islas adolecen de falta de democracia y en concreto se refirió al sistema electoral, a la falta de participación y al bajo nivel de bienestar social.
El ex fiscal general del Estado Eligio Hernández, además de recordar su pertenencia al PSOE, dijo que el manifiesto contiene objetivos irrenunciables para los que apuesten por un cambio progresista. Hernández dijo que es necesario un cambio del sistema electoral, porque si no Coalición Canaria se eternizará en el Gobierno, y lamentó que si el PSOE gana las elecciones, previsiblemente no podrá gobernar porque no podrá estar asistido por fuerzas progresistas que lo apoyen.
Consideró que el manifiesto es el incentivo moral que se precisa para seguir trabajando por la reforma electoral.
Al margen de la identidad
En el manifiesto se indica que gran parte de su historia, el pueblo canario ha vivido al margen de su identidad, sin el conocimiento de sus raíces y de las implicaciones de su realidad y ha estado de espaldas a la construcción de su futuro.
Considera que los desafíos que hay que afrontar en el siglo XXI, y entre los que destaca la integridad de los valores naturales o la defensa de la igualdad, deben ser asumidos desde una perspectiva progresista. Además estima que desde el golpe de estado de 1936, Canarias no ha vuelto a recuperar plenamente sus ideales democráticos y estima que la imposibilidad de participación y transparencia democrática continúa siendo una lacra de la sociedad.
Por ello opina que se debe comenzar una etapa en la recuperación de los derechos democráticos básicos “que nos han sido hurtados durante décadas” y apuesta porque los canarios retomen las riendas de su futuro de manera responsable, abierta, democrática y participativa. El manifiesto afirma que los ciudadanos observan estupefactos, los casos de “corrupto maridaje” que surge entre la clase política y el poder económico y agrega que los canarios son espectadores sin voz “ante el espectáculo de privilegios y favores que otorgan, tanto los parlamentarios en la redacción de nuestras leyes como los gobernantes en su gestión política, a favor siempre de determinados intereses y contra el interés auténtico de la población”.
Afirma que ya es hora de oír hablar de calidad de vida, agrega que aspirar a la calidad de vida es hablar de más y mejores servicios y propone un desarrollo pleno de las políticas sociales y un giro radical en el modelo de desarrollo económico que no esté basado en la especulación. Además pide que se genere puestos de trabajo estables, que se desarrolle un ambiente favorable para la creación de nuevos espacios económicos y oportunidades de progreso y que se promueva un desarrollo turístico inteligente y sostenible.
Los firmantes del manifiesto apuestan por crear nuevas perspectivas en los sectores agrícola, ganadero, pesquero e industrial y por el relanzamiento de nuevos productos locales así como por nuevas formas y sistemas de transporte público y colectivo y por combatir la obsesión por el ladrillo y el asfalto. Indica que el objetivo principal es evitar que el desarrollo insostenible y caótico continúe.