La “urgente” Ley del Mecenazgo prometida por Clavijo sigue sin fecha

La futura Ley del Mecenazgo ha demostrado la distancia que hay en política entre las palabras y los hechos. Una legislación prometida por Fernando Clavijo durante su discurso de investidura, calificada por todos los grupos parlamentarios, y por la propia consejera de Turismo, Cultura y Deportes, Teresa Lorenzo; de “urgente” y vital para “diversificar la economía canaria” y crear “una industria cultural” en las Islas aún no tiene, sin embargo, un plazo para ser aprobada.

Un texto que, a las también prometidas leyes de Bibliotecas, de Archivos y de Patrimonio Histórico y Cultural, iba a contribuir a sacar del marasmo un sector cultural que, por lo escuchado en la Cámara regional, aún tendrá que esperar.

Así lo ha confirmado la consejera en el Parlamento de Canarias al asegurar, ante el requerimiento de “un calendario” de tramitación por parte de la diputada conservadora Josefa Luzardo, que “es complicado establecer plazos, primero tenemos que diseñar las políticas de la Consejería y temporalizarlas”. A lo más que se ha comprometido Lorenzo es a trabajar “el borrador existente en 2013, pues no partimos de cero, en el seno de la comisión de Economía y Cultura del Consejo Canaria de la Cultura”, un organismo que, como ha recordado el diputado Juan Márquez (Podemos) “solo se ha reunido una vez” desde su creación.

“Es urgente la Ley de Mecenazgo, sobre todo después de ver los presupuestos de Cultura para el año 2016”, aseguró la conservadora Luzardo, pues “se necesitan estrategias y ser capaces de atraer inversión privada, mediante una legislación beneficiosa, para que la cultura salga de estos tiempos difíciles”.

“El sector sigue abandonado. Es una cuestión de voluntad política” remachó el representante de la fuerza morada, que también presentó una iniciativa para crear una mesa de trabajo para impulsar la redacción de la Ley de Mecenazgo que fue rechazada por los votos de socialistas y nacionalistas.

Y es que PSOE y CC creen, como la consejera, que la mesa de trabajo debe ser la Comisión Canaria de la Cultura, donde ya están representados todos los actores del sector cultural, y que ésta sea la que remita el texto al Gobierno para que a su vez, los grupos parlamentarios lo tramiten, enmienden y aprueben finalmente. Como poco, un año más de retraso que hay que sumar a los dos ya existentes.

Con todo, para Márquez esa Ley “no es una solución, sino una herramienta más”, pues el problema se centra en que el Gobierno de Canarias no prioriza la inversión pública en el sector. “Las bibliotecas no han podido comprar ni un libro porque la partida está a cero, hay cero euros en las ayudas a la producción audiovisual local y la RTVC incumple la ley de contratar a productoras canarias”, ejemplificó.

Abandono al sector creativo

Unas críticas que ha asumido la propia consejera al reconocer que “no hemos acompañado al sector creativo canario”. En concreto, Lorenzo ha asumido que “la no contribución de la Comunidad Autónoma a proyectos cinematográficos canarios, ni tampoco por parte de RTVC, ha impedido a los mismos acceder a las ayudas del Ministerio”, pues el Gobierno central computa las ayudas de la propia autonomía a la hora de subvencionar productos audiovisuales.

“Nunca han tenido interés presupuestario por la cultura, que no puede limitar su desarrollo a lo que se puede financiar con los escasísimos recursos presupuestarios. La industria cultural y artística tiene un gran potencial para generar puestos de trabajo y contribuir a la diversificación económica”, insistió la conservadora Astrid Pérez.

Una crítica que también usó la diputada Gladis Acuña (Nueva Canarias) al afirmar que con las Cuentas de 2016 “el Gobierno no puede presentarse como un defensor de la cultura” y que volvió a ser asumida por la consejera Lorenzo: “no son los Presupuestos que se merece la cultura y no estamos satisfechos con ellos”.

Y es que, rizando el rizo del esperpento, la consejera coincidió punto por punto con las intervenciones de la oposición: “la cultura es economía, genera riqueza y empleo cualificado”

Por ello, aunque sin fecha, “vamos a trabajar en este anteproyecto de ley para favorecer la demanda e incrementar la oferta mediante la aportación de la financiación privada”, pues se ha manifestado convencida de que “implicaremos al tejido empresarial para buscar vías alternativas de financiación para beneficiar a todas las facetas culturales” del Archipiélago.

“El problema es que no logramos entender del todo las posibilidades económicas de la cultura y que cada euro que se utilice en ella se multiplicaría”, insistió Márquez.

Una tesis en la que también incidió la socialista Victoria Hernández al recordar que “el Obispado está esperando la Ley para acabar unas construcciones, lo que significa generar riqueza y puestos de trabajo”.

Sin agobiar

Sin embargo, y pese a coincidir en todo lo demás, tanto el Gobierno como el Pacto mantienen su posición, resumida en la intervención del nacionalista Juan Manuel García Ramos: “la nueva Consejería que está en reestructuración. y creo que estamos agobiando un poco a la consejera. Hay una promesa del presidente que se va a cumplir. La Ley debe estar a la altura de lo que necesita el sector cultural y artístico, debe cubrir los huecos que existen. Aunque la oposición tiene que hacer presión,hay que respetar la agenda de la Consejería”.

Una tesis que no satisfizo a Luzardo, que recordó a la consejera que “la legislatura es muy amplia, quedan más de tres años y medio y hay que establecer prioridades”, pues, de lo contrario “no se hará nada”.