El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria acordó este martes mantener el desalojo de los 23 vecinos de la zona de Obispo Romo, donde las últimas lluvias agrietaron el muro sobre el que se asienta esta calle, que se mantiene cerrada al tráfico, así como el Barranquillo de Don Zoilo.
La Junta de Gobierno tomó esta decisión tras conocer el informe elaborado por el Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (Intemac), que advierte de los “graves problemas” que presenta el muro y que precisa de la toma de una “gran cata” para conocer los vicios ocultos que presenta, informó el director de gobierno de Urbanismo, Carmelo Padrón.
De este modo, el Ayuntamiento comenzará antes de que finalice la semana el vaciado de la trasera del muro de Obispo Romo para conocer esos vicios ocultos de la construcción y el estado de los pilotes y los tirantes. Este proceso técnico denominado cata y recomendado por el informe realizado por la empresa especializada Intemac es inédito en Canarias, por lo que se desconoce su duración.
El consistorio ha encargado a la empresa municipal Geursa que contrate los servicios de una empresa para que las obras comiencen de inmediato, agrega. Dicho informe, además recomienda el desalojo de los vecinos y el corte de tráfico, ya realizado por el ayuntamiento.
Los vecinos continuarán desalojados y el tráfico rodado continuará cerrado hasta que se concluya la obra de la cata, que es de “gran complejidad” y que requiere del vaciado de la tierra por la parte trasera del muro.
El concejal de Seguridad, Jesús González Dumpiérrez, informó de que las medidas cautelares de seguridad se mantienen, salvo la apertura desde martes del acceso peatonal por la acera de la calle Obispo Romo situada frente a la dañada, que presenta una zanja de unos 150 metros de longitud.
González Dumpiérrez indicó que las líneas 3 y 30 de Guaguas Municipales serán desviadas de la zona, que se suprime la parada situada en el Asadero de Pollos del Puente, y que se habilitará otro área para proceder a los exámenes de conducción.
Padrón informó también de que este martes se celebró una reunión con los responsables de la compañía Telefónica para que adopten medidas con el fin de que trasladen las instalaciones de la zona para que las comunicaciones no resulten afectadas.
El Ayuntamiento informará a los vecinos desalojados de manera sistemática sobre la evolución de las obras, aseguró la teniente de alcalde, Teresita Morales.
La concejala de Servicios Sociales, Marcela Delgado, indicó que de las personas 23 desalojadas, las que optaron por alojarse en un hotel continúan en él, y las que decidieron refugiarse en casas de familiares también siguen en la misma situación.
Las obras está previsto que se inicien esta misma semana, indicó Padrón, quien insistió en su “gran complejidad” y en que no se puede calcular aún el tiempo de duración