Los Verdes ha denunciado en el Parlamento Europeo la intención del Gobierno de España de otorgar licencias para la realización de prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Canarias. En una pregunta realizada por el eurodiputado español del grupo parlamentario del partido, Raul Romera, ha informado al comisario europeo de Medioambiente que el pasado 7 de febrero el Ministerio de Industria, Energía y Turismo remitió a los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura los expedientes según los cuales se abrirá un proceso para permitir las prospecciones en las costas de las islas.
Según la portavoz de Los Verdes en Lanzarote, Pilar Peláez, los lugares en los que se van a autorizar las exploraciones se encuentran junto a algunas de las áreas de mayor valor ecológico de Canarias, que, según advierte, sufrirían “graves daños por el aumento de tráfico marítimo, además de poner en situación de riesgo extremo la zona en caso de vertidos”.
En respuesta a la pregunta realizada también por Los Verdes sobre los permisos otorgados por Marruecos, el comisario europeo, Gunther Oetinger, explicó en nombre de la Comisión que se está elaborando un Reglamento sobre la seguridad de petróleo en el mar y las actividades de gas de prospección, exploración y producción. Dicho documento explica cómo reforzar los medios para influir en las normas de seguridad en alta mar y prevé la obligatoriedad de los Estados miembros a informar a la Comisión de las acciones que puedan sean susceptibles de accidentes en alta mar.
Motivo por el que Los Verdes ha solicitado la opinión da la Comisión “respecto al inicio de prospecciones petroleras en una zona de alto valor ecológico y de elevada dependencia económica del turismo como es el caso de las Islas Canarias”.
Asimismo cuestiona si el procedimiento de otorgamiento de licencias para prospecciones iniciado recientemente por el Gobierno español “cumple plenamente” el reglamento que se está desarrollando entre la Comisión y el Parlamento Europeo.
Peláez valora la unanimidad de las instituciones canarias a la hora de “oponerse a unas prospecciones que significarían un suicidio medioambiental y económico para el Archipiélago”.