Veteranos y perfiles inexpertos se mezclan en los primeros nombramientos del Gobierno CC-PP, con el doble de hombres que de mujeres

Carlos Sosa

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Los primeros 53 altos cargos del nuevo Gobierno de Canarias, fruto del pacto entre Coalición Canaria y el Partido Popular, no mantienen un modelo de perfil constante en ninguna de las dos fuerzas gobernantes. Se combinan nombres de personas experimentadas en las áreas para las que han sido designadas con otras con currículos decepcionantes, incluso preocupantes, como el director general de Costas y Gestión del Espacio Marítimo Canario, competencias de nueva asunción por parte de la comunidad autónoma, que asume desde ahora un empleado de banca con estudios de Biología.

A la espera de que se complete el organigrama, los primeros nombramientos no son nada paritarios: 36 hombres frente a 17 mujeres. Solo hay mayoría de mujeres en Hacienda y Relaciones con la Unión Europea, cinco frente a dos hombres, y se cumple el 50-50 en la Consejería de Sanidad. Ambas tienen a mujeres al frente, Matilde Asián y Esther Monzón, respectivamente, y sólo han sido nombrados exclusivamente hombres hasta ahora en la Viceconsejería de Economía, Industria, Comercio y Autónomos, a cargo de Manuel Domínguez, presidente del PP canario, en cuya vicepresidencia, también a su cargo, sólo ha sido designada una mujer frente a tres hombres.

Algo parecido ocurre en el núcleo duro del presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, que se ha rodeado de tres viceconsejeros, dos directores generales y un secretario general hombres y tan solo una mujer, la directora general de Comunicación, Cristina García Maffiote.

En Presidencia llama la atención la elección de Alfonso Cabello como cara visible del Gobierno de Clavijo. Lo ha designado viceconsejero de la Presidencia y futuro portavoz y debe haber valorado en él los servicios prestados como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife durante los años de alcaldía de José Manuel Bermúdez. De hecho, Cabello estaba llamado a ser el sustituto del alcalde en una operación que se ha frustrado, paradójicamente, por el éxito cosechado por Coalición Canaria con su vuelta al poder autonómico. Bermúdez soñaba (y sigue soñando) con dar el paso a la política nacional mediante su nombramiento como senador autonómico y para eso existía ya el acuerdo de abandonar la vida municipal y hacer a Alfonso Cabello alcalde aún saltándose a la número dos del consistorio, Gladys de León. Bermúdez no se ha dado por vencido y compaginará de momento su cargo de alcalde de la segunda ciudad de Canarias con el de parlamentario de CC.

El equipo más allegado a Clavijo en la Presidencia del Gobierno lo componen, además de Cabello, el incombustible Ceferino Marrero, secretario general, que ya lo fue en anteriores ocasiones y que ha acompañado al presidente en el Ayuntamiento de La Laguna dirigiendo uno de los departamentos más delicados de aquella etapa: la asesoría jurídica, tanto la institucional como la de buscarle a su jefe dictámenes y asesorías que le libraran de las tres causas penales en las que estuvo envuelto. Al frente de los Servicios Jurídicos de la Comunidad Autónoma, Clavijo ha colocado a un innegable experto en Derecho Administrativo, el magistrado Jorge María Riestra Sierra, con rango de viceconsejero. Tras una carrera de más de 30 años, actualmente servía como magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Le asistirá como director general de los Servicios Jurídicos Francisco Javier Rodríguez Castillo, licenciado en Derecho y veterano funcionario de carrera de la Comunidad Autónoma.

El responsable del gabinete del presidente, con rango de viceconsejero, es David Pérez-Dionis, licenciado en Filología Francesa y funcionario de carrera del Cuerpo de Inspectores de Educación. Dos periodistas completan el equipo más allegado al presidente: Octavio Caraballo, director de Coordinación Orgánica y Proyectos Estratégicos, que lleva más de dos décadas vinculado a Coalición Canaria en muchos destinos profesionales y políticos, y Cristina García Mafiotte, una currante que lidia muy bien con todos los medios informativos. Es la única mujer hasta ahora designada para el equipo presidencial.

El vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguez, presidente regional del Partido Popular, también ha formado un equipo mayoritariamente formado por hombres, tanto en la Vicepresidencia como en la Consejería de Economía, que también es de su competencia. Su jefe de gabinete, con rango de viceconsejero, es Eduardo Hernández Rosa, que ha trabajado codo con codo con él tanto en el PP como en el grupo parlamentario popular en la Cámara autonómica. El resto del equipo está formado por personas a las que parece habérsele designado cometidos muy enfocados al asesoramiento y a la estrategia. Ha nombrado viceconsejera de Coordinación y Relaciones Institucionales a la veterana dirigente del partido María Auxiliadora Pérez Díaz; como director de Planificación e Información, al periodista José David Santos, y como director de Análisis y Estudios a Andrés González, con el que viene trabajando desde que fue alcalde de Los Realejos.

En Economía asistirán a Domínguez cuatro hombres: Marcos Barrera, como secretario general técnico, con una amplia experiencia municipal; Gustavo González de Vega, como viceconsejero de Economía e Internacionalización, es licenciado en Derecho con un máster en Administración Marítima y Portuaria; el veterano Felipe Alfonso El Jaber, como viceconsejero de Industria, Comercio y Consumo, y David Mille Pomposo, que repite en el cargo que ya ocupó de director general de Comercio y Consumo.

El resto de equipos de las consejerías designados hasta el momento es muy variopinto, con algunas personalidades llamativas. Como el nuevo viceconsejero de Bienestar Social, Francis Candil, que abandonará su acta de concejal en Las Palmas de Gran Canaria tras unos pobres resultados electorales (sexta fuerza con menos de 8.000 votos). Es la manera que tiene Coalición Canaria de dar brillo y esplendor al partido en una isla donde no termina de arrancar con brío. 

Así se explica también el nombramiento de Pablo Rodríguez como consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, esta vez sin el glamour de la vicepresidencia, honores que alcanzó en 2015 con un balance final menos que discreto. Vuelve a ser el único diputado por Gran Canaria elegido en las listas de CC. Uno de sus nombramientos va a ser muy vigilado. 

Se trata de Antonio Acosta Felipe (Tony Acosta), que ha sido nombrado director general de Costas y Gestión del Espacio Marítimo Canario. Ese largo enunciado engloba un paquete muy complejo de competencias recientemente transferidas por el Estado que son esenciales para Canarias por sus condiciones naturales, turísticas y, consecuentemente, estratégicas y económicas. Pablo Rodríguez ha puesto al frente de ese departamento a una persona que, como toda trayectoria política, aporta haber sido primer teniente de alcalde y concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma desde hace un mes, tener estudios de Biología y haber trabajado como empleado en un banco. Es el vicesecretario insular de CC de La Palma y secretario local de la capital.

Por Fuerteventura se producen nombramientos relevantes por las dos principales fuerzas del pacto. El PP, por ejemplo, coloca de directora general de Asuntos Europeos (Consejería de Economía) a Celia Alberto, hija del polémico empresario ganadero y quesero Alfredo Alberto, envuelto en numerosas vicisitudes, incluidas las judiciales, y sin ninguna experiencia en la materia, más allá de lo que haya podido aprender de su etapa como diputada nacional. Por contra, la consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, Migdalia Machín, se ha hecho de nuevo con los servicios de otro veterano, Horacio Umpiérrez, como viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural. Curtido en mil batallas en la siempre activa Asamblea Majorera, Umpiérrez fue director general de Cultura entre 1995 y 1999, y siempre una persona influyente en los ambientes culturales y políticos de la isla.