Ni Felipe ni Zapatero: la intermediación de Jerónimo Saavedra fue la que convenció a Casimiro Curbelo para el pacto progresista

Casimiro Curbelo conversa Jerónimo Saavedra en los pasillos del Parlamento de Canarias.

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

Que Casimiro Curbelo, líder máximo de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), era la clave para cualquiera de los pactos posibles en Canarias dan fe la batería de opciones que se le propusieron tras las elecciones del 26 de mayo. Pero su decantación hacia el pacto de progreso con el PSOE, Nueva Canarias y Podemos se debió a factores muy concretos, entre ellos su histórica pertenencia al Partido Socialista, que se vio forzado a abandonar en vísperas de las elecciones de 2011 tras los incidentes que protagonizó a la salida de un club nocturno en Madrid.

Tras un mes de incertidumbre acerca de si se inclinaría hacia Coalición Canaria -por su íntima amistad con el presidente saliente, Fernando Clavijo- o hacia el grupo progresista, Curbelo ha optado por la opción que más se acerca a su ideología, la que ha recuperado estos días gracias a contactos como los que ha mantenido con José Luis Ábalos, actual secretario de Organización del PSOE, y con los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la intervención que parece haber sido la decisiva es la del histórico Jerónimo Saavedra, ex secretario general del PSOE canario, ex presidente regional, exministro y exalcalde de Las Palmas de Gran Canaria.

“Casimiro Curbelo es un socialista que nunca debió haber sido apartado de las listas en 2011”, declaró este jueves en Cope Canarias Jerónimo Saavedra. Lo expresó con absoluta convicción seguramente por haber sido ese el reproche que más ha escuchado del líder de la Agrupación Socialista Gomera estas últimas semanas, a partir del momento en el que recibió de manos de Ángel Víctor Torres, secretario general del PSSOE, el encargo de convencerlo para que se inclinara por el pacto de progreso y renunciara las tentaciones de Coalición Canaria en un pacto con el PP, con Ciudadanos y, circunstancialmente con Nueva Canarias, que durante una fase de las negociaciones también jugó a esa opción.

Distintas fuentes del Partido Socialista Canario han confirmado que Casimiro Curbelo recibió llamadas telefónicas de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero. Esta última llamada, la de Zapatero, que pasa la mitad de su tiempo en Lanzarote, por lo que es profundo conocedor del ecosistema político canario, incomodó especialmente a Curbelo por haber sido durante su liderazgo al frente del partido cuando comenzó su declinar y, finalmente, su irradiación de las listas al Senado en las elecciones de 2011.

Curbelo se considera esencialmente un socialista en la reserva, una condición esa que públicamente le reconoció este jueves Jerónimo Saavedra en el momento de valorar la posición adoptada por el líder gomero en la confección del pacto de progreso.

También debe haber sido muy influyente la reunión que, al comienzo de estas negociaciones, el gomero sostuvo en Madrid con José Luis Ábalos, que acumula a su condición de secretario de Organización la de ministro de Obras Públicas en funciones, una cartera muy sugestiva para un dirigente insular que ansía acometer determinadas obras en La Gomera.

Casimiro Curbelo ha tenido que vencer no solamente su satisfacción plena por el trato que recibió estos últimos años la isla que preside por parte del gobierno de Fernando Clavijo, sino también la tensión que le provocó que el PSOE no consiguiera disciplinar al candidato socialista a la alcaldía de Valle Gran Rey para apoyar al más votado, es decir, el de la ASG. Esa afrenta sigue abierta, aunque el presidente gomero ha recibido y confirmado la predisposición de Ángel Víctor Torres de corregir la situación creada en esa plaza, situación a la que también contribuyeron, dicho sea de paso, Nueva Canarias y Sí Se Puede, también presentes en el pacto regional.

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