Carta gastronómica a los Reyes Magos
Queridos Reyes Magos: me gustaría pedirles en esta carta de un listado de deseos para este próximo 2020, donde trabajar por aprender y conocer parte de la gran gastronomía de nuestro país sería el mejor de los regalos para mí.
No voy a ponerles qué sitios me gustaría repetir de los que ya conozco, porque la lista sería eterna, pero queridas majestades, permítanme que sí les escriba algunos de los que deseo conocer, contando con la magia y la ilusión que ustedes desprenden.
En Madrid me encantaría poder descubrir el talento de DiverXO, la barra de Luke by Soma, el mar de Estimar, la España de Cebo, el país vasco de Arima o el flamenco de El Corral de la Moraría. Y si ya salimos de la ciudad, ya por pedir, dejarme llevar por la caza de Lera en Zamora o la personalidad de Iván Cerdeño en Toledo. Sería misión cumplida.
En el Norte, aumentar mi conocimiento de Galicia visitando la atractiva propuesta de mercado en A Tafona o la sensibilidad de El Culler de Pau. De Asturias y Cantabria te diría que hay tres nombres propios que me gustaría conocer de primera mano, Casa Marcial, Annua y El Cenador de Amós, ya que tengo la sensación que encontraré respeto a las raíces, amor al producto y trabajo en familia.
La Rioja es mucho más que vino y este año pido conocerla a fondo bajo la barra de Kiro Sushi, la casa de Paniego en su Portal de Echaurren o la cocina helada en Della Serra. Ya en el País Vasco los fuegos de Etxebarri, la sostenibilidad de Azurmendi o la historia de Zuberoa están escritas con letras de oro. Pero San Sebastián no me va a dejar ir sin conocer el nuevo Amelia, la tradición de Akelarre o las manos femeninas de Arzak en este siglo XXI. No me olvido de Galerna y Xarma, ya que tras grandes personas que están al frente y que tengo la suerte de conocer, ahora me gustaría probar sus platos.
En el Levante toca pedir salir de Valencia capital para sumergirme en la montaña de L’Escaleta, la belleza de Dacosta, la chispa de Bon Amb o la elegancia de Audrey´s.
En Andalucía me gustaría seguir profundizando en los mares que ya conocí en este 2019, por ello visitar Málaga y sus alrededores con sitios como los aromas y sabores de Bardal en Ronda, o las cocinas de Dani Carnero en la capital malacitana como son Kaleja o La Cosmopolita, junto a la nueva Leña que dará Dani García, el producto de Los Marinos o la untuosidad de Kava Marbella. Son mis peticiones para 2020 en el sur peninsular.
Por Canarias tengo que pedirles a sus majestades que me den tiempo y capacidad de organización para poder rendir visita en este 2020 a las 8 islas, ya que en cada una de ellas hay cocinas a las que seguir la pista para ver su evolución, otras para descubrir y muchas para disfrutar. Desde La Graciosa hasta El Hierro, en las 52 semanas que tiene el año, quiero pedirles tiempo para todas ellas, desgranando al igual que en la Península, restaurantes que no conozco, porque a los que sí, ya saben que intentaré volver a una gran parte de los mismos.
En La Gomera quiero probar la osadía de La Salamandra, pero en Tenerife la parada deberá ser más larga, por un lado para conocer de primera mano lo que se cocina en Kabuki Abama, el único restaurante con Estrella Michelin que aún no he visitado en las islas, cosa que tiene delito. Y para descubrir nuevas cocinas pido ir a Goxoa, el nuevo Haydée, El Secreto de Chimiche, El Calderito de la Abuela, Donaire, Brunelli, La Sandunga o Cumai, entre otros que seguro se me escapan. En Fuerteventura, Casa Marcos sería mi deseo. Mientras tanto, en Lanzarote pido descubrir las manos de Casa Brígida, el entorno del Palacio de Ico o la atrevida juventud de Liken. Si no es mucho abuso, me gustaría viajar a La Graciosa, la octava isla y poder conocer su propuesta.
Por último, mi isla, Gran Canaria. Aquí voy a pedir que la misma siga creciendo y evolucionando, sin dejarse guiar por la autocomplacencia de un año esplendoroso como ha sido este 2019, donde ustedes, queridos Reyes Magos, han traído dos estrellas como adelanto a la Navidad. En mi casa les pediré ir a sitios como El Estragón, Sarang, Calma Chicha o Sidecar, si hablamos de restaurantes con nombre propio. Pero voy a ir un poquito más allá y les pido que me ayuden a organizarme y trabajar para conocer cocinas del sureste, norte y medianías de la isla.
Bueno, hasta aquí ha sido esta carta de Reyes Magos, o también pueden tomarla como mi resumen de propósitos para este próximo 2020 en lo que espero y deseo les traiga a ustedes también 365 días llenos de sabor en torno a esta pasión que nos une como es la gastronomía.
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