Casi desde el mismo comienzo de la crisis económica, los sucesivos responsables políticos de las distintas administraciones públicas se han empeñado en buscar toda clase de indicadores económicos que pudiesen ser interpretados como brotes verdes que apuntaran hacia el inicio de una recuperación que, tras más de cinco años, parece no llegar nunca.
La evolución de la cifra de desempleo y el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) son los principales indicadores a los que cíclicamente se aferran los dirigentes de los Ejecutivos central y canario para asegurar que ya se ve la luz al final del túnel. Durante el pasado año, el presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, repitió hasta la saciedad que la economía de las Islas había recuperado la senda del crecimiento, después de que el Archipiélago hubiese cerrado el año 2011 con un crecimiento del 2,6% en su PIB.
Según Rivero, este crecimiento, el mayor del Estado en ese año, demostraba que la economía isleña comenzaba a dar síntomas de reactivación y que, gracias a los ajustes realizados hasta entonces por su Ejecutivo, Canarias se encontraba en una posición idónea para encarar la salida de la crisis con mayor velocidad que el resto de regiones españolas. Sin embargo, gran parte de este tirón se debió al buen comportamiento registrado por el sector turístico, que vio cómo sus cifras mejoraban enormemente gracias al desvío de visitantes a las islas motivado por la inestabilidad política registrada en los mercados del norte de África durante la llamada Primavera árabe. Una vez finalizado ese efecto, el PIB del Archipiélago volvió a resentirse, registrando una caída en torno al 1% en 2012, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Además, esa previsión de recuperación económica, basada exclusivamente en un repunte circunstancial del PIB del Archipiélago parecía chocar frontalmente con un paro desbocado que solo el pasado año se incrementó en un 7,75%, al pasar las Islas de casi 342.000 desempleados en el último trimestre de 2011 a los más de 368.000 registrados a finales de 2012, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Cifra que, por otra parte, continuó elevándose en el primer trimestre de este año, periodo en el que Canarias alcanzó los 385.600 desempleados.
Esta contradicción entre los dos indicadores más empleados para justificar el comienzo del ansiado fin de la crisis económica pone de manifiesto que, aunque no dejan de ser válidos para analizar la coyuntura actual, los datos del paro y el PIB no son los únicos elementos a tener en cuenta a la hora de tratar de determinar hacia dónde se dirige la economía de las Islas. Junto a ellos, existen otros indicadores menos conocidos cuyo análisis conjunto puede ayudar a esclarecer de forma mucho más precisa si realmente los tan ansiados brotes verdes comienzan a germinar en la economía de las Islas.
El problema del desempleo
A pesar de que el índice de desempleo no es un indicador suficiente para determinar la salida de la crisis, es evidente que su importancia es capital, ya que la evolución del refleja de forma directa la forma en la que esta golpea directamente a la ciudadanía y, además, la falta de un puesto de trabajo y los consiguientes ingresos repercuten en otros indicadores y factores, como el consumo, que condicionan la evolución de la economía.
Sin embargo, el principal problema del paro es su cuantificación. En la actualidad, existen dos datos oficiales de desempleo. Uno viene dado por el número de personas registradas como demandantes de trabajo en las oficinas del Sistema Público de Empleo Estatal (SEPE) y la otra proviene de la Encuesta de Población Activa que cada tres meses elabora y publica el INE.
La recuperación económica prevista por el Gobierno canario, basada exclusivamente en un repunte circunstancial del PIB, choca con un paro desbocado.
De acuerdo con la primera fuente, el pasado mes de junio acabó con un total de 293.054 personas demandantes de empleo en el Archipiélago, lo que representaba un descenso del 1,12% con respecto a la cifra de mayo, aunque también un 0,82% más que el número de parados registrado doce meses antes.
El último dato de la EPA, publicado el pasado jueves 25 de julio, por contra, señala que el número de parados en Canarias se situó en 371.300 personas en el segundo trimestre del año, lo que sitúa la tasa de desempleo en el 33,69% de la población activa, tras registrarse un descenso de 14.300 personas con respecto al trimestre anterior. Por el contrario, la cifra de paro en el Archipiélago es ahora un 5% superior a la del segundo trimestre de 2012, lo que sitúa al Archipiélago como una de las comunidades autónomas con una mayor tasa de desempleo de todo el estado.
Entre las cifras ofrecidas por el SEPE y la EPA existe una diferencia de 78.246 personas. Esto se debe a la diferente metodología empleada para medir este dato. Así, mientras la estadística del SEPE recoge el número de demandantes efectivamente inscritos en las oficinas de empleo, la EPA se basa en una encuesta realizada por el personal del INE. Según la mayoría de los expertos, la cifra que arroja esta segunda, a pesar de provenir de una encuesta con el margen de error que ello conlleva, es mucho más fiable que la de demandantes inscritos, puesto que muchas personas pueden no estar inscritas en las oficinas del antiguo INEM pese a buscar empleo. Es más, un descenso del número de personas inscritas en esta lista no implica necesariamente un menor número de parados, ya que, después de agotar sus prestaciones económicas, muchas personas desisten de renovar su inscripción ante la falta de perspectivas de conseguir alguna oferta de empleo a través de este servicio.
Canarias continúa siendo una de las comunidades autónomas con mayor tasa de desempleo del Estado.
Por ello, otro indicador a tener en cuenta es la variación en el número de afiliados a la Seguridad Social, ya que refleja de forma mucho más fidedigna la evolución del empleo. En concreto, este indicador refleja el aumento o disminución de trabajadores que cotizan en la Tesorería General de la Seguridad Social. Así, en junio el número de medio de afiliados a la Seguridad Social en Canarias ascendió a 642.542 personas, frente a las 643.461 del mes anterior, lo que supone un descenso del 0,14%, mientras que la caída se eleva al 1,32% al compararla con los 651.002 afiliados medios registrados en el mes de enero.
En estos meses, la caída de la afiliación ha afectado tanto a los trabajadores asalariados ?que cotizan en el Régimen General? como a los autónomos, con un descenso en el número de cotizantes del 1,61 y del 0,32%, respectivamente entre enero y junio.
La divergencia entre el número medio de cotizantes, que refleja el promedio de trabajadores de alta en cada uno de los días laborables del mes, que en junio descendió un 1,4%, y el paro registrado en ese mismo mes, que también cayó un 1,12% muestra por qué la cifra de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Canario de Empleo no es un indicador infalible.
El papel del comercio al por menor
Junto a la evolución del empleo, otro de los indicadores fundamentales para detectar una reactivación de la economía es el consumo, ya que un incremento en las ventas de bienes y servicios supone no solo una mejora en los resultados de los distintos sectores productivos, sino que también indica un aumento de la confianza de los consumidores en la marcha de la economía, algo fundamental para poder salir de la crisis.
Sin embargo, un vistazo a este indicador mensual que elabora el INE a partir de los datos de ventas y empleo proporcionados por 12.500 empresas minoristas de todo el país no refleja una tendencia positiva. En concreto, en el Archipiélago este índice ha caído entre enero y mayo un 4,2% ?un 0,8% de media anual?, si bien las Islas son la comunidad autónoma donde menos han disminuido las ventas en el periodo, con la excepción de Baleares, que arroja un crecimiento en el índice del 2%.
En lo que respecta a la tasa de variación de la ocupación, en consonancia con la evolución de la cifra de paro, el empleo en el comercio minorista de las Islas disminuyó un 2,2% en los primeros cinco meses del año, que representa una tasa de variación anual del 1,2.
Venta de vehículos e hipotecas
La concesión de préstamos personales e hipotecarios, la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC) o la evolución en las ventas de automóviles son otros de los indicadores que se pueden tener en cuenta para analizar la evolución de la economía, si bien este último indicador puede verse alterado por los diversos planes que en los últimos años han establecido los sucesivos gobiernos para incentivar la renovación del parque automovilístico.
En concreto, durante el pasado mes de junio se registraron 2.475 matriculaciones de vehículos en el Archipiélago, lo que supone un aumento del 7,5% con respecto al mismo mes de 2012, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam). Sin embargo, y a pesar de la vigencia del plan PIVE, en los seis primeros meses del año, las entregas de vehículos en las Islas cayeron un 3,7% en comparación con el mismo periodo del pasado año, tras alcanzar las 11.041 unidades matriculadas.
Las ventas de vehículos usados, en cambio, registraron un aumento del 1,3% en las Islas en el primer semestre del año, frente al 5% de media nacional, según datos de concesionarios y vendedores.
Del mismo modo, la evolución de la concesión de préstamos hipotecarios permite discernir el nivel de confianza en la evolución de la economía tanto de los particulares que los solicitan como de las entidades financieras que los conceden. El último dato publicado, correspondiente al pasado mes de mayo arroja unas cifras en mínimos históricos, con una caída anual del 30,9%. En concreto, en ese mes se constituyeron tan solo 731 operaciones hipotecarias en el Archipiélago, un 1,7% menos que durante abril. En ese mes el importe medio de las operaciones se situó en 53.571 euros, lo que supone un descenso anual del 38%.
Producción comercial
Al igual que el consumo, también la producción industrial da cierta idea de hacia dónde se encamina la economía. Así, un empeoramiento de la misma hará que las empresas produzcan menos y una mejoría en sus mercados provocaría un aumento de la producción. Para determinar esta situación existe el Índice de producción industrial (IPI), un indicador elaborado por el INE que mide la evolución de la actividad productiva mensual, en diversos sectores industriales a partir de una encuesta realizada a unos 13.000 establecimientos con la que se obtiene información de casi un millar de productos representativos de las distintas ramas de actividad.
Este índice, que en mayo presentaba una tasa anual del -1,3% a nivel nacional, se alcanzó un 16,5% en Canarias, lo que supone el mayor incremento en la tasa anual registrado en ese mes, mientras que la media de los primeros cinco meses del año se situó en un 3,7%, con un índice de 80,3 puntos.
Cuestión de confianza
La percepción de la evolución de la economía es también importante a la hora de determinar los indicios de recuperación. Por ello es necesario prestar especial atención a los índices de confianza del consumidor y empresarial.
En el caso del primero, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), directamente dependiente del Gobierno central, no existen datos desagregados por comunidades autónomas, pero la cifra global del país, 61,8 puntos en junio, frente a los 50,8 registrados el mes anterior, reflejan una leve mejoría que, si se compara con los 50,6 que arrojaba en junio del pasado año, indican una percepción levemente optimista de la actual coyuntura económica, aunque muy alejada todavía de los 100 puntos que indicarían una percepción positiva por parte de los consumidores.
El INE muestra que la confianza empresarial en el Archipiélago aumentó un 0,8% en el tercer trimestre de 2013.
En lo que respecta a la confianza empresarial, por contra, la situación es contradictoria en función de los índices que se consulten. Así, según el elaborado por las Cámaras de Comercio, en el primer trimestre del año la confianza cayó en los indicadores de facturación, empleo e inversión, mientras que sólo aumentó, aunque levemente en el referido a la evolución de las exportaciones. Para la consultora Deloitte, en cambio, el Índice de Confianza Empresarial registró en junio una bajada de casi 10 puntos con respecto al mes anterior, situándose en 89.2 puntos de 250 posibles, si bien se encuentra 17 puntos por encima del registrado el mismo mes del pasado año.
Para encontrar datos específicos de Canarias es necesario volver a acudir al INE, que muestra que la confianza empresarial en las islas aumentó un 0,8% en el tercer trimestre de 2013, lo que sitúa al Archipiélago a la cola del optimismo empresarial del país, cuya media se encuentra en el 5,5%.
La importancia de la marcha del turismo
Entre la multitud de indicadores que pueden ayudar a diagnosticar la coyuntura económica actual y discernir la existencia de brotes verdes en un futuro cercano en el caso de Canarias es necesario tener muy en cuenta los referidos al sector turístico, ya sea la llegada de turistas a las islas, o los indicativos de pernoctaciones y gasto durante su estancia.
Según datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), el pasado mes de junio el archipiélago recibió 711.735 turistas extranjeros a través de sus aeropuertos, lo que supone un incremento del 2,97% con respecto a los 691183 llegados en el mismo mes del pasado año. En lo que respecta a los turistas residentes en España, estos aumentaron en 8.211 personas, hasta alcanzar los 131.134, cifra un 6,68 superior al mes de junio de 2012.
Aún es pronto para saber si el presumible repunte en la llegada de turistas a Canarias servirá para propiciar una recuperación sostenible de la economía.
Estos datos positivos se acompañan de una ocupación hotelera del 66,4% durante el mes de mayo (último dato publicado por el INE), mes en el que el Archipiélago recibió un total de 796.506 turistas por vía aérea, de los que 687.691 eran extranjeros, frente a los 108.815 que residían en España. Además, según los datos del Istac, durante el primer trimestre del año el gasto turístico en el Archipiélago se incrementó en un 12,13% con respecto a los últimos tres meses de 2012.
Para los agentes turísticos, esta evolución del principal motor económico de las Islas puede mejorar aún más en los próximos meses, ya que, aseguran, Canarias aún no se está beneficiando del desvío de turistas debido a las nuevas revueltas registradas en países como Egipto o Turquía.
En cualquier caso, aún es pronto para saber si ese presumible repunte en la llegada de turistas al Archipiélago servirá para propiciar una recuperación sostenible de la economía o si, por el contrario y tal y como ya ocurriera hace dos años, los brotes verdes que todos decían ver acabarán pisoteados por una realidad en la que un sinfín de indicadores se empeñan en no dejar ver la luz que señala el final del largo y tortuoso túnel de la crisis.
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