2018 marcará un registro histórico para las Islas Canarias. El presupuesto de la Comunidad Autónoma supera los 8.200 millones de euros. De ellos, sólo 25 se destinarán a la promoción cultural. El presupuesto para el área de las artes aumenta respecto a 2017, pero, según voces autorizadas y trabajadores del sector, no lo suficiente, manteniendo esta cifra aún a una larga distancia del 2% prometido repetidas veces por los poderes públicos.
La industria cultural en Canarias atraviesa todavía por un periodo de reconversión después del duro golpe que supusieron los recortes en inversión pública en este segmento a causa de la crisis, cuando la inversión del Gobierno regional en este capítulo se redujo hasta en un 70 %. El sector, poco a poco, ha ido tomando el pulso a la realidad y la proliferación de conciertos y proyectos culturales vuelven a ser una constante. Para 2018 ya aparecen los primeros grandes nombres en el calendario. Ahora bien, ¿este proceso de reconquista se está haciendo de forma ordenada?
Martín Rivero, director de TantoArte Producciones, es uno de los profesionales de este ámbito con más experiencia. De su visión global se desprende que en este proceso de reconquista del sector hay aspectos importantes que deberían gestionarse desde otro punto de vista. La actividad de producción artística ha crecido y vuelve a ser latente en las Islas, pero el camino transitado quizás no esté siendo el más adecuado: “Es cierto que se ha recuperado bastante la normalidad en cuanto a la celebración de conciertos en cantidad y calidad. Es más, creo que hay, hoy en día, más oferta y que ha crecido el número de productores de conciertos con respecto a antes de la crisis”.
“Lo que pasa –continúa Rivero- es que no lo valoro positivamente para el sector porque tanta atomización en la producción lo que ha provocado es que sean muy pocas iniciativas las que resulten con beneficios, al final, para su promotor. Ello ha supuesto un alto índice de fracaso entre los promotores, especialmente los más nuevos, y escasa consolidación de empresas con fiabilidad, proliferando el intrusismo. Se hace necesario ahora, antes de que sea tarde, un proceso de concentración empresarial de estas productoras, que son pequeñas empresas, y un mayor diálogo y coordinación entre las mismas para evitar saturación del mercado que es malo para todos”.
Como ejemplo de este crecimiento desordenado en el que se ha visto inmerso el sector Martín Rivero pone lo sucedido durante el transcurso del verano en la Isla de Tenerife: “No es conveniente que se repitan casos como el del este año en que en un mismo mes, en julio, coincidieron en Tenerife cuatro conciertos de gran formato como los de Aerosmith, Juan Luis Guerra, Rubén Blades y Luis Fonsi. Una auténtica locura que lo que provoca es que esos conciertos se hagan la guerra comercial entre sí y las pérdidas sea la nota predominante”.
Según una nota oficial emitida por el propio Gobierno de Canarias, las cuentas del área de Cultura aumentarán 31,73% hasta alcanzar los 24.939.220 euros, 6 millones más que en 2017, ejercicio en el que ya crecieron un 22%, lo que supone un aumento en dos años de más de 9,3 millones de euros. “El presupuesto –se afirma en la nota- servirá para garantizar el acceso a la cultura a toda la ciudadanía, un objetivo principal del departamento. También mantiene los programas para el fomento y protección de la creatividad, además de los destinados para los artistas y a su movilidad como Canarias Crea o Canarias Crea Canarias, con una cuantía para ambos programas de más de 1.200.000 euros”.
Pese a ello, para Martín Rivero la industria cultural canaria sigue recibiendo desde el Gobierno del Archipiélago un trato poco acorde con el peso real que ocupa en la economía: “Refiriéndonos a los presupuesto de la Comunidad Autónoma, que son los más significativos, hemos recuperado muy poco el recorte de más del 70% que se produjo como acumulado desde la crisis en 2008 hasta el 2014. Hemos mejorado muy poco en ese aspecto. Nuestro objetivo del Dos por Ciento para la Cultura está muy lejos. Tomando como medida el presupuesto del 2018, si se cumpliera esa cuota del dos por ciento para la Cultura prometida por el presidente para antes del final de la legislatura, estaríamos hablando para este año de 165 millones de euros mientras el presupuesto aprobado para ese capítulo ha sido, irrisoriamente, de 25 millones de euros. Está claro que la Cultura, uno de los sectores más resistentes y productivos de la economía canaria, ha perdido peso en la agenda política y, a pesar, de que la macroeconomía canaria mejora, va a costar mucho que la Cultura vuelva a ser tenida en cuenta en las inversiones de la Comunidad. Por lo tanto, seguimos en la Cultura y en la Música, en concreto, con las migajas y haciendo encaje de bolillos para subsistir dignamente”.
Como no podía ser de otra manera, los duros años de la crisis también han deparado en enseñanzas y han servido de filtro corrector para muchos aspectos: “Por ejemplo, el referido al coste de las entradas. El precio del ticket se ha normalizado y el consumidor canario ya asume como normal gastos que están más cerca de la realidad de los costes del concierto y el promotor puede depender menos así del precio subvencionado por el dinero público”.
“Por otro lado, creo que lo mejor de la crisis ha sido que hemos mirado hacia adentro y nos hemos fijado más en nuestros propios recursos creativos, en nuestro mercado y en nuestros artistas canarios y se ha dado prioridad a esa materia prima local. Se ha puesto en valor los recursos y las potencialidades canarias, aunque sigo echando en falta que no hemos sido capaces, salvo raras excepciones, de crear un mercado cultural autosuficiente y sostenible. En el aspecto negativo también creo que no hemos sido capaces de avanzar mucho en explorar las posibilidades de la transversalidad de Cultura y otras disciplinas como Turismo”.
En este balance general del estado del entramado cultural de las Islas Canarias, el director de TantoArte Producciones sí considera que la nueva venta de externalización de las artes impulsada por el Gobierno regional es un gran acierto: “Se ha empezado a desarrollar con buen criterio y pienso que puede contribuir a crear redes e interacciones que hagan posible que la Cultura y, en particular, la Música y el Teatro de Canarias amplíe sus fronteras. Ya que nuestro mercado es reducido, que pueda abrirse a las posibilidades de proyección en el exterior. En este sentido, se ha avanzado en la puesta en marcha de políticas coherentes de internacionalización de la Cultura y ha sido novedoso en los últimos tiempos”.
Los primeros grandes nombres de 2018
En la isla de Tenerife ya se conocen algunos de los nombres de artistas de primera línea que visitarán la Isla en 2018. Las previsiones iniciales apuntan a otro año de intensa actividad, con conciertos de medio formato como los que se sucederán en el Espacio Aguere Cultural (centro escénico vital para el desarrollo de conciertos en la Isla), con nombres ya confirmados como los de Sexy Zebras, Lendakaris muertos, Sho Hai, Viva Suecia o Jardín de la Croix.
Además, ya ha comenzado la promoción de lo que se espera que sean grandes citas de aceptación masiva. Casos como los de UB40 y Status Quo, dentro del ciclo Legens Live, o el regreso de The Wailers, con el gran Al Anderson a la cabeza y como previo al Felling Festival; o el afamado espectáculo de Ants, dentro de la entrega de Semana Santa del Green World Festival; Diego El Cigala, celebrando los 15 años de su exitoso disco Lágrimas Negras; además de Luz Casal y Dani Martín, entre otros, en el intenso festival Mar Abierto.