En defensa del patrimonio chicharrero

Noé Ramón

Santa Cruz de Tenerife —

Son un grupo de profesionales unidos en lo que han dado en llamar Gestora para la Defensa del Patrimonio Histórico de Santa Cruz de Tenerife. Lo primero que se viene a la cabeza es si aún queda algo que mantener en una ciudad que parece haber borrado hasta con rabia algunos vestigios de su pasado o muestra una casi total despreocupación hacia el resto. La Gestora ha alcanzado en poco tiempo un significativo éxito a través de las redes sociales y de hecho el grupo ya suma casi 700 miembros que despliegan una incesante actividad. Parece que el interés por el patrimonio entre los ciudadanos es inversamente proporcional al que muestran las instituciones. Los componentes de la Gestora han utilizado los avances tecnológicos para recuperar lo que se hunde en el tiempo. Lo que no deja de ser una ironía. Desde su fundación han realizado varias reuniones, casi todas en la plaza de la iglesia de La Concepción, núcleo de lo que un día se dio en llamar el Santa Cruz Antiguo.

El mal estado de los cascos históricos de la capital tinerfeña, en especial los del Antiguo Santa Cruz y El Toscal, así como otros bienes culturales aislados, es lo que llevó, según ellos mismos relatan, a crear, en octubre del pasado año, este colectivo. El germen fue una iniciativa en las redes sociales del periodista y actual portavoz de este grupo Vicente Pérez, que plasmó en cientos de imágenes en las redes sociales el abandono en que se encuentran incontables inmuebles protegidos.

El enlace lleva directamente a la Gestora, integrada por una veintena de miembros activos registrados, de variadas profesiones: arquitectos, periodistas, historiadores, aparejadores, ingenieros, expertos en bellas artes... La particularidad de esta asociación, según cuentan ellos mismos, radica en que sus fines, eminentemente prácticos, se centran en propiciar la rehabilitación y revitalización de estos cascos históricos. Para ello se proponen servir de nexo entre todas las personas e instituciones que pueden hacer realidad este objetivo, propietarios, empresarios, historiadores, aparejadores, arquitectos, artistas, administraciones públicas...

Con esas miras, su intención es, de forma participativa y contando con expertos, elaborar a lo largo de este año un plan de acciones concretas que podrían llevarse a cabo, desde el convencimiento de que “cientos de ciudades en el mundo han logrado con éxito recuperar sus centros históricos”, según Pérez. Y además hacerlo no solo arquitectónicamente, sino desde el punto de vista social, cultural y económico, de modo que la capital tinerfeña, insiste este colectivo, no puede quedarse atrás.

Entre las actividades previstas, según relatan, está celebrar un debate público en el que todas las partes afectadas puedan manifestar su punto de vista, exponiendo los problemas y las posibles soluciones. La asamblea de la Gestora se reúne una vez al mes en el entorno histórico de la Iglesia de la Concepción. Su primer paso público es recoger apoyos para un manifiesto, que está colgado en una página facebook, con el que pretenden un compromiso social e institucional en favor de los cascos históricos.

Esta declaración de intenciones destaca el valor histórico, artístico y sentimental de estas partes antiguas de la ciudad, reivindica el derecho a disfrutarla y el deber de legarla a las futuras generaciones. También defiende su recuperación y revitalización para los usos propios de ciudad, no como meros escaparates o parques temáticos, sino para crear empleo y riqueza. Propugna que se den incentivos a la inversión privada, con máxima coordinación con la pública, y que se propicie así la mayor participación ciudadana que sea posible.

Un Manifiesto abierto a la ciudadanía

La Gestora asegura que invitará en los próximos meses a todas las organizaciones e instituciones públicas y privadas, así como a los partidos políticos y a la sociedad en general, a que rubriquen el manifiesto. En enero solicitaron una reunión con el alcalde, José Manuel Bermúdez y están a la espera de respuesta, para exponerle sus intenciones. El grupo insiste en su condición independiente, ajeno a partidos políticos, y aunque entre sus miembros hay personas con actividad política, los estatutos prohíben que cargos públicos o dirigentes de partidos puedan tener portavocías.

La Gestora cree que “ya no es cuestión de leyes o planes, sino de que una mayoría de la sociedad santacrucera, primero, y los gobernantes después, se convenzan de la oportunidad cultural y económica que representa afrontar este reto, tras décadas de especulación, desidia o falta de conciencia sobre los tesoros históricos de la ciudad”. No se le esconde a este coletivo el ejemplo modélico de La Laguna o de Vegueta, sin salir de Canarias, aunque se han abordado incluso en sus reuniones los casos de otros grandes centros históricos, como el de Córdoba. De momento no están constituidos como asociación, aunque en su grupo de facebook pueden consultarse las actas de sus reuniones, los estatutos y toda la actividad de la Gestora, así como seguir y participar en numerosos debates, con abundante material fotográfico.

Entre los miembros se puede encontrar a algún que otro político, signo indudable del peso que va adquiriendo este colectivo. El portavoz de la gestora así lo señala: “No sé si vienen a nosotros buscando promoción o es que realmente les interesa el tema, pero la verdad es que no le negamos la participación a nadie, siempre y cuando acepten nuestros objetivos y normas”.

La Gestora lógicamente centra sus esfuerzos en el patrimonio que se sitúa en el centro de Santa Cruz, donde se ubica el conocido como Santa Cruz Antiguo, el barrio de Los Hoteles y El Toscal. El primero difícilmente lograría un aprobado, el segundo sin duda es el mejor conservado y el estado del tercero sólo puede ser calificado de alarmante.

Aunque ellos no lo dicen en general, la especulación está dando lugar al derrumbe de esos edificios. La táctica es doble. Por un lado se compran inmuebles y se dejan caer para levantar luego edificios. O bien se da la apariencia de que van a ser restaurados y durante las obras se produce siempre un misterioso problema que da lugar al derrumbe de una parte primordial del inmueble. A partir de aquí nadie pondrá problemas para levantar otro edificio nuevo y por supuesto al que se le sacará mayor rentabilidad.

Hace escasas fechas el grupo publicó un enlace que llevaba al Plan Especial del Toscal. Uno de los enclaves en cuya recuperación más han insistido. Además, se recogía uno de los planos en el que se veía que sólo las edificaciones señaladas en color violeta oscuro se mantienen en buen estado; las amarillas, están ya en ruina, en blanco aparecen las que están en mal estado y en violeta muy tenue, en regular. Por desgracia el color amarillo es bastante habitual.

Escarbando en las hemerotecas

El grupo escarba en las hemerotecas, ya casi todas virtuales, y encuentra artículos de interés. Hace poco se hacían eco de uno que se refería al Cuartel de San Carlos en la avenida de Anaga, junto al edificio de Presidencia. Hoy se encuentra en estado de abandono, después de que quedaran a medias unas interminables obras de rehabilitación. Pero dentro de lo malo este inmueble al menos está protegido por unas vallas. El edificio pasó del Ejército a manos del Ayuntamiento en 1978, en una solemne ceremonia en la plaza de España y luego “faltaría más, cayó en un notorio abandono, al punto de que se llegó a plantear su derribo, hasta que pasó a manos del Gobierno canario y en 2003 se anunció su restauración”.

Pero lo cierto es que le afectaron las obras del tranvía, que pasa a pocos metros de su fachada. Así ha permanecido durante años con la promesa de que van a comenzar una rehabilitación inmediata que nunca se inicia. Cuando éstas terminen el noble edificio se dedicará a oficinas. Una vez publicadas las fotos, los comentarios o las referencias en la página de facebook de cada uno de los asuntos, comienza el trasiego de opiniones, que raramente acaban en una discusión acalorada. Por el contrario, el diálogo tiene un tono pesimista pero lleno de aportaciones. Algo poco usual en este tipo de foros virtuales.

La defensa de la Gestora no se limita al casco de Santa Cruz. También hacen referencia a otros puntos del municipio como Anaga. Un enclave que en su momento contó con ayuntamiento propio y hoy está integrado en el municipio. Prueba de todo ello es Taganana un núcleo que aún conserva un importante patrimonio histórico-artístico.

A veces basta con escoger un elemento cualquiera para lanzar una reflexión y dar pie al debate. Así ocurre, por ejemplo, con los hitos de piedra colocados por la Tertulia Amigos del 25 de Julio y financiados por la Autoridad Portuaria. Iniciativa que los miembros de la Gestora califican de “excelente” aunque acto seguido se matiza: “Provoca tristeza ver cómo la ciudad tiene que recordar su patrimonio histórico que ya no existe, y cuyos restos, los que sobreviven, ni siquiera se cuidan, a pesar de estar destacados con estos hitos”. Igualmente se lamentan de que el situado junto a la ermita de San Telmo, “nos invite a reflexionar, porque ya no hay nada de lo que en él se homenajea”.

En otro momento se reabre un debate que, al parecer, provoca posiciones encendidas. La posibilidad de que el barrio de Salamanca se convierta en el cuarto casco histórico de Santa Cruz. “Quedan varias calles que son una maravilla. Ignoro su grado de protección legal aunque para muchas la mejor protección es la que le dan sus propietarios”, dice uno de los participantes en el foro.

De vez en cuando, aunque no tanto como se desearía, aparecen los anuncios de rehabilitaciones de algún elemento patrimonial. Ocurre en estos días, por ejemplo con los 300.000 euros comprometidos recientemente por el Cabildo y el Ayuntamiento de Santa Cruz para restaurar la iglesia de San Andrés, que data de finales del siglo XV. La financiación se une a otra anterior de emergencia que ascendía a 90.000 euros que se emplearon en atajar las humedades en el techo. El aplauso es general.

Otra noticia feliz ha sido la modificación de los límites de Santa Cruz Antiguo que se han ampliado y con ello, supuestamente, la conservación. También se desmenuzan las consecuencias de la nueva ordenanza de paisaje urbano, aprobada y ya en vigor por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz. Para demostrar las denuncias nada mejor que exhibir una serie de fotografías del casco. Entre ellas llama la atención una destartalada ventana con una lata de refresco. Un año después allí sigue. Sin embargo, es motivo de inusitada alegría cuando de pronto desaparece, sin saber quién lo ha hecho.

Como prueba del interés que este colectivo está despertando, son las entrevistas que cada cierto tiempo son solicitadas a sus miembros, especialmente al periodista Vicente Pérez. Esta actividad apunta a un cierto optimismo aunque también está en el aire la sensación de que ya ha sido mucho lo que se ha perdido. Los más optimistas, sin embargo, prefieren pensar en lo que aún se puede conservar.

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