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La democracia no romperá Canarias

Ni la Democracia ni la Comisión para la Reforma Electoral romperán Canarias. La Democracia y el debate que se inicia ahora en el Parlamento, tras larga demanda ciudadana, darán lugar finalmente a una Canarias más fuerte, más unida, mejor preparada para avanzar en su progreso económico y social.

Durante más de treinta años se ha venido utilizando este argumento amenazante: quienes quieren cambiar el sistema electoral de Canarias quieren postergar a las islas menores y dejarlas a su suerte; rompen Canarias. Y con este poco amigable razonamiento se ha salido al paso de todos los intentos que se han planteado para reformar el sistema de peor calidad democrática del Estado.

Hace poco hemos oído en el Debate del Estado de la Nacionalidad alusiones de Fernando Clavijo al riesgo de ruptura de Canarias como consecuencia del debate sobre la refoma del que los expertos apuntan como el peor de los sistemas electorales. Ese sistema no está en Tanzania, ni en lugares remotos, lejanos e inexplorados, está aquí, en Canarias.

Si el de Clavijo fuera el discurso de un dirigente de una organización política, lo tendríamos que calificar de inadecuado. Pero como Clavijo es el Presidente de todos los canarios, habrá que subir la gradación del calificativo hasta la categoría de irresponsable.

Todos los grupos parlamentarios, a excepción del Mixto (encabezado por Casimiro Curbelo) que se abstuvo, votaron a favor de la apertura de una Comisión de Estudio del Sistema Electoral. Y lo hicieron con generosidad los tres partidos de la oposición que sumando más votos que los del gobierno, secundaron la propuesta hecha por el Grupo Socialista (PSOE) y Nacionalista (CC y PNC). Si el Presidente Clavijo tuviera el convencimiento de que tal debate, en efecto, expone a Canarias a la ruptura, su irresponsabilidad entonces habría que tildarla de máxima, y debiera haberse opuesto por todos los medios a que la Comisión se constituyera.

Pero no lo hizo así; de lo que nos felicitamos, pues optó por dar cauce parlamentario a lo que en su investidura él mismo proponía fuese una mera mesa de debate. Por eso, parece más bien que las alusiones a la fractura de Canarias forman parte del discurso habitual de quienes, opuestos a cualquier modificación de nuestro sistema electoral, enarbolan tal idea con la intención de amedrentar y culpabilizar a los ciudadanos de todas las ideologías políticas por aspirar a mejorar la democracia en la que viven.

Pero ahora estamos en otro punto. Se ha convocado a todos -políticos, expertos y, esperamos, ciudadanía- para debatir, dialogar y acordar una mejora en el sistema de elección de representantes a nuestra Cámara Legislativa. No es el momento de infundir miedo, sino de alentar un espíritu de encuentro que propicie superar obstáculos. Este es el discurso que debió hacer Fernando Clavijo en el Debate de la Nacionalidad y hubiera significado dar un paso importante hacia el liderazgo del debate de mayor trascendencia de la IX Legislatura. En cambio, Clavijo ha optado por situarse en el margen, alumbrando peligrosas fracturas -que no vemos el resto de los demócratas- en lugar de oportunidades de progreso.

Coalición Canaria no puede quedarse en la periferia de una reforma que influye en lo más sensible de la organización política de Canarias. Debería estar liderando la búsqueda de soluciones.

¿Realmente pensamos que nuestra convivencia está resuelta? ¿Creemos sinceramente que el sistema que rige unas elecciones en las que 5.500 votos obtienen tres escaños y 55.000 se quedan fuera del Parlamento es un dechado de entendimiento entre los canarios? ¿Piensa alguien que se va a seguir tolerando mucho más tiempo que mayorías poblacionales del 83% pueden quedar de brazos cruzados contemplando cómo el 17% de sus conciudadanos ostentan igual capacidad decisoria en el Parlamento?

Nosotros creemos que la respuesta es tres veces no. Y creemos al tiempo que la solución a las innegables dificultades que las islas no capitalinas tienen por su situación periférica y menor demografía, no puede seguir siendo la de alterar, hasta los extremos de lo paritario, su representación en la Cámara que legisla para la totalidad de los canarios. Asimismo opinamos que el sistema debe contemplar compensaciones de representación a esos territorios. Incluso, sí, amplias compensaciones.

Pero no puede seguir manteniéndose la anómala situación actual con la excusa de que equilibra Canarias. Es un argumento que los estudios sobre índice de pobreza y desigualdad social rebaten con cifras. Lejos de equilibrarse, nuestro archipiélago, en un estudio que abarca nada menos que el periodo que va de 1974 a 2003, ha ocupado los últimos puestos en crecimiento de bienestar per cápita y de reducción de la desigualdad en la redistribución de la renta (Goerlich y Villar.Desigualdad y bienestar social. De la teoría a la práctica. Fundación BBVA, 2009).

Pensamos además, que los problemas de los territorios mencionados deberían tener una solución propia. Se ha expuesto ya, cada vez se hace de manera más frecuente, estudiar la creación de un estatuto especial para compensar las desventajas de los canarios que viven en esas islas para ponerlos en condiciones de oportunidad equiparables a los de las islas capitalinas. Esa legislación específica daría garantías a las islas no capitalinas, independientemente de quien resultara ganador en los comicios autonómicos. Esta opción, que afrontaría de manera definitiva los problemas que enumeran las islas periféricas, dejaría expedito el camino para una reforma electoral en términos más pacíficos y permitiría un diálogo constructivo dirigido a alcanzar soluciones.

Desde Demócratas para el Cambio seguimos trabajando para facilitar el encuentro. Lo estamos haciendo con el Pacto por la Democracia en Canarias al que se ha sumado recientemente el Partido Popular y que ya habían firmado Podemos y Nueva Canarias, así como otras organizaciones extraparlamentarias como Izquierda Unida, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos o Unidos por Canarias. Ya solo estamos a la espera de la respuesta de CC y PSOE. Ese documento no fija fórmulas cerradas. Aporta tres puntos de partida para el acuerdo: reducir barreras, mejorar la representación y tener lista la reforma para que esté vigente en las próximas elecciones de 2019.

Ni estamos de acuerdo, ni secundamos la postura de quienes quieren poner el sambenito del paripé a la Comisión. Esperamos resultados. Esta ha sido una victoria tras una larga reivindicación cívica. La Comisión se observa de cerca: estará abierta a los medios. Se han creado grandes expectativas. Todos los partidos políticos deben saber que se evaluará su actuación en ella.

Y, por cierto, no sale bien puntuada CC proponiendo como presidente de la misma a Antonio Castro Cordobez, alguien que ha dicho que si no existiera este sistema electoral en Canarias habría que hacerlo igual. Coalición Canaria se está equivocando en la Reforma Electoral y el Partido Socialista… aún no sabemos lo que piensa hacer el partido socialista.

*Coordinadores de DPC

Vicente Mujica Moreno

José Manuel Marrero Henríquez

José Brito López

Luis Roca Arencibia

Samuel Marrero Lorenzo

Manuel Rodríguez González