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Eloy Morales (catedrático de matemáticas): “El uso de los fondos europeos en Educación se hace sin transparencia ni evaluación”

Tras más de treinta años ejerciendo la docencia, acaba de jubilarse en el pasado mes de septiembre. Pero sigue vinculado a los centros educativos mediante un curioso Komando Matemátiko que pretende acercar esta materia al alumnado mediante procedimientos lúdicos. Catedrático de Matemáticas, Eloy Morales Santana fue director del IB Schamann entre 1989 y 1992, primer director del Centro del Profesorado Las Palmas 2 (1994/1997) y director del IES La Minilla desde 2010 hasta 2014. Ponente en diversos cursos de actualización didáctica en su área de conocimiento e integrante de la Sociedad Canaria Isaac Newton de Profesores de Matemáticas, el hecho de haber culminado su etapa como docente no le exime, como asegura, de sus responsabilidades como ciudadano y como defensor del sistema público educativo. Por eso, expresa su preocupación por el uso de los fondos procedentes de la Unión Europea, lo que le ha llevado a dirigir una carta a Soledad Monzón, consejera de Educación del Gobierno de Canarias, que, de momento, se encuentra sin respuesta.

El Fondo Social Europeo (FSE) promueve el empleo y los recursos humanos, tratando, asimismo, de corregir los desequilibrios entre las regiones ricas y pobres europeas. Para el periodo 2014-2020 cuenta con una financiación de 80.000 millones de euros, a los que hay añadir 3.800 millones dedicados a incentivar el empleo juvenil. En el caso de la Educación, estos fondos se emplean en España para la implantación de la Formación Profesional Básica y la anticipación de la elección y los nuevos itinerarios en 3º y 4º de la ESO, en el marco de la implantación de la LOMCE.

Se queja usted de que no hay la necesaria transparencia en el uso de las partidas económicas procedentes del Fondo Social Europeo (FSE) en la Comunidad Canaria…

En efecto. En la propia definición del Fondo Social Europeo se habla de la claridad, de la transparencia. Y aquí no hay nada transparente. Lo que hay es un dinero que en principio señalan que se utiliza en el sistema educativo proveniente del FSE, unos 5 millones de euros por curso, y resulta que se está usando exclusivamente para pagar el sueldo de los profesores de Matemáticas o de otras áreas de conocimiento. Me refiero a aquellas asignaturas que en la LOMCE cambiaron de nombre. Y pasaron a ser, por ejemplo, Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Académicas y Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Aplicadas… En principio, el curriculum es el mismo, no hay incorporación de nuevos conocimientos, no hay ninguna formación específica que haya que darle al profesorado. Lo que hubiese justificado, por ejemplo, el uso de esos fondos europeos; ya sea para formación o para nuevos materiales en el aula. Pero no ha habido ni de lo uno ni de lo otro.

¿Solo fue un cambio de nombre? ¿No se modificaron los contenidos?

En absoluto, se trata de un cambio nominal. Y como hay esa nomenclatura nueva, la administración educativa se apoya en los FSE para decir que tiene que implementar algo nuevo. ¿Pero a dónde va el dinero de esos fondos? ¿A pagar el dinero de los sueldos del profesorado que ya figura en el capítulo I de los Presupuestos? Y, además, los FSE actuales son para el período 2014/2020. Después de esa fecha, ¿cómo se abonarán los sueldos de los docentes?

¿No ha habido cambios efectivos? Me refiero a incorporación de docentes de apoyo, incremento de las plantillas…

Le tengo que responder rotundamente que no. Porque en ningún momento se ha producido apoyo, es decir profesorado que haya venido a los centros para realizar tarea de refuerzo educativo en primero o segundo de la ESO; tampoco ha supuesto la incorporación de nuevos materiales didácticos para la enseñanza de las materias. Si me dijeran que ha servido para contratar a cuarenta nuevos docentes en tareas de apoyo en la aplicación de estos fondos, que se ha promocionado el acceso a los libros escolares, que se han adquirido y distribuido en los centros diferentes materiales didácticos, ordenadores, tabletas… Son asignaturas que estaban antes y que solo han sufrido un cambio de nombre. Y que son impartidas por el mismo profesorado. ¿Cuál es y dónde está la posible nueva inversión procedente del Fondo Social Europeo?

Por lo que dice, nada de eso ha ocurrido…

En realidad, solamente hay una placa por fuera de los institutos participantes en la que se señala que este centro está financiado por el FSE. Ese es el cambio más significativo. La Consejería debería aclarar, por transparencia, por tratarse de fondos públicos, en este caso europeo, a dónde se destinan esas partidas económicas.

Pero supongo que la administración hará un exhaustivo control de la impartición de estas asignaturas de la LOMCE financiadas por el FSE…

Lo único que se produce es un control del profesorado. Hasta ahora las jefaturas de estudio de los centros controlaban al profesorado con un parte de guardia. Donde se señala si estaba en el aula si se retraso en su llegada al centro, si salió para llevar a cabo una actividad extraescolar con su alumnado, etcétera. En este caso existen unos partes de faltas que son los que se entregan a los responsables del Fondo Social Europeo y el profesor de guardia es el que certifica que se está dando la correspondiente clase. Y le puedo asegurar que el descontrol es total. Se firmaban esos documentos muy a posteriori, y hasta aparecían como firmados momentos en que un docente se encontraba de baja por enfermedad.

¿A qué se dirigían tradicionalmente esas partidas económicas del FSE?

Se destinaban fundamentalmente a Formación Profesional; para potenciar, por ejemplo, programas Erasmus donde el alumnado de FP podía realizar sus prácticas en empresas europeas. Ahora, en el pasado curso 2016/2017 se reunió a todos los directores y se les explicó qué centros de Secundaria Obligatoria iban a estar subvencionados por el FSE.

¿No se les aclaró, en esa etapa, los contenidos y el destino de las ayudas europeas?

En su momento planteamos muchas preguntas a la Administración educativa en torno a este asunto. Luego son los directores los que tienen que trasladar a los centros esa información. En mi centro, la directora lo planteó y yo expresé mis dudas sobre a qué iba a ser destinado este dinero. Y exigí mayores niveles de transparencia.

Pero alguna información le trasladarían…

Sí, te daban a firmar una hojita diciendo que eras consciente de que “tengo conocimiento de que incluido en mi horario imparto materias a grupos cofinanciados por el FSE”, y, añadía, de ser consciente asimismo de que esa cofinanciación “requiere una justificación” adecuada del horario de clase impartido. Y que, en caso de ser tutor o tutora de uno de esos grupos, conozco la información que se debe transmitir y la documentación que se debe comentar por el alumnado. El alumnado, que es menor de edad, también tiene que firmar, estamos hablando de tercero y cuarto de la ESO, reconociendo que son conscientes de que están subvencionados.

Uno de los objetivos de esos programas financiados por el FSE es reducir el abandono escolar temprano, algo en lo que sí ha avanzado Canarias en los último cinco o seis años…

No se puede saber el impacto real en los datos de abandono escolar temprano porque no hay evaluación alguna de la utilización de los mismos. Por mucho que aparezcan como objetivos, si no se analizan y se evalúan, de poco o nada sirven esas formulaciones.

¿Ha denunciado usted esta situación de escasez de transparencia en el uso de los fondos europeos?

Me dirigí a los sindicatos del sector para explicarles la situación y que se implicaran en el tema. Y, además, envié una carta a la consejera. De momento, sigo sin respuesta por ninguna de las partes. Continuaré insistiendo. El uso de los dineros públicos exige los mayores niveles de transparencia y una permanente evaluación de resultados.

Komando Matemátiko: prohibido no tocar

“Matemáticas en la calle, espectáculos de matemagia, juegos de tablero y estrategia, puzzles, ilusiones ópticas y muchas más actividades lleva el Komando Matemátiko allá donde se desplace: colegios, institutos, lugares públicos, etcétera.” Así se presenta este proyecto de un grupo de profesoras y profesores que han seleccionado estos materiales que se ofrecen al público “para que en un rato de su tiempo libre intente resolverlos de una manera desenfadada, con la ayuda del profesorado que se encarga de presentar los elementos, las reglas y, sobre todo, los modelos de pensamiento matemático que conducen a la correcta solución”.

Con todo esto pretenden, y con una presencia estimada de tres horas en el centro educativo, un acercamiento amable al mundo de las Matemáticas –que sigue siendo tremendamente tortuoso para muchos estudiantes- y que la cultura matemática “esté incluida en el resto de la cultura social dejando de ser exclusiva de las humanidades y las artes”.

Lúdico y formativo

Destacan que su lema podría ser “prohibido no tocar”. En ese sentido aseguran que es obligatorio para el público “manipular los materiales que se le ofrecen en esta exposición interactiva, consistente en mesas con diversos juegos, puzzles y otros objetos que plantean retos relacionados con las matemáticas. Se trata de actividades lúdicas y a la vez formativas, pensadas y diseñadas para que generen sorpresa, rapidez y eficacia en alcanzar los objetivos planteados”. La meta está muy clara: acercar la matemática “y conseguir que nuestro alumnado aprenda a querer esta disciplina científica sin miedos y con eficacia”.