El 29 de junio de 2003 el Estadio Insular exhaló su última bocanada de aliento a un equipo al que vio codearse con los grandes en su época más gloriosa, pero también enfangarse en la siempre arisca Segunda División B. Comandada por Josu Uribe y con el Elche como convidado, la UD Las Palmas se despidió del recinto con una goleada (4-1) con la que certificó la quinta plaza en la temporada de su regreso a Segunda. Entonces se erigieron en protagonistas tres argentinos (Trotta, Maceratesi y Reggi) y el 9 de la UD en los años 90 y principios del siglo XXI, Orlando Suárez. El gerundense Arnal marcó en el tiempo de descuento el tanto de la honra de los ilicitanos y, a la postre, el último gol oficial en el santuario amarillo.
Pasto del abandono, la parcela fue desde entonces degradándose poco a poco hasta convertirse en un símbolo decadente que aún hiere a los ciudadanos que sentían y sienten el espacio como una seña de identidad de lo colectivo.
Los primeros intentos de actuación en el Estadio Insular, â¨con un estudio de detalle que impulsó en 2005 el grupo de Gobierno liderado por Pepa Luzardo y que preveía la demolición del recinto y la construcción en su lugar de un gran parque,â¨se vieron paralizados por la Justicia, que admitió el recurso interpuesto por Lorenzo Olarte para la protección de elementos patrimoniales del edificio. Posteriormente, en 2008, el Cabildo de Gran Canaria que por entonces presidía José Miguel Pérez convocó un concurso de ideas internacional que coronó, de entre más de diez proyectos, el trabajo de los arquitectos Elsa Guerra y Joaquín Casariego.
Sin embargo, tras tomar el bastón de mando de la institución insular, José Miguel Bravo de Laguna sorprendía con el anuncio de una iniciativa privada para construir un parque deportivo, lúdico y comercial que pretende acabar con diez años de parálisis en el emblemático solar, al margen de la propuesta ganadora del concurso de ideas, que el Cabildo considera inviable, y en aras de obtener una mayor rentabilidad en el espacio con financiación privada.
Hasta tres veces se negó Bravo de Laguna en una sesión â¨plenaria a dar el nombre de la empresa que había presentadoâ¨este proyecto del que ha trascendido información a cuentagotas y que ha despertado el recelo de oposición y vecinos, queâ¨temen que esta operación urbanística encubra un pelotazo y convierta en un club privado un espacio que el Plan General de Ordenación de la ciudad consagra como parque urbano equipado con naturaleza principal de espacio verde.
¿Quién está detrás del proyecto?
El intermediario Rafael González Bravo de Laguna es el administrador único de Borjana SL, la empresa que pretende acometer la remodelación del Estadio Insular a través de una concesión administrativa por 35 años. González Bravo de Laguna es un conocido empresario de Gran Canaria, presidente de Sercanarias, compañía participada por Saur y Valoriza- Sacyr, socios privados de la Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas de Gran Canaria (Emalsa).
Su hijo Borja es el interlocutor único de una sociedad que se dedica al asesoramiento de empresas en materia económica y estrategias empresariales, incluyendo actividades representativas, de marketing, publicitarias, estrategias de mercado y promoción en general.
Para lograr la explotación del recinto, Borjana SL ha contratado al despacho de los arquitectos José Luis Gago y Alicia Doreste, que ha elaborado un estudio de viabilidad que ya ha recibidoâ¨el visto bueno del grupo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria.
¿Qué usos contempla el proyecto de Borjana para la parcela del Insular?
La promotora quiere crear un espacio lúdico, recreativo, deportivo y comercial que contendría un aparcamiento con capacidad para 750 plazas, un campo de fútbol 7, ocho pistas de pádel, parques infantiles, locales que acogerían diferentes actividades de ocio, comercio, restauración, gimnasio..., jardines arbolados con pista para correr, caminar y carril-bici y un santuario de mariposas, el reclamo más extravagante.
Borjana SL estima que la rehabilitación del recinto podría durar de 24 a 30 meses.
El proyecto de Borjana para el antiguo Estadio Insular cuestiona el concepto de parque público que había impuesto el concurso de ideas convocado por el Cabildo en 2008
El proyecto mantendría las fachadas de Pío XII (grada Naciente) y de la calle Manuel González Martín (Tribuna),â¨así como la grada Curva. El aparcamiento estaría situado bajo rasante y en la superficie se ubicarían las canchas deportivas y un corredor que conectaría con la calle José Ponce Arias, para lo que se prevé demoler la fachada de la grada Sur.
¿Encaja la propuesta en el PGO de Las Palmas de Gran Canaria?
Nada más tener conocimiento del proyecto de Borjana, tanto el Cabildo de Gran Canaria como el Ayuntamiento de la capital se apresuraron a asegurar que la propuesta se adapta plenamente a lo dispuesto en el Plan General de Ordenación (PGO) para esta parcela. En su estudio de viabilidad, la promotora también defiende que cumple todos los requisitos, aunque no especifica la superficie que destina a cada uno de los equipamientos.
Sin embargo, en el pleno celebrado el pasado 29 de mayo, el propio Ayuntamiento reconoció que Borjana debía adaptar su proyecto para encajarlo en el PGO, ya que la iniciativa presentada es incompatible con el planeamiento municipal, debido a que la zona deportiva deja de ser accidental para convertirse en principal.
El PGO que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó en noviembre de 2012 ordena directamente la parcela del Estadio Insular, que hasta esa fecha estaba sujeta a la elaboración de un estudio de detalle. Para el interior del solar, la ficha diferenciada determina que el área ajardinada y arbolada representará al menos el 50% de la superficie, mediante árboles de gran porte y copa frondosa que produzcan áreas estanciales y de sombra.
El boceto del nuevo complejo relega la zona verde a un espacio marginal al sur de la parcela y extiende sobre el espacio que ocupaba el terreno de juego toda la actividad deportiva, que no computa como superficie arbolada y ajardinada. Borjana sostiene que la propuesta presentada ya cumple con la normativa, que las infografías pueden llevar a engaño y que si no aporta cifras sobre los metros cuadrados destinados a zona verde es paraâ¨no dar pistas a los competidores en un futuro concurso paraâ¨la adjudicación de proyecto y obra. Además, anuncia que está dispuesta a realizar modificaciones sobre la primera propuesta.
El PGO protege la fachada principal a la calle Pío XII junto a su crujía anexa y la estructura de la fachada norte y su marquesinaâ¨y permite una edificabilidad de 9.000 metros cuadrados bajo la grada Curva, de 7.000 en el edificio que da a la calle Pío XII, de 1.000 en Tribuna y de 200 en el interior, que deberán destinarse a kioscos y otras instalaciones relacionadas con el uso recreativo del parque.
¿Quién financia el nuevo Estadio Insular?
El segundo punto de la justificación que Borjana incluye en â¨el estudio de viabilidad para la explotación del recinto resalta que “el atractivo proyecto empresarial es capaz de atraer⨠capital privado para la financiación completa de la obra de rehabilitación y puesta en funcionamiento del inmueble”. La inversión prevista para este proyecto asciende a 30 millones â¨de euros, de los que Borjana sólo se compromete a aportar con fondos propios el 15% del total y cualquier desviación que surja de la cifra estimada en un principio.
El resto, 25,5 millones, procederá de los bancos. Y es que Borjana prevé pedir préstamos a las entidades financieras para sufragar el 85% del proyecto. En el escenario esbozado por la promotora, los créditos tendrían un interés del 6%, habría un periodo de carencia de dos años y quedarían amortizados en veinte.
¿Qué beneficios reportará al Cabildo de Gran Canaria?
En julio de 2012, Bravo de Laguna guardaba con llave en un cajón de la Casa Palacio el proyecto de Casariego y Guerra, ganador del concurso de ideas. Decía entonces el presidente del Cabildo que era hora de ser realistas, de dejarse de “fantasías” y de combinar el interés público con la financiación privada.
Borjana sostiene que su proyecto, del que se supo poco después, tiene un coste simbólico para las arcas públicas, “prácticamente cero en momentos en los que el presupuesto con el que cuentan las instituciones públicas debe ser destinado a cubrir las necesidades básicas de la población”.
El aparcamiento de 750 plazas será
la auténtica mina del nuevo recinto
de Ciudad Jardín. Generará el 70%
de los ingresos. Borjana ofrece
al Cabildo un canon anual
de 600.000 euros
La empresa que administra Rafael González Bravo de Laguna ha propuesto pagar al Cabildo por la explotación del recinto â¨un canon de 600.000 euros anuales, una cifra que, al cabo de los 35 años en los que ha cifrado la concesión administrativa, reportarían al Cabildo unos beneficios de 21 millones de euros.
¿Cuáles serán las fuentes de ingreso del nuevo Insular?
De acuerdo a las previsiones de Borjana, el aparcamiento de 750 plazas será la clave para determinar la rentabilidad del proyecto. No en vano, el 70% de los ingresos del primer año dependerá de que se cumplan las expectativas que la sociedad ha depositado en la explotación de este equipamiento, para el que estima contar con 200 abonados nocturnos y 200 las 24 horas del día en los doce primeros meses de explotación y de 400 y 300, respectivamente, en años venideros.
La otra gran fuente de ingresos será el alquiler de locales comerciales. La promotora calcula que obtendrá el 20% deâ¨los ingresos de arrendar los 2.200 metros cuadrados de un supermercado, los 10.800 de otros locales comerciales y los 700 de las terrazas.
De ser finalmente la adjudicataria del concurso para la explotación del recinto, Borjana abriría los espacios deportivos 359 días al año, 13,5 horas al día en sesiones de 90 minutos,⨠lo que redundaría en unas ganancias que supondrían el 6% del total, una cantidad ligeramente superior a la que representarían los ingresos por la celebración de conciertos y eventos. Las entradas para visitar el mariposario tendrían un impacto muy reducido en las cuentas anuales.
¿Por qué desechó el Cabildo el proyecto ganador del concurso de ideas?
El concurso de ideas internacional que convocó la anterior corporación insular, adaptado a la normativa europea ?el jurado no sabía quién participaba-, no tenía carácter vinculante. El grupo de Gobierno que lidera Bravo de Laguna estimó que⨠la propuesta de Casariego y Guerra, que cifraba la inversión⨠en 26 millones de euros, era irrealizable en el actual contexto económico y retraía a la iniciativa privada por ser poco rentable.
Una justificación que han rebatido en reiteradas ocasiones los autores de este proyecto de Parque Insular, que presentaron tras el concurso un estudio de viabilidad en el que se ofrecían dos soluciones de financiación para hacer viable la propuesta y en el que remarcaban que ésta no planteaba ningún alarde estructural que impidiera su desarrollo.
Por un lado, el complejo se podía construir en tres, cuatro o cinco fases, acomodándolo a la disponibilidad presupuestaria del Cabildo. Por otro, fijaba una fórmula para desarrollar diferentes equipamientos mediante el sistema de concesión administrativa y abría la puerta a incrementar la superficie comercial.
¿Qué proponía Casariego/Guerra arquitectos?
El proyecto que obtuvo el primer premio del concurso internacional de ideas destinaba el 50% de la parcela a superficie arbolada, otro pequeño porcentaje de espacio libre a una plaza más dura, de pavimento, y recuperaba la grada Curva como una bandeja verde que conectaba la parte alta de la ciudad con la baja a través de pasos peatonales.
Casariego y Guerra defienden que había espacio para la participación privada en las canchas polideportivas y el gimnasio que proponían ubicar debajo de la grada Curva, en el aparcamiento y el supermercado que también proyectaban bajo rasante, en locales de restauración que se abrían al parque por la fachada de Pío XII o, incluso, en espacios asistenciales, como, por ejemplo, una biblioteca de barrio, y oficinas.
El proyecto de Borjana para el antiguo Estadio Insular cuestiona el concepto de parque público que había impuesto el concurso de ideas convocado por el Cabildo en 2008
Una idea que casa con las bases del concurso de ideas, que estipulaban que el uso característico del solar era el de espacio libre, con las limitaciones que impone la protección de los elementos patrimoniales y con instalaciones complementarias de la naturaleza principal de zona verde, de modo que quedaba excluido cualquier uso privado en el recinto que no fuera objeto de concesión administrativa.
Los arquitectos que se alzaron con el galardón en este concurso mantienen que una buena parte de la inversión debe ser pública y que las actividades comerciales y deportivas de explotación privada deben ser complementarias a su uso principal, el de parque público, de pulmón verde de la zona baja de la ciudad.
¿Cuál es la posición de los vecinos?
Constituidos en una plataforma de defensa del Parque Insular, los vecinos se han mostrado muy combativos contra el proyecto que pretende realizar Borjana en el recinto y ya han recogido más de 2.000 firmas para evitar que se lleve a cabo.
Los residentes de Ciudad Jardín y Alcaravaneras reivindican un gran parque, una zona verde de uso público como la que planteaba el trabajo de Casariego y Guerra, una propuesta que fue consensuada con fuerzas políticas y vecinos.
Cuestionan las previsiones de ingresos de la empresa privada, temen que los grandes establecimientos aboquen al cierre a los pequeños comercios de la zona, se oponen a que un espacio de los ciudadanos se convierta en un terreno para la especulación de una empresa privada y estudian la interposición de medidas legales contra un procedimiento que consideran, como poco, irregular.
¿Parque público o club privado?
“Los usos privados no deben estar en el lugar donde lo colectivo debe primar”. Juan Félix Bordes, catedrático de proyectos enâ¨la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, resume con estas palabras un temor compartido por muchos: que se consume la desaparición de la idea de parque público en la remodelación del Estadio Insular, que lo engulla el concepto de rentabilidad y se transforme en un â¨coto privado que arrebate a los ciudadanos la posibilidad de disfrutar, sin tener que pasar por caja, de una parcela cargada de simbolismo, de una pieza urbanística muy sensible por la historia que encierra.
La hoja de ruta está marcada. El Cabildo de Gran Canaria parece firme en su propósito de acabar con el abandono â¨del codiciado solar de Ciudad Jardín y ya ha iniciado la rehabilitación con la primera dotación para su adecentamiento, el desmonte de la grada metálica y tareas de limpieza.
El objetivo es que a finales de septiembre concluyan lasâ¨obras y el recinto vuelva a abrir sus puertas, ya sin la grada⨠Sur, a la espera de que se resuelva por la vía administrativa el procedimiento que se ha abierto a raíz de la propuesta presentada por Borjana y que debe concluir con un concurso para adjudicar la explotación del nuevo Estadio Insular, un Insular de Sociedad Limitada.