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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Oxígeno para el turismo

A diferencia de lo que ocurre en otros puntos turísticos de España, debido a sus excelentes condiciones climáticas durante todo el año, el verano no se corresponde con la temporada de máxima afluencia de turistas a las Islas Canarias.

Así, el pasado mes de agosto los aeropuertos de las islas recibieron 1.071.241 turistas, lo que supone un incremento del 5,55 % con respecto a los casi 1.016.000 registrados un año atrás, según los resultados provisionales de la Encuesta de movimientos turísticos en fronteras (Frontur), elaborada por el Instituto de Estudios Turísticos (IET).

Entre los meses de junio y agosto, los turistas que entraron por vía aérea al archipiélago alcanzaron los 2.935.855, cifra un 3,89 % superior a la alcanzada en los mismos meses de 2012. En total, en los ocho primeros meses de 2013 los aeropuertos canarios han registrado la entrada de 7.699.348 turistas, de los que 6.717.830 ?el 87,25 %? fueron extranjeros. En el mismo periodo del año anterior, las cifras ascendieron a 7.669.758 y 6.615.336, respectivamente.

En agosto, además, el turismo extranjero fue el principal responsable de la positiva cifra registrada, ya que, con los visitantes procedentes del Reino Unido a la cabeza, su número aumentó en un 6,05 %, frente al 2,83 % de crecimiento experimentado por los turistas procedentes de otros puntos de España.

Este aumento en la llegada de turistas al Archipiélago ha tenido como consecuencia un aumento de las pernoctaciones en los distintos establecimientos hoteleros de las islas. Así, según indican los últimos datos publicados por el Instituto Canario de Estadística (Istac), en agosto su número se elevó en un 4,55 % con respecto al mismo mes del pasado año, tras registrarse más de seis millones de pernoctaciones. Sin embargo, mientras que el saldo es positivo en el caso de los turistas extranjeros, con un aumento del 7,7 %, los visitantes nacionales redujeron sus estancias hoteleras en un 5,66 %.

En línea con estos datos, en agosto se firmaron en el Archipiélago 17.871 contratos de trabajo ligados al sector turístico, de los que 6.582 correspondieron a actividades relacionadas con servicios de alojamiento, mientras que otros 6.806 estaban relacionados con actividades hosteleras de “servicios de comidas y bebidas”.

Por islas, Tenerife concentró algo más del 39,5 % de las contrataciones, con 7.071 contratos firmados, seguida por Gran Canaria y Lanzarote, con 6.199 y 2.144, respectivamente, según datos del Observatorio Canario del Empleo y la Formación Profesional (OBECAN).

A pesar de ello, las listas de las oficinas del antiguo Inem aún registran algo más de 58.000 demandantes de empleo en el sector turístico, de los que algo más de un 80 % corresponden a las islas de Gran Canaria y Tenerife.

Inestabilidad africana

El buen comportamiento del turismo en unos meses en los que tradicionalmente la demanda es menor, empieza a ser achacado por parte de algunos empresarios al repunte de la inestabilidad en algunas zonas del norte de África. En concreto, apuntan a la delicada situación política que atraviesa Egipto, donde han vuelto a producirse duras revueltas en los últimos meses, como la principal causa de este notable aumento en la llegada de turistas extranjeros al Archipiélago durante el verano.

En 2011, el estallido de la llamada Primavera árabe propició que Canarias se anotase uno de los mejores ejercicios turísticos de su historia. Las revueltas, iniciadas en Túnez en diciembre de 2010 y e inmediatamente seguidas por las de Egipto, a finales del mes siguiente, provocaron el desplome de dos potentes destinos turísticos en clara competencia con el Archipiélago, con el consiguiente desvío de turistas a las islas.

La llamada Primavera árabe propició que Canarias se anotase uno de los mejores ejercicios turísticos de su historia.

La posterior desestabilización política de todo el norte de África, con los conflictos bélicos de Libia y Siria y protestas sociales en Marruecos y monarquías del entorno del Golfo Pérsico como Jordania o Arabia Saudí, contribuyeron a que durante todo 2011 Canarias continuara recibiendo una cifra récord de visitantes.

Las cifras registradas este verano parecen indicar que, de continuar la inestabilidad en un Egipto que aún no se había terminado de recuperar de los efectos de las revueltas de 2011, el Archipiélago puede volver a marcar cifras de ocupación histórica. Si los datos de julio y agosto ya son positivos, las previsiones más optimistas dentro de las patronales turísticas señalan que los mejores están aún por llegar. Basan esta afirmación en el hecho de que durante el verano, el Archipiélago ha competido con destinos que se encontraban en plena temporada alta, como el Levante español o Baleares, que también han visto cómo aumentaba la cifra de turistas que recibían. Sin embargo, durante los próximos meses, el clima convertirá a Canarias prácticamente en el único destino de su entorno capaz de ofrecer sol y playa a los visitantes que deseen escapar del frío invierno europeo.

El efecto de la Primavera árabe

La gran esperanza de los hosteleros isleños es volver a repetir la situación vivida en 2011, cuando el Archipiélago rozó los 12 millones de turistas recibidos ?más de 10 procedentes del extranjero?, frente a los algo más de 10,5 millones registrados un año antes, según los datos definitivos de la encuesta Frontur. Este crecimiento, del 13 %, contrasta enormemente con las previsiones iniciales del IET, que antes de desencadenarse la Primavera árabe estimaba un crecimiento en la llegada de turistas del uno %, valor similar al registrado en 2010.

Sin embargo, 2011 se cerró con la recepción de cuatro millones de turistas más respecto al año anterior, de los que alrededor de 1,5 escogieron las islas como destino final, lo que se tradujo en un crecimiento interanual del 7,6 % para el conjunto del Estado y el ya referido 13 % en el Archipiélago.

En su informe anual, el IET atribuyó este aumento a diversos “factores estructurales y coyunturales”, entre los que se encontraría el “trasvase de turistas desde Túnez y Egipto hacia España”. Así, según los datos manejados por este organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, de los cuatro millones de turistas de más que visitaron España en aquel año, entre 1,6 y 2,1 millones habrían correspondido a visitantes desviados desde los países africanos con problemas, afirmación que parece avalar el hecho de que la llegada de turistas que habían adquirido paquetes vacacionales a través de turoperadores internacionales se disparasen a partir del segundo trimestre del año, coincidiendo con el máximo apogeo de las protestas en los países árabes.

En concreto, frente a un aumento de solo el 0,3 % en 2010, un año más tarde la llegada de visitantes vía paquete turístico se elevó hasta el 12,2 %, cifra que en Canarias se situó en un 24,1 %, incremento solo superado por el 33,6 % registrado en la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, hace justo un año, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, desvinculaba el espectacular incremento de visitantes registrados por el Archipiélago de posibles “trasvases esporádicos de viajeros” desviados de destinos del norte de África u Oriente Medio y aseguraba que Canarias ya había consolidado sus cifras de turistas extranjeros, puesto que países como Egipto y Túnez habían mantenido sus niveles de visitantes extranjeros en los primeros meses del año, sin que se apreciara ya el efecto de las protestas en su industria turística.

2011 se cerró con la recepción de cuatro millones de turistas más respecto al año anterior

A pesar de ello, lo cierto es que en abril del pasado año las islas ya habían experimentado una significativa caída en el número de visitantes recibidos que, además, suponía el primer retroceso en términos interanuales sufrido desde diciembre de 2010 y, por tanto, desde el inicio de la inestabilidad en los destinos turísticos del norte de África. En concreto, Canarias recibió un 13,3 % menos de turistas internacionales que un año atrás, en pleno apogeo de las protestas.

Finalmente, mientras España firmaba el tercer mejor ejercicio de su historia, tras recibir alrededor de 57,9 millones de visitantes, lo que suponía un incremento del tres % con respecto al año anterior, el Archipiélago cerraba 2012 con un descenso de aproximadamente medio punto en el número de turistas extranjeros, tras registrar la llegada de algo más de 10.128.000 viajeros procedentes del exterior, unos 49.000 menos que el año anterior.

Perspectivas positivas

Pese a todo, hay que calificar los datos de este verano como positivos. En los primeros ocho meses de 2013, con 7.699.348 turistas, Canarias apenas ha experimentado un ligero repunte del 0,39 % en la llegada de visitantes, si bien la evolución de los tres últimos meses, unida a unas optimistas previsiones ligadas a la inestabilidad política que de nuevo vuelve a sacudir Egipto, permiten a los hoteleros confiar en cerrar un ejercicio al menos tan bueno como el de 2011, en un contexto en el que, además, los últimos datos publicados de la Encuesta sobre el Gasto Turístico, elaborada por el ISTAC y correspondientes al tercer trimestre del año, señalan un significativo repunte del gasto tanto en términos acumulados como interanuales.

En concreto, durante el mes de julio el gasto en las islas registró un aumento interanual del 8,9 %, hasta alcanzar los 911 millones de euros, mientras que en el acumulado de los siete primeros meses del año el incremento se situó en el 7,7 %, situándose en 6.240 millones de euros, lo que lo convierte en el segundo mejor dato del conjunto del país solo superado por Cataluña.

No obstante, para poder mantener estas cifras de visitantes, Canarias tiene que afrontar el difícil reto de fidelizar a esos turistas, algo que, sin una necesaria y profunda renovación de la oferta tanto alojativa como complementaria que aumente la competitividad del destino se antoja un objetivo muy complicado de lograr en un mercado en el que, probablemente, el sol y playa ya no es suficiente para ser competitivos.

Dejar pasar el tiempo sin definir un nuevo modelo de negocio para el sector y basar el crecimiento en una serie de sucesos temporales podría convertir el fin de esta nueva Primavera árabe en el comienzo de un duro invierno para el principal motor de la economía canaria.