La dirección del Hospital Insular de Gran Canaria ha cifrado en 74 las personas que siguen ingresadas en planta, ocupando camas de agudos, pese a haber recibido el alta médica. Son pacientes, en su mayoría de avanzada edad, que no requieren atención hospitalaria, sino sociosanitaria, pero que ni tienen plaza en una residencia adecuada a sus necesidades asistenciales ni pueden regresar a sus domicilios ante la imposibilidad de sus familiares de hacerse cargo de ellos, por lo que permanecen en el complejo durante largos periodos.
La gerencia señala que este es uno de los motivos que “disminuyen la capacidad de ingreso” en las plantas de hospitalización y que, por tanto, dificultan el traslado de los pacientes procedentes de las urgencias. En este servicio se reproduce desde hace días una imagen que se ha convertido en habitual en los últimos años, la de enfermos hacinados en zonas no asistenciales (camillas en doble fila o pasillos) a la espera de que se liberen camas en planta.
Este martes eran más de 100 las personas que se encontraban en estas condiciones. Entre ellos, un hombre de 88 años que ingresó el viernes por la mañana con una infección urinaria y que, según ha denunciado su hija, Antonia Rosa Martel, solo pudo recibir una visita de apenas media hora durante esos cinco días en un pasillo de las urgencias del hospital.
Según los datos facilitados a este periódico por la dirección del Insular, durante los últimos diez días se han alcanzado los 300 ingresos diarios en urgencias, “unos 90 más de la media habitual”. La gerencia atribuye esa presión asistencial al aumento de “pacientes con gripe, virus respiratorio y covid”, a lo que se le suma “la alta ocupación hospitalaria por el incremento de la actividad quirúrgica y la atención de pacientes con un proceso patológico agudo en planta”.
Para los profesionales, sin embargo, se trata de un problema estructural, de la incapacidad del sistema sanitario y sociosanitario de atender a una población cada vez más envejecida y pluripatológica y que, por tanto, requiere mayores cuidados.
La gerencia sostiene que ha activado un plan de contingencia que consiste en “reforzar los recursos humanos en todos los turnos”. Además, recuerda que a principios de este año el centro habilitó una planta de tránsito con veinte camas con el objetivo de “ampliar la capacidad de ingreso” y que en mayo activó un “sistema complementario de información por SMS” para contactar con los familiares o acompañantes de los pacientes.
“A pesar de la alta presión asistencial, el centro trabaja diariamente para dar altas y así aliviar la situación en la medida de lo posible, pero hay que tener en cuenta que la capacidad de ingreso se ve disminuida, ya que el centro tiene ocupadas 74 camas con pacientes que tienen el alta médica” y que precisan atención sociosanitaria, añade.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, informaba la semana pasada de que más de 300 pacientes ocupan camas hospitalarias en las Islas pese a haber recibido el alta médica. “Es un problema muy viejo, de décadas”, dijo el socialista en una comparecencia parlamentaria. Según Trujillo, la solución pasa por “poner de verdad” los recursos sociosanitarios para que estas personas reciban la atención que precisan.
También la consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Ejecutivo regional, Noemí Santana (Podemos), abordó este asunto en la comisión del martes. “Hay un claro problema como sociedad cuando en un hospital muchas familias se ven abocadas a abandonar a sus mayores porque no quieren o no pueden atenderlos”, manifestó al ser cuestionada por la situación de treinta mayores ingresados en el Hospital de La Palma.
Hay que recordar que en marzo del año pasado se publicó la orden conjunta entre la Consejería de Sanidad y la de Derechos Sociales para la derivación a plazas sociosanitarias “de tránsito” de aquellas personas que, pese a haber obtenido el alta médica, ocupan camas hospitalarias, precisan atención sociosanitaria y no pueden regresar a sus domicilios. La consejera Noemí Santana recordó durante su reciente comparecencia parlamentaria que la construcción de centros sociosanitarios corresponde a los cabildos.
“Una situación límite”
El Sindicato de Enfermería Satse ha calificado de “situación límite para los usuarios y los profesionales” el colapso en las urgencias del Hospital Insular y ha pedido una solución “inmediata y definitiva”. En un comunicado difundido este miércoles, la central afirma que, “lejos de ser algo puntual”, el desborde en el servicio “se está cronificando y está llevando a los trabajadores a una unas condiciones absolutamente inaceptables y de extrema dificultad para desempeñar con garantías su labor asistencial”.
Según Satse, la sobresaturación del servicio proyecta “una imagen sobrecogedora con decenas de camillas en los pasillos y alrededor de un centenar de pacientes pendientes de ser trasladados”. La organización sostiene que los trabajadores deben desempeñar su labor “bajo una presión intolerable, que perdura en el tiempo y que deriva en profesionales frustrados al no poder desarrollar bien su labor” y en un agotamiento “físico y psicológico”.
Hace justo un año, 22 médicos adjuntos de urgencias del Hospital Insular firmaban una carta en la que denunciaban “las pésimas condiciones” del servicio y afirmaban que, debido a la saturación, no podían asegurar “la seguridad clínica confidencialidad, dignidad ni humanidad” en el trato a los pacientes. En ese escrito, hablaban del déficit de personal y de la “afluencia masiva de usuarios”, algunos de ellos con “remisiones inadecuadas de centros privados y de atención primaria” y otros que acudían a urgencias por no encontrar solución a su enfermedad “por otras vías”. Doce meses después, la estampa que entonces denunciaban se repite mientras siguen esperando la prometida solución a estos problemas, la ampliación del hospital en la parcela que ocupa el antiguo Colegio Universitario de Las Palmas (CULP), cedida al Servicio Canario de Salud por el Cabildo de Gran Canaria.
La dirección del hospital afirma que trabaja “diariamente con la colaboración de todos los servicios para mejorar los circuitos de ingreso desde el área de urgencias”, agradece “la labor de todos los profesionales” y pide disculpas “por la espera de los familiares y los pacientes en estas circunstancias”.