Un documental rescata del olvido el tubo volcánico al que fueron arrojadas víctimas del franquismo en Gran Canaria

Sima de Jinámar. (ALEJANDRO RAMOS)

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

La Sima de Jinámar es uno de tantos símbolos de represión franquista en Canarias. Se trata de un tubo volcánico de unos 80 metros donde eran arrojados republicanos o personas que no compartían el ideario del Régimen (algunos tras ser torturados y asesinados con un tiro en la cabeza y otros fueron precipitados vivos). Según la tradición oral, podría haber unos 100 cadáveres en este agujero sobre el que el profesor Juan José Monzón Gil profundiza en el documental La Sima del Olvido, que se estrena el próximo jueves en los cines Monopol de Las Palmas de Gran Canaria. Un trabajo que servirá también para guiar el compromiso del Cabildo de la Isla para que se lleve a cabo la exhumación de los restos mortales que allí se encuentran.

El objetivo de este estudio audiovisual es meramente pedagógico y no lucrativo. Su autor pretende que las generaciones más jóvenes conozcan la historia y la persecución a la que fue sometida una parte de la población por las llamadas brigadas del amanecer, que desaparecían a aquellas personas que no compartían sus ideales, sacándolas de sus casas en plena noche y que, después de torturarlas, eran detenidas o asesinadas. En Gran Canaria algunas fueron precipitadas a los pozos de Arucas y Tenoya (en este último se han hallado recientemente los restos mortales de 15 represaliados y en el primero fueron 24 en total), también se arrojaban a la Marfea, a la fosa común de Vegueta o a la Sima de Jinámar, entre otros puntos. La isla se convirtió así en lo que el portavoz del Foro Canario de Víctimas del Franquismo, Francisco González,  denomina “laberinto del terror” ya que apenas había escapatoria.

Cuando Monzón bajó a este tubo volcánico no esperaba encontrar un auténtico vertedero en él. Los restos de la memoria histórica se encuentran sepultados bajo escombros, basura, lavadoras, un frigorífico… Considera que este punto debe quedar limpio y posteriormente comenzar la exhumación de los restos mortales que se encuentran debajo.

Explica que para preparar esta aventura primero tuvo que entrenarse con espeleólogos en otros puntos de la isla, como el Roque Nublo. El director cuenta que la bajada fue relativamente fácil y que apenas tardó cuatro minutos en llegar al fondo del tubo volcánico. Tras los primeros 15 metros de descenso, llegan otros 21 de caída hasta alcanzar una plataforma con un ligero desnivel, a partir de la cual es necesario usar un sistema de doble seguridad para bajar los aproximadamente 40 metros que restan hasta la zona más profunda en la que el olor es insoportable.

El ascenso desde el abismo tiene más dificultad y duró unos 45 minutos. Al esfuerzo físico de la escalada se le suma el riesgo de accidente por el estado resbaladizo de las paredes como consecuencia de los excrementos de paloma que se adhieren a las mismas.

No es el único que ha conseguido bajar a este impresionante agujero volcánico. En los años 60 lo hizo el espeleólogo Jesús Cantero que narra su experiencia en este documental cuya versión corta es de media hora y la larga de una hora y 40 minutos.

Cantero cuenta cómo en cada bajada (unas 14 que realizó en total) lo hacía con el máximo respeto para evitar distorsionar la realidad del lugar. Señala emocionado que si en algún momento pisaron algún resto mortal pide perdón. Evidencia de que se trata de un símbolo de la represión es el cráneo con herida de bala que se conserva en el Museo Canario y que fue extraído de esta Sima.

Estas bajadas permitireron además desterrar el mito de que la Sima conectaba con el mar y que los cadáveres acababan en el agua.

 

Devolver los restos mortales a sus familias

El Cabildo de Gran Canaria ya había anunciado que técnicos de la corporación bajarán a la Sima para realizar un estudio sobre su exhumación. Aunque aún no hay una fecha clara, el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico, Carlos Ruiz matizó este martes que el compromiso sigue latente y que esperan poder bajar en 2018. Igual de optimista se mostró con la exhumación de la fosa común de Vegueta (donde se encuentran enterrados el que fuera alcalde del entonces municipio de San Lorenzo Juan Santana y el sindicalista Francisco González, cuyo nieto es el portavoz del Foro Canario de Víctimas del Franquismo y lleva años luchando por esta causa).

Una Comisión compuesta por expertos y miembros del Cabildo de Gran Canaria, del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) se encuentra elaborando un informe sobre la viabilidad de exhumar esta fosa.

Estas dos exhumaciones se añaden a la recién realizada en los pozos de Tenoya, donde se han encontrado restos mortales que pertenecen a 15 hombres. Entre ellos, cráneos con heridas de balas en la cabeza y que suponen una prueba evidente de que los testimonios orales no iban desencaminados y que se trata de represaliados del franquismo.

Monzón ha hecho este martes un llamamiento a todas aquellas personas que pudieran tener un familiar víctima de la represión franquista para que se hagan las pruebas de ADN ya que uno de los principales obstáculos con los que se han encontrado es con no tener un banco con el que cotejar los restos mortales hallados.

Para el portavoz del Foro Canario de Víctimas del Franquismo, que también colabora en este documental, este supone “un antes y un después en la lucha por la memoria democrática en Canarias y todo el estado español”. Este trabajo muestra “una realidad oculta premeditadamente por el Estado, por la oligarquía isleña, por los causantes del genocidio y sus herederos actuales”, subraya.

Francisco González recordó que no sólo su abuelo fue asesinado por sus ideales, también su tío Braulio con solo once meses fue víctima del “horror” sembrado en Canarias a partir de julio de 1936.

El foro propone  convertir la Sima de Jinámar en un museo de sitio, un centro de interpretación de los sucesos que acontecieron en esta zona hace ya 70 años.  El objetivo es que se enseñe este lugar tanto por su valor paisajístico, al tratarse de un cono volcánico interesante como por su historia y donde se pueda colocar un monumento en homenaje a las víctimas.

El documental se proyectará a las 19.00 horas de este jueves en los cines Monopol de Las Palmas de Gran Canaria. La entrada se puede adquirir en la misma taquilla o llamando por teléfono (por las mañanas al 928 363 314 y por la tarde al 928 367 438). Se va a habilitar otra sala para unas 200 personas ya que en la principal están las localidades ya agotadas.

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