La polémica de los últimos meses contra la apertura de la primera instalación destinada a la explotación masiva de pulpos parece no llegar a su fin. Al menos, así lo asegura el Partido Animalista PACMA y medio centenar de entidades de protección animal y medioambiental de todo el mundo que se concentrarán este sábado, 5 de febrero, a las 12:00 horas frente al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Su objetivo es frenar la puesta en marcha del proyecto que desarrolla la empresa Nueva Pescanova y concienciar sobre la sensibilidad y capacidades de estos cefalópodos.
La entidad internacional Compassion in World Farming (CIWF) ha impulsado una campaña contra la instalación de esta macrogranja a través de la cual han contactado con los gobiernos de varios países, incluyendo España, para instarles a prohibir la apertura de este negocio por una cuestión de “ética y sensibilidad” hacia los animales.
El pulpo: un animal asombroso para la ciencia
Elena Lara, directora de investigación de CIWF, ha declarado a este respecto que “los pulpos son solitarios y muy inteligentes; ponerlos en tanques estériles sin estimulación cognitiva es malo para ellos. Afectaría gravemente a su desarrollo y bienestar general”. La experta en biología marina afirma que estos animales “poseen una gran sensibilidad que les capacita para sentir dolor y emociones similares a las de los humanos. Forzarles a vivir en un espacio limitado y compartido con otros individuos les ocasionaría estrés y daños psicológicos de diferente índole”.
Por su parte, Jennifer Mather, de la Universidad de Lethbridge, determina que “los sistemas de cría intensiva son inevitablemente hostiles a las experiencias positivas que los pulpos son propensos a buscar, incluyendo altos niveles de estimulación cognitiva”.
El Partido Animalista PACMA ha remitido al ayuntamiento grancanario, a la autoridad portuaria y a varias consejerías del Gobierno de Canarias el informe de Lara, autora también del libro Cría intensiva de pulpos: una receta para el desastre. En él se hace hincapié en que “no existe actualmente ninguna legislación que proteja el bienestar de los pulpos en las granjas. Se encuentran totalmente desprotegidos frente al sufrimiento y a los crueles métodos de sacrificio. Por lo tanto, es una irresponsabilidad que se permita la apertura de una explotación así sin tener siquiera protección legal para estos animales”.
Lara añade que “hoy día somos conscientes de los graves daños ambientales que producen la acuicultura y la piscicultura, incluyendo el vertido de desechos y antibióticos. Entre el 20% y 25% de los peces capturados se utilizan para fabricar harina y aceite de pescado para peces de piscifactorías. Los pulpos son carnívoros, por lo que su cría en cautividad contribuiría a la sobrepesca”.
PACMA ha declarado en un comunicado que busca “la construcción de una sociedad más justa con los animales. El respeto y la empatía deben ser los ejes centrales de un movimiento que se ve gravemente amenazado por la apertura de cada una de estas explotaciones. Condenar a otras especies a vivir esclavizadas solo nos denigra como seres racionales”.
La formación animalista exige a las administraciones que no permitan que Canarias sea un punto de referencia en explotación animal y el primer lugar del mundo en albergar una granja de estas características. Esta comunidad autónoma, afirman, “tiene un tremendo potencial para aprovechar de forma sostenible y respetuosa con la naturaleza”.
Desde el Partido animalista apuntan también que “la ciencia ha demostrado que los animales están dotados de sensibilidad física y psíquica y, que por tanto, deben recibir un trato digno. Cuando la injusticia se hace evidente, es nuestra obligación hacerle frente”.