Antes de que llegara el nuevo milenio, la actividad económica de Arucas se concentraba principalmente en la plaza de la Constitución, donde el antiguo mercado aglomeraba cada día a los aruquenses en busca de las mejores ofertas. Situado en pleno centro de la ciudad, colinda con las calles más aclamadas. Sin embargo, desde que en 2001 se cerrara bajo el mandato de Froilán Rodríguez (CC) para derribar su interior y proyectar en él un pequeño centro comercial, nunca ha vuelto la vida a sus paredes.
La obra se terminó en 2007 y un año después ya había un acuerdo de explotación de este edificio con Supecor. Sin embargo, esta propuesta no prosperó y la empresa a la que se otorgó la licencia administrativa por 50 años, más tarde ampliado a 60, no ha logrado que algún inversor pueda darle una salida económica.
El alcalde de la ciudad, Juan Jesús Facundo (PSOE), explica que ya desde el anterior mandato, con Ángel Víctor Torres (PSOE), se ha trabajado para desbloquear la situación, con diferentes reuniones con el concesionario. Actualmente, se encuentran a la espera de un informe jurídico que está elaborando el Consistorio para conocer qué pasos se pueden seguir, ya que ahora mismo recuperar el edificio supondría un alto coste para las arcas municipales, algo que no se podría asumir.
La situación está resultando compleja de resolver, en palabras de Facundo, ya que una vez Supercor se echó atrás, tuvo un litigio con el concesionario, los años fueron pasando y las deudas aumentando para el empresario. Un momento en el que entró en juego Bankia y el banco malo, al tener que pedir distintos créditos.
El empresario, Juan José Arencibia, explica que en estos momentos el banco malo tiene uno de los créditos, pero la concesión del inmueble la mantiene su empresa. El caso se complicó con los años, de manera que ninguno de los cuatro alcaldes que han pasado por el municipio desde 2008 -José María Ponce (PP), Juan Francisco Padrón (CC) o Ángel Víctor Torres (PSOE ) y ahora Juan Jesús Facundo- ha podido resolver el asunto.
Arencibia puntualiza que desde el anterior mandato se encuentran más cerca de desbloquear el asunto. En los últimos años han intentado impulsarlo con distintas iniciativas, como por ejemplo, que se convierta en una especie de mercado de ocio y restauración, como el de San Miguel, en Madrid; o el de El Puerto, en Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, las negociaciones hasta ahora han quedado a mitad ya que nadie quiere perder, explica Facundo.
El alcalde es consciente de que el nuevo proyecto de centro comercial que se va a comenzar también en Arucas, en la zona de Las Vegas (donde el actual Hiperdino), hace replantear también la utilidad que se le quiera dar a este antiguo mercado y habrá que hacer un estudio sobre qué es lo que mejor podría funcionar. No obstante, Facundo afirma que el Consistorio va a estar ahí apoyando la iniciativa privada para que se pueda dinamizar este edificio y enriquecer la economía del municipio.
El empresario señala que otra de las ideas que se han puesto sobre la mesa es que se puedan trasladar a este espacio oficinas municipales, aunque se barajan multitud de opciones.
La situación de soledad en que se encuentra el edificio despierta muchas quejas entre los vecinos, que entienden que da muy mala imagen al municipio, además de ser un espacio desaprovechado. Está compuesto de cuatro plantas (contando el sótano y subsótano) con hasta 250 plazas de aparcamiento.
El alcalde reconoce la multitud de reproches que recibe, sobre todo por el “aspecto de mamotreto que da”. Desde el Consistorio, se ha indicado a la empresa que tome algunas acciones para que no se afee la imagen del casco.
Estas últimas semanas, el empresario ha llegado a un acuerdo con las pymes del municipio y el Cabildo de Gran Canaria y se han estado colocando vinilos en las cristaleras para que no se aprecie a través de ellas la imagen del interior.
Este espacio también ha servido como lugar para almacenar materiales de la asociación cultural del municipio Salsipuedes. Arencibia explica que intenta ofrecer su ayuda a quien lo necesite, al menos, como almacén.
En 2013 estuvo abierta en uno de los locales del edificio una cafetería, que finalmente tuvo que cerrar por falta de licencia ya que, según el alcalde, no estaba ni conectada al alumbrado público.
Tras los numerosos problemas que se han presentado en los últimos años, Facundo prefiere ser prudente con el futuro de este antiguo Mercado, luego proyecto de centro comercial, aunque la empresa concesionaria confía en que al menos este año se disponga de la hoja de ruta que van a seguir. Arencibia reconoce que no esperó que se fuera a complicar tanto la situación, pero recuerda que fue la única persona que se aventuró en esta iniciativa y aunque hasta ahora no le haya ido bien se muestra optimista de cara al futuro.